Así como la participación política femenina se incrementó a nivel internacional –en 2015 se alcanzó un récord de 27 mujeres en cargos gubernamentales importantes en sus países–, en el plano del deporte (y más específicamente del fútbol) ocurrió algo parecido: el avance del feminismo empujó a muchísimas jugadoras a alzar la voz y a exigir la igualdad de género no sólo en las canchas sino también en las cúpulas directivas. Así fue como, a pesar de las diferencias que aún existen en cuanto a oportunidades, ingresos y profesionalismo, se lograron hitos como el cierre de la brecha salarial entre hombres y mujeres futbolistas de Noruega; la semi-profesionalización del fútbol femenino en la Argentina y una demanda histórica de la selección de los Estados Unidos contra la Federación de su país por discriminación de género institucionalizada. Mientras esperamos por la vuelta a las canchas, repasamos las historias de tres deportistas voceras y referentes de la equidad alrededor de todo el mundo.
Megan Rapinoe
Además de ser la capitana de la Selección de los Estados Unidos –campeona del Mundial de Fútbol Femenino 2019– y de haber obtenido el último Balón de Oro, Megan Rapinoe es una referente de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT+. Abiertamente lesbiana, fue la primera jugadora blanca en arrodillarse durante el himno nacional para denunciar la violencia racial de la policía americana; le dijo a Donald Trump que nunca iría a la Casa Blanca; y se convirtió en la cara de la lucha por la igualdad salarial entre hombres y mujeres futbolistas.
El mes pasado, luego de que el juez federal Gary Klausner rechazara la demanda de la selección femenina por el pago igualitario, le ofreció al demócrata Joe Biden (principal opositor de Trump) ser su candidata a vicepresidenta en las próximas elecciones de este año. “No quiero ponerlo en una situación incómoda, pero creo que puedo jugar al fútbol y hacer esto al mismo tiempo. Si necesita una vicepresidenta, sólo le digo que estoy disponible para una entrevista. Podemos hablar de la logística y los detalles. Póngame en su lista”, le dijo en una conversación en vivo por Instagram. Al día de hoy, según varias encuestas, Rapinoe tiene un 42% de apoyo del electorado de Estados Unidos.
Macarena Sánchez
“Por un fútbol feminista, disidente y profesional”, publicó Maca Sánchez en Twitter tras ser desvinculada de UAI Urquiza, al mismo tiempo que le exigió a la AFA profesionalizar el fútbol femenino. Así, sin tapujos, e impulsada por la cuarta ola feminista, la actual jugadora de San Lorenzo y directora ejecutiva del Instituto Nacional de Juventud (Injuve) se puso al hombro la lucha de muchas mujeres y logró conquistar un derecho colectivo. “Fueron meses en los que no la pasé del todo bien, más allá de que el resultado de todo eso fue positivo. Sirvió para visibilizar muchísimas problemáticas que veníamos teniendo hace años las jugadoras de fútbol”, contó en su momento.
A pura gambeta y haciéndole frente a varias amenazas, Maca llegó a reunirse con Cristina Kirchner –una de sus mayores referentes políticas– en el Instituto Patria; fue noticia en medios internacionales como la BBC y el New York Times; y alcanzó la dirección del Injuve, cargo que le ofreció directamente el presidente Alberto Fernández. Hace diez días, en pleno debate por la vuelta del fútbol, se reunió en Casa Rosada con funcionarios del Gobierno y el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y exigió que las mujeres volvieran a entrenar al mismo tiempo que los hombres. La medida fue aprobada, a pesar de la decisión posterior de los clubes de retomar los entrenamientos en septiembre.
Ada Hegerberg
Con apenas 24 años, Ada Hegerberg no sólo es la mejor futbolista de Europa. La goleadora del Olympique de Lyon de Francia es una de las deportistas de elite más comprometidas con la igualdad de género en todo el planeta. Ganadora del primer Balón de Oro Femenino de la historia, renunció a la selección noruega a modo de protesta por la brecha salarial y la falta de oportunidades para las mujeres, y no retrocedió ni siquiera cuando la Federación de Fútbol de su país anunció el pago equitativo con los hombres, una medida pionera en el plano internacional.
“No todo es dinero. Se trata de la preparación, del profesionalismo, puntos muy claros que presenté directamente cuando tomé mi decisión”, declaró Ada a finales de 2018. Sin embargo, hace apenas dos meses firmó un contrato récord con Nike de 1,3 millones de euros por año: el contrato más caro de la historia para una mujer y uno de los más altos del mundo para cualquier futbolista. Esto no sólo demuestra el interés de las marcas por el presente y el futuro del fútbol femenino (puesto que el vínculo se extenderá por 10 temporadas); también abandona la idea de que a las futbolistas las perjudica su militancia política.
* Ornella Sersale.