Al menos seis personas fueron detenidas por un ataque a una sede sindical en La Paz, en el que se investiga un posible uso de dinamita, informaron este viernes fuentes oficiales bolivianas. Los detenidos estaban en posesión de 21 cartuchos de dinamita, entre otro material explosivo, una bazuca artesanal y gases lacrimógenos, detalló el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la Policía Boliviana, coronel Iván Rojas.
El viceministro interino de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, explicó que los daños materiales en la sede de la Central Obrera Boliviana (COB) están en evaluación y los detenidos serán puestos a disposición de la Fiscalía. Santamaría dijo que no había gente en la sede sindical cuando se produjeron explosiones la pasada noche y condenó cualquier acto violento, en una rueda de prensa en La Paz en la que los detenidos fueron presentados ante las cámaras.
El ataque fue condenado igualmente por el Movimiento Al Socialismo (MAS) del expresidente boliviano Evo Morales, que exigió una investigación inmediata "hasta encontrar a los autores materiales e intelectuales", al considerar que "quienes hicieron esto buscan generar caos y zozobra para que no haya elecciones en Bolivia".
El expresidente boliviano Jorge Quiroga expresó también en redes sociales su rechazo a "toda acción violenta y terrorista", pues "se debe investigar, procesar y sancionar este atentado a la sede de la COB". "Bolivia también exige que el MAS levante sus bloqueos criminales, que han costado decenas de vidas por falta de oxígeno", advirtió Quiroga.
El Gobierno interino y distintas fuerzas políticas culpan al partido de Morales de estar detrás de los bloqueos de carreteras, que dificultan el abastecimiento de alimentos y suministros médicos como el oxígeno medicinal, cuya escasez ha costado la vida de al menos cuarenta enfermos según el Ejecutivo transitorio, mientras los manifestantes aseguran que permiten el paso de camiones cisterna para abastecer centros de salud.
La COB es una de las organizaciones convocantes de protestas que desde hace días se suceden en Bolivia en contra del aplazamiento a octubre de las elecciones generales, para reclamar que se respete la fecha anterior de septiembre. Las protestas se mantienen desde el pasado 2 de agosto, pese a los intentos desde el ámbito político por pacificar el país, con intentos fallidos de diálogo desde el Gobierno interino y el Parlamento, que el jueves aprobó una ley que establece que las elecciones pueden ser "hasta" el 18 de octubre, como fecha tope.
La COB y otro de los convocantes, el denominado Pacto de Unidad, que incluye sindicatos campesinos y colectivos indígenas, mantienen su reclamo de que sean el 6 de septiembre como estaba previsto, al acusar a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, de perpetuarse en el poder, por lo que piden su renuncia.