La cacica de El Trementinal de la Comunidad del pueblo Ava Guaraní Tape Iguapegui, Natali Vásquez, denunció que ciudadanos bolivianos, con los que tienen un histórico conflicto ya que han tomado parte del territorio originario, ahora les cerraron un camino vecinal de acceso al río Tarija en el lado argentino.
Vásquez manifestó que la semana pasada cuando junto a miembros de la Comunidad fueron a pedir que les dejen usar el agua, fueron apuntados con arma de fuego por uno de los hombres que quedó en el lugar. El abogado Hernán Mascietti, en representación de la Comunidad, realizó una denuncia virtual en la web de la Fiscalía de Derechos Humanos, por "usurpación, abuso de armas e intento de asesinato". Explicó que intentó radicarla en la Policía de Orán pero no estaba el oficial encargado.
"Esto viene de hace años. Fuimos para poder tener paso al río Tarija porque subsistimos de esa agua para lavar, para los quehaceres de la casa y para los animales. Cuando se seca el agua del Bordo, también usamos esa agua para consumo humano y ya se viene el tiempo de sequía. Un hombre del que solo sabemos que se llama Emilio nos apuntó con la pistola, nos dijo que no tenemos nada que hablar con él, que el patrón le encargó que no deje pasar a nadie", relató Vásquez.
La cacica manifestó que les pusieron portones con llave y electricidad en el camino por el que tenían acceso al río. Explicó que hay otra forma de acceder pero es peligrosa: "hay que pasar una laguna, es difícil porque hay muchos yacarés y es un pantano". El agua del río Tarija "es para los dos lados, de Bolivia y de Argentina. Ellos se creen dueños del río también", expresó. El río baña ambas costas, porque es precisamente el límite internacional entre los países.
El río Tarija nace en el departamento de Tarija, en Bolivia, de la confluencia de los ríos Nuevo Guadalquivir y Camacho. Tiene una longitud total de 184 kilómetros en dirección norte-sur-este hasta su confluencia con el río Itaú y pasa a formar el río Grande de Tarija en la frontera boliviano-argentina.
El paraje El Trementinal se encuentra en jurisdicción del municipio de General Mosconi, en el límite de la frontera con Bolivia. Vásquez explicó que en la zona además hay otras 3 comunidades guaraníes que habitan en 12 parajes. La comunidad originaria del Pueblo Ava Guaraní Tape Iguapegui tiene personería jurídica registrada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y está asentada en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RENACI). La ubicación geográfica mantiene a habitantes de estos lugares aislados de las ciudades y eso ha empeorado con la pandemia, dado que los caminos de acceso son a través de territorio boliviano.
Límites que se corren
Vásquez contó que desde 1994 aproximadamente empezaron a tener problemas con ciudadanos bolivianos que cultivan caña de azúcar al costado del río Tarija y están tomando parte del territorio argentino, que es de ocupación ancestral de estas comunidades indígenas. Pese a las denuncias que hicieron, Vásquez dijo que las autoridades no han resuelto el problema.
El Trementinal tiene un conflicto con Horacio Cruz, de nacionalidad boliviana, la cacica dijo que este hombre empezó a llevar más gente "a marcar donde está vacío". "Se meten sin permiso. Ellos desmontan y desmontan, el río se desborda y afecta a las casas y sembradíos. Dejan al río sin defensa. Deberían respetar también. Solo les importa la buena producción, y no viven aquí", narró. Detalló que los miembros de la Comunidad saben donde está cada mojón que se estableció para señalar la línea divisoria entre Bolivia y Argentina. "Si esto sigue así nosotros vamos a terminar quedando en Bolivia", aseveró.
"Cuando el encargado que dejó Cruz me apuntó con un arma. Yo le dije que me mate. Fuimos como cincuenta de la Comunidad. No iba a matar a todos", expresó la mujer. Ante la falta de respuestas de las autoridades argentinas, Vásquez advirtió que pueden ocurrir otros hechos de violencia, dijo que se consideran en peligro y por eso tratan de acompañarse cuando deben salir. "En cualquier momento van a terminar con la vida de una persona. Nos vamos a morir y nadie se va a preocupar por nosotros". Recordó que antes ya fueron amenazados con machetes y que les matan a vacas y chanchos que crían.
"El intendente de General Mosconi, Isidro Ruarte, nunca vino a dar la cara ni a decirnos que nos va a ayudar con algo. Vi una publicación un día donde desde el municipio decían que nosotros producimos caña de azúcar. Cuando son de la gente de Bolivia que vienen, se posesionan y no los sacás mas", manifestó la cacica. Cuando ante otra denuncia llegó Gendarmería Nacional al lugar, Vásquez indicó que no encontraron nada y se fueron.
Mascietti, representante legal de la Comunidad, dijo que informó de esta situación al INAI y a la delegada de Salta de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación, María Martínez Morales Miy.
En la denuncia penal, Mascietti dejó asentado que el jueves 13 de agosto de 2020, un hombre de nombre Emilio amenazó de muerte a los miembros de la Comunidad, a los que dirigió insultos discriminatorios, "chiretes, chauancos, indios de mierda". "Este hombre de nacionalidad boliviana, se presenta armado y apunta a los rostros de los integrantes de la comunidad. Le contestaron que tire y, alejándose, dió disparos sin mirar contra los cuerpos de los pobladores (...) este hombre se encontraba en tierras georreferenciadas según carpeta del INAI y e Instituto Provincial de los Pueblos Indígenas de Salta (IPPIS)", precisó.
Mascietti explicó que la plantación de caña de azucar es tomada por la comunidad como un acto de"invasión" en el territorio sobre el que tienen ocupación tradicional. La cacica dijo que por otro lado a ella la denunciaron en Bolivia, por "atropello, saqueo e incendio de cañaverales", después del incidente de la semana pasada.
Además del aislamiento por la pandemia, Vásquez, planteó que en octubre les aislarán las lluvias "se nos vienen tiempos difíciles, no se podrá salir". Antes de las restricciones sanitarias solían hacer compras en la ciudad boliviana de Bermejo, por donde llegaban a Orán, la cacica dijo que cuando empezó la cuarentena y se establecieron prohibiciones dejaron de hacerlo. Solo pueden abastecerse en Orán, y para llegar hasta allí deben realizar por caminos en muy malas condiciones, y atravesando dos ríos. "Nosotros para ir a comprar tenemos que salir a la ruta 144, vamos hasta la junta del río Tarija con el Bermejo. Hasta el río vamos a caballo y de ahí un docente nos lleva a Orán en su vehículo. Él nos ayuda a transportar la mercadería, con él vamos y volvemos. Podemos demorar hasta 4 días en ir y volver, depende del tiempo", relató la mujer.
"Hace poco nos falleció un chico de 18 años porque no teníamos posibilidad de salir, intentamos llevarlo por un camino pero no pudimos llegar a Orán para que reciba atención médica", recordó. Pidió a las autoridades que intervengan ante las problemáticas que atraviesan, que son ya históricas pero se agravan con el aislamiento ante la pandemia de Covid-19. En El Trementinal viven 30 familias, alrededor de 97 personas que ahora encuentran dificultades de acceder al agua "para lavar, regar o darle a los animales".