El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, brindó un fuerte discurso en un nuevo anuncio de la continuidad del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), donde alertó sobre el aumento de contagios, aunque mostró su felicidad por el anuncio de la producción de la vacuna en el país: "Es un cambio absoluto. A mí me cambió la vida".
Como en todas las conferencias de prensa, el gobernador bonaerense fue el tercero en hablar, después del presidente Alberto Fernández, y del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y remarcó la importancia de redoblar los esfuerzos de cara a la implementación de la vacuna. "Cambia todo porque una cosa es pensar que esto iba a ser eterno, que íbamos a vivir con el barbijo y el alcohol en gel por años, y otra saber casi con certeza que en unos meses vamos a poder vacunarnos. Al saber que esto tiene fecha de vencimiento los esfuerzo que uno hace se justifican muchísimo más", manifestó al comienzo de su exposición.
En ese sentido, Kicillof señaló la importancia de "no tirar a la basura" todo el esfuerzo realizado durante estos meses, puesto que son momentos para "estar más atentos que nunca" y no dar "pasos en falsos". "Alberto lo dijo muy bien, es un alivio a futuro. Mientras tanto hasta que no tengamos la vacuna la única forma de cuidarse es que sabemos que este virus se contagia entre personas. Está probado, más distanciamiento, menos contagio", agregó.
En otra parte de su discurso, el gobernador bonaerense advirtió que el crecimiento de casos puede afectar al sistema sanitario: "Tenemos el Gran Buenos Aires muy comprometido. Hay 35 municipios donde hay mucha circulación, 100 municipios del interior de la provincia donde la circulación es menor. En lugares donde no estaba volvió a aparecer, así que no nos podemos descuidar".
"El sistema de salud hoy no está colapsado porque tuvimos el tiempo que nos dio el aislamiento social, sino estaría estallado, desbordado. Cuando yo asumí en la provincia de Buenos Aires había 883 camas de terapia intensiva en el sistema público. Hoy hay 1173 ocupadas", reveló.
Además, el gobernador fustigó a aquellos que impulsan divisiones con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: "Veo que se divierten contando cuántas camas quedan de un lado y del otro. No es una competencia. El Gran Buenos Aires y CABA están absolutamente integrados".
Por otro lado, Kicillof apuntó contra los comunicadores y dirigentes políticos que de forma constante minimizan, critican o cuestionan la cuarentena, al manifestar que "a algunos pareciera que los muertos les dan lo mismo". Y les pidió "sinceramente", que dejen de atacar y cuestionar todo lo que se hace. "Tienen el derecho a hacerlo, pero lo pido sinceramente, se hace difícil cuidar la salud con un coro permanente de los que conspiran contra todas las medidas. Vayan a cualquier hospital y vean el esfuerzo enorme de la sociedad", afirmó.
"Angustioso es lidiar todos los días con esta enfermedad, ver que se acaban las camas, que se te muera un familiar. No es una angustia de un momento, es para toda la vida, No te la olvidás más. ¿En que cabeza cabe que a nosotros nos gusta esto?", exclamó.
Por último, el gobernador detalló una visita que realizó al hospital Rossi de La Plata y destacó el enorme esfuerzo de las y los trabajadores de la salud, así como del resto de trabajadores de los hospitales. Y concluyó: "La única forma de parar los contagios es bajar la movilidad. Sabemos que están creciendo los contagios y es un peligro. Pero nos cambió la vida. Es el último esfuerzo que podemos pedirle. Si empiezan a llenarse las camas, nadie quiere ver a alguien sin respirador".