La Municipalidad de San Isidro habilitó a restaurantes, bares y demás locales gastronómicos a instalar sillas al aire libre. No habrá atención, ni tampoco se venderán bebidas alcohólicas, sino que quienes concurran podrán hacer su compra y quedarse a consumirla en el lugar. Es lo que el municipio conducido por Gustavo Posse dio en llamar take away plus.
Con la flexibilización de las restricciones Posse apunta a aliviar un poco más la situación de los comercios gastronómicos, duramente golpeados por la pandemia de coronavirus. Del cierre total de los primeros días de cuarentena, esos locales pasaron a vender solamente para llevar o a hacer envíos a domicilio.
Los dueños de comercios gastronómicos de San Isidro advierten que en el último tiempo, sobre todo en los días más calurosos, las personas hacían el take away pero luego se quedaban consumiendo en las inmediaciones de los locales. Esa postal no difiere de la que se ve también de un tiempo a esta parte en la Ciudad de Buenos Aires.
Ahora, con el take away plus, San Isidro apunta a darle un marco a esa situación que se planteaba de hecho. En los locales de comida o bares que dispongan de sillas en al aire libre, los clientes podrán quedarse en el lugar para consumir lo que compren.
Para esta nueva modalidad se estableció un protocolo específico. Las sillas deberán mantener entre sí la distancia necesaria y el horario será acotado: de lunes a jueves de 7 a 20, y de viernes a domingos de 8 a 24.