El Consejo Federal de Argentina contra el Hambre se reunió por segunda vez este martes, de forma remota. Convocados por el Ministerio de Desarrollo Social, empresarios, funcionarios, legisladores, rectores de universidades, representantes de organismos de derechos humanos, de movimientos sociales y de la Mesa de Enlace, se reunieron para evaluar los avances y pensar estrategias a futuro. En estos siete meses de implementación se ejecutaron 69.747 millones de pesos; el objetivo ahora será enfocarse en la producción de alimentos y la mejora de la calidad nutricional. “Hay un gran esfuerzo del Estado, de la enorme red social y del sector privado para asistir a once millones de personas que requieren asistencia alimentaria. No hay grieta en los barrios”, afirmó el ministro Daniel Arroyo.
Del encuentro participaron un amplio abanico de referentes entre los que se encontraban la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el empresario y conductor Marcelo Tinelli; el presidente de Caritas Argentina, monseñor Carlos Tissera; la exsenadora Hilda "Chiche" Duhalde; el presidente del Mercado Central, Nahuel Levagg; el secretario general de la UTEP, Esteban “Gringo” Castro, la cocinera Narda Lepes; la titular de AySA, Malena Galmarini; la directora de Unicef en Argentina, Luisa Brumana; Carlos Vila Moret de la Sociedad Rural; Carlos Ianizzotto de Coninagro.
La titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, presentó un informe sobre la ejecución presupuestaria que se necesitó para sostener la política y anunció que se comenzará a trabajar en comisiones sobre tres ejes: cobertura alimentaria, mejora de la calidad nutricional y producción de alimentos. “Celebramos este nuevo encuentro porque nos permite escuchar todas las voces y propuestas y al mismo tiempo rendir cuentas de lo hecho en estos siete meses, en el marco de lo que el Presidente definió como una política prioritaria para terminar con el hambre”, expresó. Arroyo detalló que lo harán "acercando a productores y consumidores, fortaleciendo la pequeña escala de producción y el programa Pro-Huerta”.
En diálogo con Página/12, Estela de Carlotto destacó que “más allá del aislamiento, esta mesa no dejó de trabajar. Todos los organismos presentes posibilitaron ayuda para los hogares más humildes del país". Para la presidenta de Abuelas "fue muy alentador porque confirma el propósito de solidaridad que tiene este gobierno con los más necesitados". Carlotto comentó que "la mayoría de los integrantes tienen una contribución formal y han hecho cosas directas para terminar con el hambre. Abuelas es un empujón moral de mujeres que luchamos por el bien común. Cuentan con nosotras".
"Valoramos la actitud de esta sociedad sana y comprometida. Creo que es la contracara de quienes hicieron la marcha el 17. La contracara del pueblo desmadrado y dañino es esta mesa que demuestra unidad y ánimo de seguir luchando”, reflexionó la referente.
Marcelo Tinelli dijo a este diario que “contra la grieta que proponen, y que es el negocio de muchos, la unión es lo que nos puede sacar adelante. Atender el hambre es muy importante”. El presidente del club San Lorenzo disertó sobre el trabajo interconectado que están realizando desde los clubes y el sector privado, y sobre el rol de la comunicación. También mencionó que desde el club colaboran con comedores del barrio 1-11-14 del Bajo Flores, donde asisten más de 5000 personas por día, y recordó que ofrecieron las instalaciones del club para realizar testeos de coronavirus a llos vecinos.
Desde Unicef, Luisa Brumana indicó que “las herramientas básicas para la mitigación de la pobreza están en marcha", y que "hoy la Argentina cuenta con un sistema de protección social más extendido”. Sin embargo, opinó que eso no es suficiente y que “al interior de la pobreza se observan disparidades que requieren políticas que complementen las medidas universales y tengan en cuenta la situación de niños que residen en hogares de una pobreza mayor”. Brumana celebró políticas tomadas por el Gobierno, como la tarjeta Alimentar, el bono extraordinario de la AUH y la implementación del IFE, y subrayó que “resulta clave mejorar la cobertura y las prestaciones para llegar a todos y que el valor de las mismas cubra, como mínimo, una canasta básica alimentaria”.
Esteban “Gringo” Castro, expresó que “la pandemia puso de relieve lo que deja el neoliberalismo: el hambre y la concentración de la economía en las ciudades". La propuesta de la UTEP es abrir un debate sobre ese tema: "Tenemos que pensar en nuevas ciudades para la producción de alimentos sanos”, afirmó.
Informe: Melisa Molina.