El expresidente Rafael Correa formalizó su candidatura a la vicepresidencia de Ecuador , en una fórmula encabezada por el economista Andrés Arauz, la joven apuesta de la coalición Unión Nacional por la Esperanza (UNES). "El país vive uno de los momentos más duros de su historia. Hicieron mucho daño. Han destruido las escuelas, los caminos, la salud, la transparencia, la dignidad, la soberanía, pero no han logrado destruir nuestra esperanza. Vamos a rescatar a Ecuador de las ruinas", afirmó Correa en la presentación del binomio, que debió realizarse de manera virtual debido a las restricciones propias de la pandemia de coronavirus. Tal como anticipara Página/12 , el espacio político del ex presidente de Ecuador confirmó la candidatura vicepresidencial de Correa para las elecciones de febrero de 2021.
A pesar de mostrarse esperanzados por esta nueva posibilidad que se le abre al progresismo en la región, la denuncia por corrupción que pesa sobre el expresidente ecuatoriano y la llamativa obligación de inscribir su candidatura en el país siguen siendo elementos que preocupan al movimiento de izquierda."Aquí estamos, pese a todos los inmorales obstáculos para impedirnos participar", dijo en la presentación de la fórmula presidencial el flamante candidato a vice, Rafael Correa. "Vamos a rescatar al país de las ruinas en las que lo ha dejado el peor gobierno de la historia. Sin odio pero con memoria. Quisieron enterrarnos sin entender que somos semilla. No pierdan su tiempo, no podrán derrotarnos”, agregó Correa, ya metido de lleno en la campaña.
Aires de renovación
Si bien el expresidente dijo no haber buscado ni deseado esta nueva candidatura, aseguró que decidió aceptarla "por ese sueño colectivo que llamamos Revolución Ciudadana", el nombre con el que fuera bautizado su gobierno entre 2007 y 2017. Para llevar adelante este nuevo proyecto, Correa destacó que el país "exige rostros nuevos" y un claro ejemplo de esa juventud es el candidato a la presidencia, Andrés Arauz , a quien "nadie le regaló nada" y consideró "uno de los jóvenes más brillantes" que conoce con una "inmensa y exitosa experiencia". El joven economista ocupó varios cargos del gabinete de Correa, además de haber sido ministro de Cultura y director del Banco Central durante parte de su mandato.
"Seremos constructores y albañiles para reconstruir nuestro país", afirmó Arauz, quien agregó que las prioridades de su gobierno serán enfrentar la emergencia sanitaria, salir de la crisis económica, recuperar las instituciones democráticas y retomar la senda del desarrollo. "Tenemos un sistema de salud publica que se está destruyendo. La pandemia fue aprovechada para robar medicinas, repartir hospitales y saquear los bienes de todos. Se aprovecharon de la pandemia para sacar los dólares que necesita Ecuador para pagar anticipadamente la deuda externa que se debía pagar en 2022 y 2023. ¡Esto me indigna!", exclamó Arauz, quien también tuvo tiempo para disparar contra el presidente Lenín Moreno: "Jamás traicionaré a la Revolución Ciudadana. Yo sí tengo conciencia histórica".
El economista de 35 años también cuestionó el reglamento de inscripción de candidaturas que exige a los precandidatos que se presenten personalmente ante el Consejo Nacional Electoral. El propio Arauz presentó en julio un recurso ante el Tribunal Contencioso Electoral para suspender la nueva norma y exigir que se pueda hacer en un consulado, como sucedía antes. "Esto está dedicado a impedir la candidatura de Rafael Correa. Tenemos firma electrónica, videoconferencia, notarios, consulados. Con estas herramientas vamos a inscribir a Rafael Correa como vicepresidente", replicó el futuro candidato presidencial de la izquierda ecuatoriana en la presentación vía Zoom.
"Con Andrés trabajamos juntos y no tengo la más mínima duda de brindarle mi apoyo. Está capacitado para resolver el principal problema de los ecuatorianos: la recuperación del crecimiento económico. Ese eje nos llevó a elegirlo como candidato", aseguró en diálogo con este diario el asambleísta Pabel Muñoz . "Sintoniza muy bien con la juventud, un dato no menor dado que la gran mayoría del electorado ecuatoriano está por debajo de los 40 años. Representa los principales valores del correísmo pero además tendría la capacidad de seguir sumando por afuera", sostuvo por su parte Alfredo Serrano Mancilla, director del Celag.
Para Franklin Ramírez, sociológo y profesor de FLACSO Ecuador, la elección de Arauz es una vuelta a los orígenes de la Revolución Ciudadana ya que "conlleva una visión heterodoxa centrada en experimentar con distintos instrumentos de la economía pública para dinamizar el desarrollo en una economía dolarizada". Ramírez sostuvo que la decisión de sumar al exdirector del Banco Central constituye "una apertura hacia cuestiones que en la cabeza de Correa y en su comprensión del mundo estuvieron cerradas durante mucho tiempo, como los temas de la agenda feminista o el tratamiento de las diversidades. De todas formas, el académico ecuatoriano reconoció que hubiera preferido una "mayor ampliación del espectro correísta".
La amenaza judicial
Hasta este lunes no quedaba claro si Rafael Correa se presentaría como parte de la fórmula presidencial del progresismo ecuatoriano. El expresidente, quien tras terminar su mandato en 2017 se mudó con su familia a Bélgica, país del que es oriunda su esposa, fue condenado en segunda instancia a una pena de ocho años de cárcel por un caso de corrupción durante su gobierno.
Su defensa presentó el pasado siete de agosto, en Quito, un recurso de casación ante la Corte Nacional de Justicia contra dicha condena. Es el último recurso legal que le queda a Correa, antes de que la sentencia quede firme. De ser ratificada en tercera y última instancia, el exmandatario estaría impedido de volver a participar en la política de su país dado que la condena es por cohecho.
Franklin Ramírez es poco optimista de cara a ese escenario. "La elección del binomio hay que tomarla como una elección provisoria. Hay un nivel de acoso institucional sobre la Revolución Ciudadana que vuelve imposible dar por fijados los escenarios institucionales y políticos para la toma de decisiones estratégicas. Hasta la semana pasada el movimiento estaba suspendido del registro electoral y todavía podría ser directamente eliminado", aseguró. "Estoy convencido de que Correa no va a poder candidatearse a nada, ni siquiera como asambleísta. Es muy impensable que las elites se lo permitan", agregó tajante el sociólogo ecuatoriano.
"Lo de Correa es un verdadero test para la democracia ecuatoriana, después de haberle arrebatado dos veces las siglas al correísmo y habiendo encontrado esta opción de presentarse como candidato a vice a través de un acuerdo con otras siglas", aseguró en ese sentido Serrano Mancilla. "Ellos tienen una obsesión y es impedir la participación política de Rafael Correa. Su obsesión es tan grande como la nuestra de mantenerlo como candidato", advirtió por su parte Pabel Muñoz. El exministro de Planificación y Desarrollo ecuatoriano confesó que, en caso de que las derivas judiciales compliquen las posibilidades de Correa, activarán el "plan B, C, o D, aunque eso no nos quita el deseo de que sigamos peleando el derecho a la participación de Rafael".