El gobierno de Donald Trump endureció las restricciones para el acceso de la empresa china Huawei a tecnología estadounidense, en un nuevo capítulo de la escalada política entre las dos principales potencias del mundo. Con esta nueva sanción, Estados Unidos le bloquea al gigante tecnológico el acceso a chips y otras tecnologías. El Departamento de Comercio agregó a 38 filiales de Huawei en todo el mundo a su lista negra, bajo el pretexto de que la empresa utiliza a sus subsidiarias para evadir las sanciones que impiden la exportación de tecnología estadounidense. "La Administración Trump ve a Huawei por lo que es, un brazo del Estado de vigilancia del Partido Comunista Chino", aseguró el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Las nuevas restricciones se fundamentan en la expansión de una ley que, según la Casa Blanca, va a impedir que el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones venda chips a través de una producción alternativa o con herramientas adquiridas en Estados Unidos. Es una prohibición más que se suma a Huawei, que el año pasado fue incluida en la lista negra del Departamento de Comercio, una medida que en los hechos impidió a las empresas estadounidenses venderle componentes a la compañía asiática.
"No toleraremos los esfuerzos del Partido Comunista Chino para socavar la privacidad de nuestros ciudadanos, la propiedad intelectual de nuestras empresas o la integridad de las redes de próxima generación en todo el mundo", argumentó Pompeo a través de un comunicado. El secretario de Estado agregó que las medidas "buscan proteger la seguridad nacional de Estados Unidos, la privacidad de sus ciudadanos y la integridad de la infraestructura 5G de la influencia maligna de Beijing".
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, indicó por su parte que Huawei y sus filiales "han utilizado a terceras partes para emplear tecnología estadounidense de una forma que socava la seguridad nacional de Estados Unidos y su política exterior". El gobierno de Trump prohibió a Huawei el uso de las redes inalámbricas 5G en Estados Unidos y presionó a sus aliados para que hagan lo mismo. Estados Unidos sostiene que el gigante tecnológico es un riesgo para la seguridad nacional debido a sus vínculos con Beijing.
Las sanciones afectan a las filiales de Huawei en 21 países, entre los que se cuentan China, Brasil, Argentina, Francia, Alemania o Gran Bretaña. Estas nuevas restricciones se producen en sintonía con un aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China, debido a las acusaciones de Washington de que las empresas chinas son utilizadas para el espionaje. Pese a los embates estadounidenses, Huawei se convirtió en el mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes en el último trimestre.