"El ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, es un testigo clave y debe declarar en el juicio sobre el Memorándum de Entendimiento con la República Islámica de Irán. No está formalmente acusado de nada". Con términos semejantes a éstos, el fiscal Marcelo Colombo despejó por primera vez el camino para resolver una de las cuestiones claves que tiene el caso del Memorándum, por cuanto toda la acusación por el tratado se había concentrado en si Cristina Kirchner y el fallecido canciller Héctor Timerman protagonizaron una jugada para levantar las órdenes de captura de Interpol contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado contra la AMIA. Sin embargo, Noble ha dicho en forma reiterada que esa acusación era falsa, que la denuncia que hizo en su momento Alberto Nisman era falaz y que ningún funcionario argentino hizo ninguna gestión para que levantaran las alertas rojas. En ese sentido, el fiscal Colombo pidió entonces que se avance hacia el juicio y ahora el tribunal oral deberá decidir si le toma declaración a Noble antes de iniciar las audiencias o lo realizará mientras se desarrollen el juicio.

Nulo

El abogado de Carlos Zannini, Mariano Fragueiro Frías, fue el que pidió la nulidad de toda la causa porque una de las querellas, alineada con una parte de la comunidad judía y con el abogado Tomás Farini Duggan como cabeza, avanzaba junto al juez Claudio Bonadio en acusar a Noble de ser cómplice del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en lo que sostienen fue un encubrimiento de los supuestos terroristas. De esa manera pretendieron evitar el testimonio del ex funcionario internacional. En su momento, Margarita Stolbizer denunció que Farini Duggan trabajaba para Cambiemos y fue contratado para perseguir judicialmente al grupo Oil.

Pretender que Noble fue un aliado de los iraníes es asombroso: el norteamericano fue 14 años secretario general de Interpol y antes de eso estuvo a cargo del Servicio Secreto de Estados Unidos. Fragueiro Frías afirmó que si Noble estaba acusado de cómplice todo el expediente era distinto y correspondía la nulidad de lo hecho anteriormente.

Testigo decisivo

Colombo contestó que, de manera formal, Noble no está acusado de nada y respaldó su testimonio en el juicio. En la misma línea, también la querella de la DAIA, que en su momento apoyó la acusación por traición a la patria contra CFK, presentó un escrito en el que no se objeta el testimonio de Noble. Quedó entonces en solitario la ofensiva del sector comunitario más duro contra Noble, aunque está estudiando toda la cuestión el juez Marcelo Martínez de Giorgi, que quedó a cargo del juzgado de Bonadio. El magistrado le pidió un informe a Interpol que provocará una larga demora.

Lo concreto es que con el dictamen de Colombo se da curso al testimonio de Noble y también el de Joel Sollier, el responsable legal de Interpol en 2013, la época del Memorándum. Es una obviedad que Sollier dirá lo mismo que Noble ya que las alertas rojas son facultad de los jueces, o sea que sólo podían ser levantadas por Rodolfo Canicoba Corral, el magistrado del caso AMIA, por lo cual el gobierno de CFK y el canciller Timerman no tenían la facultad de accionar sobre esas alertas.

Tribunal

La pelota queda ahora en la cancha del Tribunal Oral número 8 integrado por María Gabriela López Iñiguez, José Michilini y Daniel Obligado. Los magistrados resolverían los dos temas planteados a fines de agosto o principios de septiembre:

*Es casi seguro que rechazarán la nulidad considerando que no hay obstáculos para que declare Noble y que la causa no cambió porque el exsecretario general de Interpol no está formalmente acusado de nada.

*Habrá que ver si deciden tomarle declaración, antes del juicio, a Noble y Sollier. Ambos están en edad de riesgo y es posible que el tribunal decida no postergar esas declaraciones, tomándolas por videoconferencia. Noble vive en Dubai y Sollier en Francia.

*Hay un tercer tema que no está claro si se resolverá ahora. En algún momento, el TOF 8 deberá fijar la fecha de las audiencias. Por lo que se sabe van a tratar de evitar los tiempos electorales, de manera que cabe pensar en que sea antes de fin de año o a principios de 2021.

Nisman

La causa del Memorádum se inició en enero de 2015 a raíz de la denuncia que presentó Nisman, pocos días antes de morir, contra CFK y varios funcionarios y referentes políticos. La denuncia en sí misma, desorganizada, escrita a las apuradas y sin acompañar las pruebas, fue fuertemente criticada porque casi todos los referentes judiciales del país: León Arslanián, Julio Mayer, Raúl Zaffaroni, Ricardo Gil Laavedra. Todos sostuvieron que era una denuncia política contra un tratado aprobado por el Congreso Nacional, que nunca entró en vigencia y que no tuvo efecto jurídico alguno. De hecho, las alertas rojas siguen vigentes hasta hoy. De entrada, el juez Daniel Rafecas la rechazó por inexistencia de delito, un fallo que fue respaldado por la Cámara Federal. Sin embargo, el aparato de Comodoro Py, alineado con Cambiemos, armó una causa melliza, la puso en manos de Bonadio y el magistrado se despachó a gusto, al punto de ordenar la detención de Zannini, Luis D'Elia, Jorge Khalil, Fernando Esteche, Cristina Kirchner y Héctor Timerman. La expresidenta era senadora y por eso no fue apresada y a Timerman le impidió el viaje a Estados Unidos a continuar con su tratamiento contra el cáncer.

La causa fue elevada a juicio hace dos años, en agosto de 2018. Es, tal vez, la muestra más acabada de la persecución política perpetrada por el aparato judicial-político-mediático con sede en Comodoro Py y encolumnada de la manera más burda con el macrismo. Para colmo, tuvo el aliento de las derechas de Washington y Jerusalem, concentradas en poner en marcha un conflicto bélico con Teherán.