Los ejemplos de la Patria Grande aparecen en lugares quizás impensados, por pequeños, pero por eso mismo sufren urgencias y abandonos similares, en los márgenes de sus respectivos países. La falta de oxígeno, uno de los insumos indispensables para tratar a pacientes con la Covid-19, empezó a ser un problema en la frontera argentino-boliviana.
Esa realidad se dio primero en la ciudad de Yacuiba, de la provincia de Gran Chaco (departamento Tarija), de Bolivia, cuando en el Hospital Fray Quebracho, que centraliza la atención de los enfermos de Covid-19, empezaron a quedarse sin oxígeno para tratar a pacientes. Según dijo a Salta/12 el director del Gobierno Autónomo y Regional del Gran Chaco, Rosso Carlos Reynaga Girón, el pedido se hizo al iniciar la semana pasada.
La crisis política en Bolivia se sumó a la pandemia por lo que, ante los bloqueos que se realizan en señal de protesta contra el gobierno de facto de Jeanine Añez, no llegaba la reposición de oxígeno. Desde Yacuiba solicitaron, Consulado boliviano mediante, el préstamo de cinco tubos de oxígeno. “Le devolvimos los cinco tubos. Pero no pudimos recargar dos porque la boquilla de recarga era distinta” a la que podía conectarse para reponer la carga, explicó el funcionario boliviano. “Hoy (por el sábado), nos pidieron tres tubos y les prestamos”, dijo. Pues reconoció: “nos parece excelente una ayuda entre ambos países, ambos lugares estamos pasando una situación precaria”.
La reacción del lado argentino fue contradictoria. Pues el gesto del intendente de Salvador Mazza, Rubén Méndez, se contradijo con los discursos del gobernador Gustavo Sáenz que pide defender “la patria chica”, lo que involucra impedir con el Ejército y las fuerzas de seguridad el paso de personas desde Bolivia al territorio argentino. Algunas de esas personas tienen doble nacionalidad.
“Particularmente toda la Argentina sabe la necesidad que hay y por ahí una manera de frenar que ellos vengan para acá y habiendo necesidad imperiosa es que se decidió hacer esta pequeña colaboración”, dijo Daniel Campos, secretario de Gobierno de Salvador Mazza. Campos, quien está aislado dado que dio positivo para Covid-19, describió la crisis del vecino país: “a ellos ni siquiera les está llegando medicación del lado de Bolivia y la gente llega a nuestra localidad a comprar medicamento y las ventas están condicionadas para no desabastecer la farmacias”, dijo.
Sin embargo, no se pudo establecer de dónde provinieron los tubos que se prestaron al hospital de Yacuiba. Si bien la Municipalidad de Salvador Mazza informó que eran del Hospital local, el vocero de esta institución, Héctor Quiroga, lo negó ante la consulta de Salta/12. “Yo creía que era solo el transporte de los tubos de oxígeno”, dijo. E indicó asimismo que nunca se solicitó a Bolivia desde el Hospital ningún préstamo de estos elementos, dado “que estamos abastecidos con 24 tubos de oxígeno”, y hasta ahora, aseguró, nunca tuvieron problemas.
Colapso en plantas de oxígeno
Reynaga Girón afirmó que la situación en Bolivia respecto al oxígeno es crítica porque “no hay muchas plantas y las que hay están colapsando”. Indicó que por ahora, con el fin de no sufrir un nuevo desabastecimiento están trayendo oxígeno todos los días”. Los viajes deben ser a Santa Cruz o Tarija e implican entre 8 y 10 horas de recorrido. Encima, en los cortes de vías y accesos “nos dejan pasar, pero hay que hablar mucho con la gente”. El funcionario detalló que “en este momento" tienen "50 tubos cargados, pero hay otros 50 vacíos", pero "ya está viniendo otro camión con tubos recargados”.
“A la carreta hay que jalarla entre dos, y acomodar la carga en el camino para no colapsar ni tener problemas a futuro”, reflexionó al plantear la necesidad de no entrar en peleas entre ambos países cuando se trata de la salud.
Campos, por su parte, evaluó que Salvador Mazza hizo hasta ahora un buen manejo de la situación. En la localidad se cuentan un poco más de 40 contagios con el coronavirus. Es la primera ciudad de la frontera en el departamento San Martín. Sin embargo, la que terminó con circulación comunitaria fue la cabecera departamental, Tartagal, en donde los casos acumulados llegaban a 455 hasta la víspera. Del otro lado de la frontera, en tanto, Yacuiba ya está llegando a los 800 positivos confirmados.
“Somos los que estamos con más riesgo. Porque la actividad neta de Bolivia es el comercio”, dijo Campos al sostener que se controló en la medida que se pudo. La consecuencia fue, sin embargo, que muchos agentes de las fuerzas de seguridad terminaron infectados. Para dar una idea del riesgo que corren en estas tareas, el funcionario municipal contó que en un procedimiento antinarcóticos se detuvo a 19 personas, todas dieron positivo para la Covid-19.
Lejos de las acciones que tienen que ver con lo delictivo, Campos recordó que siempre “hubo un buen vínculo en lo sanitario con Bolivia”; recordó, como ejemplo, las acciones conjuntas que se hicieron en su momento a raíz de los brotes de dengue, cuando hubo colaboración desde el área de zoonosis.