El 6 de agosto pasado el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva
que decía: "[…] La difusión en los Estados Unidos de aplicaciones móviles desarrolladas por compañías de la República Popular China y que son propiedad de estas continúan amenazando a la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos. En esta ocasión, debemos actuar para prevenir la amenaza creada por una aplicación móvil en particular, TikTok".
¿Qué importancia puede tener en la disputa geopolítica global una red social usada generalmente por jóvenes para subir videos de bailes de quince segundos ?
El problema es, sobre todo, una cuestión de escala: la app china fue descargada 175 millones de veces sólo en los Estados Unidos y cerca de 1000 millones en el resto del mundo. Esto significa que por primera vez en la historia una red social propiedad de una empresa china (ByteDance en este caso) está entre las más usadas del mundo.
Las aplicaciones necesitan acceso a distintas partes del celular para funcionar, como la memoria para buscar fotos o el GPS para indicar dónde se hizo un posteo. Muchas acceden a más información de la necesaria para funcionar para obtener datos que se monetizan de distintas maneras.
En el caso de TikTok en particular, según la CIA aclaró a la Casa Blanca , es posible que "la inteligencia china intercepte datos" de los celulares a través de la aplicación pero que no existían evidencias al respecto. Por su parte algunos reportes informales realizados por informáticos especialistas en seguridad aseguran que la aplicación puede tomar el control sobre el teléfono.
En realidad, que TikTok sea más o menos invasiva de la privacidad que otras aplicaciones no es lo principal. Buena parte de la disputa hegemónica global se juega en quién lidera las industrias tecnológicas más avanzadas, sobre todo la inteligencia artificial que permite procesar datos y que abre un sinnúmero de posibilidades, desde hacer más eficiente la producción o detectar tendencias de mercado hasta influir en el ánimo de la población. Esto último, luego del escándalo de Cambridge Analytica y la injerencia rusa en las últimas elecciones presidenciales, es un tema sensible en los Estados Unidos.
Redes sociales como TikTok trabajan aprendiendo a detectar tendencias en los intereses de los usuarios y cómo generar otras: por allí pasa su modelo de negocios. Pero esa capacidad para instalar ciertos videos también podría usarse para potenciar miradas críticas sobre algún tema. De hecho, los usuarios utilizaron a la red social para boicotear un acto de Trump . Aunque la empresa no parece haber ayudado, podría haberlo hecho.
Los algoritmos de las redes sociales funcionan como diques que distribuyen el flujo de la información, decidiendo quién llega con su mensaje a dónde por medios que resulta difícil detectar y reconstruir. Por eso es tan importante para los Estados Unidos controlar el flujo de datos en las redes sociales, los servicios por los que circula (como el 5G) y las tecnologías de inteligencia artificial que permiten procesarlos de manera eficaz.
Los militares y los miembros de los servicios de inteligencia ya tienen prohibido utilizar TikTok. La prohibición se extendería a toda la población a partir del 15 de septiembre, fecha límite para que TikTok venda la red social. Microsoft, una empresa con dificultades para entrar al mercado de las redes sociales (lo más parecido que tiene es Linkedin) está muy interesada en quedarse con ella . Si no se alcanza un acuerdo, se bloqueará en Estados Unidos, algo que ya hizo India junto a otras aplicaciones del mismo origen.
El enfrentamiento de Estados Unidos con TikTok es parte de un plan más amplio para mantener la soberanía tecnológica y de datos como se refleja en el "Programa por una red limpia " del 5 de agosto. Allí se plantea la necesidad de reforzar la seguridad en cinco tipos de servicios. Primero: los proveedores de telecomunicaciones chinos no confiables no deberían conectarse a las redes de Estados Unidos porque generan un "peligro para la seguridad nacional". Esto explicaría la prohibición para Huwaei de desplegar su red 5G en ese país y la presión que ponen sobre sus aliados para que tampoco lo permitan.
También se debe garantizar la "limpieza" de los servicios de almacenamiento, aplicaciones, nube y cables submarinos y busca que la política sea global: "Más de 30 países y territorios son ahora Países Limpios y muchas de las más grandes empresas de telecomunicaciones son Telcos limpias", se indica en ese documento.
Es muy llamativo que Estados Unidos acuse a viva voz a las empresas chinas de lo mismo que, según demostró el ex agente Edward Snowden , hacen las empresas de telecomunicaciones de ese país junto a sus servicios de inteligencia en todo el planeta. Si los demás países del mundo siguieran su ejemplo, deberían empezar a plantear la salida de corporaciones como Google, Facebook, Apple, Amazon y Microsoft.