El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a desafiar a la comunidad científica al asegurar que es la "prueba viva" de la eficacia de la hidroxicloroquina como tratamiento contra el coronavirus.
En una nueva provocación , el mandatario aseguró que miles de vidas se hubieran salvado de haber utilizado este compuesto cuestionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por los efectos secundarios que provoca el fármaco.
”Sabemos que más de 100.000 personas murieron en Brasil y que, si hubieran sido tratadas al comienzo con ese medicamento, muchas de esas muertes podrían haber sido evitadas”, afirmó Bolsonaro en un acto público celebrado en Belén, capital del estado de Pará.
El presidente, quien estuvo tres semanas aislado por haber contraído la Covid-19 (aunque para él seguía siendo una “gripezinha”) asegura que su recuperación se debió a la cloroquina: ”Aquellos que critican la cloroquina no presentan alternativas”, sostuvo Bolsonaro.
No conforme con eso, durante la actividad que mantuvo en la ciudad de Belén, el Presidente anunció que el Gobierno nacional enviará a las autoridades del estado de Pará 400.000 comprimidos de cloroquina, porque -según Bolsonaro- aún "sin comprobación científica, hay muchos médicos que lo recomiendan".
De acuerdo al reporte del ministerio de Salud del gigante sudamericano, en las últimas 24 horas, hubo 1.262 nuevas muertes de coronavirus y 60.091 nuevos contagios.
Desde el inicio de la pandemia, Brasil el segundo país más afectado a nivel mundial
por el virus, acumula 105.463 decesos por la Covid-19, y 3.224.876 casos, de los cuales un 73% se recuperó, mientras que 762.773 pacientes siguen bajo acompañamiento médico.
Más allá de los dramático registros, Brasil continúa con su acelerado proceso de flexibilización, iniciado en junio y que este fin de semana dará luz verde a puntos turísticos emblemáticos, como el Cristo Redentor, el cerro de Pan de Azúcar, el acuario y la rueda gigante.