El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, analizó en Diputados la situación de los sectores más pobres del país y señaló que más de "11 millones de argentinos reciben asistencia alimentaria", en el marco de la pandemia. Para la salida de esta emergencia sanitaria, el ministro dijo que prevé fortalecer el Plan Potenciar Trabajo y la urbanización de los 4400 barrios vulnerables. Además, anunció que el Consejo Federal Argentina contra el Hambre volverá a reunirse el martes próximo para “rendir cuentas de lo realizado y avanzar sobre la calidad nutricional y la producción de alimentos”.
El ministro Arroyo dijo que "es evidente que están aumentando el desempleo y la pobreza" por el impacto del coronavirus en la economía. Asimismo, precisó que 11.200.000 de personas se alimentan de comedores y merenderos en los barrios. Antes de la pandemia, eran 8 millones, según afirmó el funcionario este viernes ante la comisión de Salud y Acción Social de la Cámara baja. “Hemos logrado sostener una situación alimenticia crítica”, dijo el ministro, que también remarcó “el rol clave y significativo del Estado”.
"En el medio de la pandemia giramos la política social hacia la asistencia alimentaria. Hoy hay cinco mecanismos a través de los cuales llegan los alimentos a los comedores, a los merenderos y a los hogares", expresó Arroyo en la comisión que preside el tucumano Pablo Yedlin (Frente de Todos). Sobre las prioridades de su cartera, el funcionario apuntó a "la situación de los niños y niñas en la Argentina, donde es evidente que el nivel de pobreza y vulnerabilidad es mayor".
En este contexto, contó que crearon el Registro Nacional de Comedores, con la intención de "proponer mejoras de infraestructura y que apuntemos a crecer en la descentralización y la transferencia entre comedores y merenderos". Arroyo detalló que el 90 por ciento de las políticas de Desarrollo Social se destinan a la asistencia alimentaria y el 10 por ciento al trabajo. Como meta para finales de este año, la intención es que representen un 50 y 50 por ciento, "y que el año que viene el eje principal sea el trabajo".
Respecto de la situación habitacional, una de las crisis estructurales que salió a la luz con la pandemia, el ministro indicó que “4 millones de personas viven en barrios donde hay hacinamiento, sin servicios básicos”.
"La Tarjeta Alimentar cubre a un millón y medio de familias", aunque detalló que a 200 mil aun no les llegó el plástico. Sobre la inversión social que implica esta medida que buscar garantizar la alimentación de las familias argentinas, dijo que alcanza los 52 millones de pesos.
En este marco, con la intención de mejorar la calidad alimentaria, el martes retomará su actividad el Consejo contra el Hambre. "Tenemos dos objetivos: avanzar sobre la calidad nutricional y la producción de alimentos”, detalló. Cerca de Arroyo señalaron que al encuentro fueron invitados referentes empresariales, sindicales, de organizaciones sociales, de universidades y de la sociedad civil.
Para la pospandemia, el funcionario contó que tendrán "tres ejes centrales": "potenciar trabajo, que ya está en marcha, otro que tiene que ver con el IFE, y el tercero con la urbanización de las cuatro mil villas, barrios y asentamientos". En cuanto al primero de estos puntos, agregó que se busca “fusionar todos los planes sociales” y, a la vez, aumentar el empleo con el programa Potenciar Trabajo.
"Los cinco sectores en los que vemos la mano de obra más intensiva son construcción, producción de alimentos, textil, economía del cuidado y reciclado", agregó. Sobre el IFE, Arroyo destacó el alcance que tuvo este programa de asistencia a más de 9 millones de personas, que fue desplegado en una situación de emergencia. Además, explicó que están haciendo “estudios sobre la situación de ingresos de cada familia” para definir la continuidad de la iniciativa.
Antes de concluir, el ministro valoró que durante la pandemia “se logró atender la mayor demanda y sostener una situación crítica”, y que eso se consiguió “no sólo por el Estado sino por la red social de la Argentina, que ha trabajado y acompañado a cada comité de emergencia. En los barrios no veo grieta. Todos ayudaron a sostener la asistencia alimentaria”.