Juntos por el Cambio promovió esta convocatoria en medio de la pandemia, pero quiso disimularla detrás de los medios macristas. Desde hace más de un mes Clarín, La Nación y las radios y canales macristas han publicitado los actos junto con videos de Luis Brandoni y Maximiliano Guerra en las redes, pero los dirigentes de Juntos por el Cambio se preocuparon por subrayar que ellos no convocaban y que algunos estaban de acuerdo y otros no. A último momento apareció un comunicado de Patricia Bullrich como presidenta del PRO haciéndose cargo de la convocatoria.
Mucha gente se apiñó en los distintos actos sin barbijos o con los barbijos mal puestos lo que seguramente provocará un fuerte salto en la curva de contagios y muerte. Brandoni con Hernán Lombardi se manifestaron en una esquina secreta porque solamente había cinco personas al contrario que en los puntos que se habían difundido, donde todos se apiñaron.
La ambigüedad de convocar a un acto y negarlo deja sueltos varios interrogantes. Es inocultable que la convocatoria proviene de Juntos por el Cambio. Fueron las mismas consignas de todos los actos de Juntos por el Cambio. Después del video que hizo circular, Brandoni dijo cínicamente que era una convocatoria “de la sociedad”.
Más allá de la deshonestidad intelectual de hacer algo y negarlo, tiene que haber una intención para ese ocultamiento. Es evidente que la curva de contagios se incrementará y la cantidad de infectados puede llegar a desbordar el dispositivo sanitario. Crecerá la cantidad de enfermos y muertos y los responsables estarán entre los que convocaron a esta marcha totalmente insalubre.
Hubo escenas de odio como en todas las marchas de Juntos por el Cambio y cuando los cronistas de C5N quisieron entrevistar a los manifestantes, los rodeó un grupo de provocadores que los obligó a encerrarse en un corralito desde el que no podían hablar con nadie. Los demás canales no mostraban ninguna de estas escenas violentas que caracterizaron la marcha.
Muchos de los que convocaron no se hacen cargo de la convocatoria. Esa base de ambigüedad y deshonestidad, la carga de odio, el desconocimiento de las causas de la protesta por parte de los manifestantes caracterizaron este acto clandestino de la oposición. Demuestra también que los medios macristas han desinformado en temas como la Mesa Judicial, el aparato de espionaje montado por la AFI con el macrismo y sobre la problemática mundial con respecto a la epidemia.
La convocatoria buscó montarse en el cansancio de la sociedad por la epidemia, para motorizarla en la oposición a la reforma judicial. “No puede haber una Justicia a medida del gobierno”, dijo Patricia Bullrich en un videíto que filmó en los dos minutos que se bajó del auto. Pero el gobierno que creó este problema de una justicia a su medida fue el de Mauricio Macri que designó jueces de manera irregular y expulsó a otros, según su conveniencia.
Lo que tenían en común las personas que fueron entrevistadas era el odio desaforado contra Cristina Kirchner y el peronismo. Y había muchos que protestaban porque la cuarentena “restringe las libertades”. La base de los argumentos en la mayoría fue la cuarentena como fuente de todos los males. Con razón, alguno dijo que el cansancio obedecía a que la cuarentena se había declarado en forma muy temprana. Pero no dijo que gracias a ese motivo, Argentina tiene uno de los índices de mortandad más bajos del mundo.
La pandemia no fue el único tema. Hubo desde defensores de los genocidas de la dictadura, hasta un arquitecto que negó que exista la pandemia, pero al mismo tiempo exhortó a que se condene a China por haber soltado el virus.
Vale detenerse en la actitud de este hombre que respondió tranquilo y autosatisfecho y afirmó desde su saber de profesional, que la letalidad del virus es baja y que no excede al índice de mortandad que hay en esta época del año en todo el mundo. Su sabiduría superior de profesional universitario ignoró que se desbordaron los sistemas sanitarios de los países más ricos y se paró la economía mundial y que en la mayoría de los países se tomaron medidas como la cuarentena. También ignoró la contradicción que implica decir que algo no es peligroso y después decir que es necesario castigar al que soltó algo que no es peligroso.
El hecho de que Juntos por el Cambio tuviera que hacer esta marcha que pone al conjunto de la sociedad al borde de una crisis sanitaria de la que será responsable, da una idea de la importancia que le otorga a su control sobre Comodoro Py.
Y San Martín, pobre, cuyo nombre usaron en algunas de las consignas de la convocatoria, no figuró en ninguna declaración ni en la cabeza de los manifestantes.