Por C. G. D.
Para celebrar el Día de las Infancias, nada mejor que un libro para leer, regalar, recomendar y hacer correr la voz. Aquí una selección de algunas de las últimas novedades de la literatura infantil y juvenil, con múltiples historias, formatos y géneros.
Hola Argentina (AZ). Infaltable en la biblioteca de los amantes de los hermosos libros, esta enciclopedia gigante creada por Octavio Pintos no pasa desapercibida. Desde su tapa dura con un típico fileteado porteño dorado, y pasando por sus más de 100 hojas a todo color, ofrece un completísimo recorrido por la República Argentina, de norte a sur y de este a oeste, con más de 50 mapas infográficos en los que se abordan sus aspectos geográficos, sociales, culturales e históricos. Para leer en familia, sin apuro y disfrutando cada detalle.
Esa cuchara (Limonero). Sandra Siemens escribe -y Bea Lozano ilustra- este cuento pensado para lectoras y lectores de todas las edades. La protagonista quiere usar a toda costa una antigua cuchara que llama su atención, pero en su casa se niegan a darle el gusto. ¿Por qué no puede jugar con ella o ni siquiera tomar la sopa? ¿Qué historia y secretos guarda esa reliquia familiar? El texto de Siemens es un viaje al pasado y una invitación al recuerdo de los orígenes y los afectos.
¡No es una caja, mamá! (Catapulta). Mila es una nena con mucha imaginación, de esas que juegan más con el envoltorio del juguete que con el juguete mismo. Y eso le pasa precisamente con una caja que hereda de sus primas, a la que convierte en infinitos objetos: un avión, un trineo, un submarino o un globo. Una bella historia diseñada en sus palabras e imágenes por Sol de Angelis, y que recuerda la magia de la infancia. Recomendada desde los 3 años.
Cualquier verdura (Ralenti). Con poesía y humor, Nicolás Schuff da vida a insólitos relatos protagonizados por verduras (sí, verduras). Una arveja vanidosa e individualista, una papa intelectual, una cebolla mentirosa y un rabanito indeciso son algunos de los personajes que confluyen en este simpático libro ilustrado por Gabriela Burin. Ideal para convencer a los más chicos, de 6 años en adelante, de que las verduras también pueden ser divertidas.
Helado de dragón (Del Naranjo). Para una mayoría, tomar helado puede resultar una tarea sencilla (además de placentera), pero no es el caso de Sumo que, como todos los dragones, larga fuego por su boca y derretiría el postre antes de poder probarlo. No obstante, este animalito fascinado con las bajas temperaturas desde pequeño no se da por vencido y elabora una estrategia. Con texto de María Emilia Alcoba, ilustraciones de Cecilia Varela y sugerido para público lector desde los 4 años.
¡Shhh! Como la lechuza (Quipu). En un reino habitado sólo por animales, hay un problema grande a resolver: nadie puede dormir. La convivencia entre las distintas especies se hace difícil, y reunidos en asamblea deciden encontrar una solución o más bien al encargado de resolver el conflicto. ¿Será elegida la lechuza que hace “shhh”? Un lindo cuento para antes de dormir, y a la vez un homenaje a una de las canciones infantiles más populares, escrito en verso por Jaquelina Romero y con preciosos dibujos de Pilar Centeno. Recomendado desde los 4 años.
Sola en el bosque (La Brujita de Papel). La casa propia puede convertirse en un bosque oscuro, y alguien del entorno íntimo en un lobo disfrazado. La escritora Magela Demarco, junto con las potentes ilustraciones de Caru Grossi, narra la experiencia de una niña que llora en silencio hasta que logra poner en palabras su dolor. Una historia de liberación y resiliencia necesarias en tiempos de Ni una menos y de conciencia sobre las infancias vulneradas. Acompañado por un código QR con acceso a información para familias y docentes, el libro está sugerido a partir de los 6 años.