No iba ni la mitad de la carrera cuando el MotoGP le heló la sangre a todas y todos: en la curva 3 del circuito austríaco de Styria, Austria, un tremendo accidente hizo que Johann Zarco y Franco Morbidelli salieran lanzados de sus motos y que estas, girando despedidas a toda velocidad, cruzaran la pista y pasaran a sólo unos centímetros del italiano Valentino Rossi, quien se salvó de ser embestido por lo que pareció ni más ni menos que un milagro.
Lo que pudo haber sido una tragedia comenzó con un intento de sobrepaso de Morbidelli (Yamaha YZR M 1) sobre Zarco (Ducati Desmosedici GP19), ante lo que el francés frenó y la rueda delantera de uno y la trasera del otro se tocaron y los dos salieron disparados de sus motos. Las imágenes son escalofriantes.
Pero la secuencia dramática que paralizó la vuelta ocho del trazado de Red Bull Ring en Spielberg todavía no había terminado. Quienes se quedaron aterrorizados viendo cómo Morbidelli giraba y giraba golpeándose una y otra vez contra el piso mientras Zarco se levantaba lo más rápido que podía -porque había caído al borde de la pista-, no esperaban lo que aún faltaba.
Las motos de ambos pilotos, que habían salido despedidas, atravesaron el borde de la curva y volvieron a la pista lanzadas justo en el momento en el que Rossi (Monster Energy Yamaha MotoGP) aceleraba por esa parte del trazado. Las imágenes muestran cómo se cruzan en su camino el vehículo de Morbidelli primero, a unas pocas pulgadas del italiano, y enseguida detrás el de Zarco. Rossi salió ileso.
Allí enseguida hubo bandera roja y los pilotos accidentados -conscientes ambos, lograron ponerse de pie por sus propios medios- fueron sometidos a los chequeos médicos pertinentes, que, increíblemente una vez más, aseveraron que ambos están bien.
Será el recuerdo más relevante de esta quinta fecha de la categoría, en la que resultó vencedor el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Team), con un registro de 28'20.853, escoltado por Joan Mir (Team Suzuki Ecstar) y Jack Miller (Pramac Racing).
Rossi, después del milagro, finalizó quinto. "Sí, puede ser -contestó cuando le preguntaron si había sido el mayor susto de su vida sobre ruedas-. La moto de Morbidelli me rozó e incluso la de Zarco me pasó a pocos metros". El italiano criticó duramente a Zarco por "frenar voluntariamente" delante de Morbidelli y causar el peligroso accidente al comienzo del Gran Premio de Austria de MotoGP.
"Está bien que un piloto sea agresivo pues nos jugamos mucho, pero así estamos perdiendo el respeto por los adversarios. Practicamos un deporte muy peligroso y hay que respetar a tus rivales. No es una novedad que Zarco haga estas cosas", explicó el siete veces campeón de la categoría elite. El hombre del milagro en Austria pidió que la dirección de la carrera tome medidas con el piloto francés y no ahorró metáforas sobre el riesgo que implica lo que vivió: "Hay que entender que nuestras motos, con estas velocidades, son balas. Estamos superando un poco el límite".