Con la consigna de "prevenir femicidios", el recuperado club Cóndor, con su espacio de género, junto a organizaciones feministas y barriales, se manifestaron ayer en los Tribunales Provinciales contra la escalada de violencia machista. Lo hicieron a partir del caso de Melisa, una mujer de 33 años que hace meses vive un calvario ante permanentes hostigamientos de su ex pareja, mediante acoso y diferentes amenazas. La preocupación tiene que ver con que Nicolás R. incumple una prohibición de acercamiento y ya tiene antecedentes violentos: en 2017 fue imputado por hechos cometidos contra otra mujer de la ciudad de Pérez, que terminó internada con el 25 por ciento del cuerpo quemado. "Si la Justicia no acciona, nosotras reaccionamos", aseguraron en la convocatoria. 

Hace nueve meses que Melisa no tiene paz. Cansada de los amedrentamientos y persecuciones de R., hizo una publicación en redes sociales que fue compartida unas 119 mil veces, en la que relató cada una de las agresiones, actos de acoso y amenazas de su ex: huevazos en su ventana, obstáculos para entrar o salir de su casa, cortes de luz hasta seis veces por día, llamados, molestias a sus familiares, amigas y compañeras de trabajo, mensajes e insultos por sus redes sociales, son algunas de las cosas que relató la joven en su perfil de Facebook, el mes pasado.

Pero esa no fue la primera vez que habló, en junio hizo una presentación en la Justicia y más de un mes después --cuando se viralizó su publicación-- le llegó un botón de pánico. Actualmente, la causa está en manos de la fiscal María Teresa Granato. Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) se indicó que hay ordenadas rondas policiales. Sin embargo, les manifestantes aseguraron que el acusado no cumple la prohibición de acercamiento y cada vez que Melisa avisa al 911, él logra huir antes de la llegada del personal.

La movida, que se presentó como la "primera movilización en Argentina para prevenir femicidios", surgió del espacio de mujeres La palabra liberada, del club Cóndor. Nicolás Ferela, presidente de la entidad, relató a este diario que hace dos meses tomaron conocimiento de la situación por la que Melisa "vive aterrada". "La tuvo que hacer pública, porque desde noviembre viene denunciando la violencia, el acoso y la persecución por parte de su expareja. Lo hizo cansada de no tener respuestas de la Justicia. Nosotros la estamos acompañando con un equipo, pero entendemos que su caso no es un hecho aislado, sino que esto va a seguir pasando si no hay respuesta. Entendemos al club como un espacio de organización y para reclamar que se cumplan los derechos", dijo.

El asesor legal del club, Nahuel Jane, planteó que lo que les llamó la atención para acompañar a Melisa fueron "básicamente los antecedentes del agresor", quien ya tuvo una causa por violencia de género que cerró en un juicio abreviado a tres años, tras el cual recuperó la libertad, según indicaron desde el MPA. "Notamos que la violencia es una espiral que puede arrancar con un insulto y en muchos casos puede terminar en un femicidio, y esto es lo que queremos evitar. El órgano judicial debe actuar ante situaciones de aviso. Las restricciones de acercamiento deben cumplirse y esta persona la hostiga, se le presenta y hay varios elementos que lo incriminan. Pedimos que se avance para que esto cese. En ninguno de los casos de violencia de género la restricción opera por sí sola. El órgano judicial debe hacer que se cumpla esta medida. Con todas las constancias que existen se debe actuar", instó.

Imputado. Un comerciante de 30 años quedó en prisión preventiva luego de ir a la casa de su ex pareja, en barrio Matheu, tocar bocina sin parar, bajar con una pistola y disparar, poniendo en riesgo a dos personas del lugar. Minutos después volvió y tiró varias veces al frente de la casa de los vecinos. La abogada Evelyn Quain dijo en LT8 que las víctimas "escucharon bocinazos, salieron a pedir silencio y se encontraron con un sujeto que les respondió con balas”. La letrada relató que el caso tuvo que ver con una situación de violencia de género. Cuando el agresor fue allanado en 3 de Febrero al 1400 se le secuestraron armas, municiones y un chaleco balístico. El fiscal de Investigación y Juicio Mariano Ríos le imputó tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego de guerra, tenencia ilegal de arma de uso civil. Además, le endilgó las amenazas coactivas contra su ex novia.