Autoridades, líderes y lideresas de las religiones y espiritualidades presentes en Brasil, emitieron una declaración "multirreligiosa" en medio de la crisis de la covid-19 haciendo un llamado "a la sociedad brasileña a movilizarse para construir un futuro mejor" , para pedir cuidar mejor "de nosotros mismos y de nuestro planeta" y "que los más pobres y vulnerables sean recibidos en primer lugar". El documento que, sin aludirlo expresamente, sale al cruce de las manifestaciones públicas del presidente Jair Bolsonaro, no ha tenido amplia difusión en el Brasil a pesar de que lleva la firma de importantes responsables de iglesias y comunidades religiosas de ese país.
En el texto se reclama también "superar el racismo y cualquier otro tipo de discriminación y prejuicio" y, en lo que puede leerse como un señalamiento a lo que está ocurriendo en el escenario político, se solicita "buscar formas de renovar nuestra democracia para que la dignidad humana no sea una deuda del pasado, sino una garantía del presente y del futuro que queremos construir para todos los brasileños".
Esta declaración multirreligiosa mantiene un tono similar a otras manifestaciones ya conocidas de obispos católicos. A comienzo de este mes 152 obispos católicos emitieron un documento colectivo criticando las medidas adoptadas frente al coronavirus
, en el que apuntaron directamente contra el presidente por sus decisiones y cuestionaron el rumbo político y económico del gobierno al que en esa ocasión calificaron de "inepto" e "incapaz".
Ahora los dirigentes de diferentes religiones comienzan por admitir que "Brasil se enfrenta a una de las mayores crisis sanitarias, económicas y sociales de su historia, una crisis de graves proporciones" y que "a medida que sigue aumentando el número de hombres y mujeres infectados por el nuevo coronavirus, también aumenta nuestra percepción de que esta pandemia continuará con nosotros durante más tiempo del que habíamos imaginado". A pesar de ello expresan su optimismo en la reconstrucción de "nuestras vidas, nuestra economía y nuestro planeta para que sea más resistente, solidario y sostenible".
El documento lleva la firma del obispo Joel Portella Amado, de la Conferencia Nacional de los Obispos católicos de Brasil (CNBB), de la pastora Romi Bencke, del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, del reverendo Áureo Oliveira de la Alianza Cristiana Evangélica Brasileña, del rabino Michel Schlesinger de la Confederación Israelita de Brasil, de Nivia Dias de la Alianza de los Bautistas de Brasil, del sheikh Mohamad Al Bukai de la Unión Nacional Islámica y de Agbagigan Everaldo Duarte del Instituto Nacional de la Tradición y Cultura Afro-brasileña.
"Queremos pertenecer a sociedades justas, con democracias fuertes, sin desigualdades económicas, sociales o raciales" sostienen los firmantes asegurando que "no dejaremos a nadie atrás". Y en lo que puede entenderse como una nueva alusión a las actitudes del presidente Bolsonaro los líderes religiosos señalan que "si bien la ciencia y la precaución no permiten la flexibilidad" hemos visto "actitudes que contradicen el sentido común y las recomendaciones de los especialistas en salud pública", con lo cual "las pérdidas y el duelo se han vuelto más frecuentes y surgen muchas preguntas incómodas para cada uno de nosotros, individuos y sociedad".
Contradiciendo a quienes niegan la gravedad de la situación y se oponen a las medidas de aislamiento sanitario los dirigentes que representan a diferentes religiones y espiritualidades dicen estar "juntos para dar la bienvenida a todos en este momento de vulnerabilidad, dolor, desorientación y sufrimiento" pero que "como líderes religiosos, esperaremos el momento en que la ciencia indique que podemos estar juntos y seguros". Hasta entonces, señalan, "permaneceremos unidos y protegidos en nuestros hogares y en nuestros corazones".
Con ese sentimiento, agregan, "queremos afirmar con nuestras voces unidas que la vida siempre es lo primero y no podemos dejar a nadie atrás, independientemente de su clase, raza/etnia, género, edad, lugar de residencia, etc." porque "es hora de construir hogares, comunidades y una sociedad unida, llena de alegría y oportunidades para todos, que emanan del compromiso con la paz, la compasión y el cuidado de los demás, especialmente los más vulnerables, sin olvidar valorar la diversidad de nuestras personas y fortalecer nuestros vínculos de sustentabilidad con aire y agua limpios, cuidar la tierra, el clima y nuestros bosques".