El santacruceño Lázaro Báez quedó nuevamente a un paso de la excarcelación después de cumplir cuatro años y cinco meses de prisión preventiva en una de las causas paralelas a la de lavado de dinero, llamada por los grandes grupo mediáticos como la Ruta del Dinero K, aunque no hay ningún Kirchner involucrado. Todo indica que la defensa de Báez presentará un seguro de caución entre este jueves y viernes y eso debería permitir que el constructor salga de manera inmediata del penal de Ezeiza. Sin embargo, el mismo tribunal que dictó la excarcelación, lo tiene con prisión preventiva en otro expediente paralelo a la misma causa, y no está del todo claro que el santacruceño recupere la libertad.
En caso de que se concrete la excarcelación, Báez podrá decidir su lugar de residencia, en el country de Pilar, otro lugar en Capital Federal o en Santa Cruz, pero tendrá una pulsera o tobillera electrónica y no se podrá mover fuera de un radio de 100 kilómetros del lugar que elija. Obviamente tiene prohibición de salida del país por lo cual se le seguirá reteniendo el pasaporte. Todo indica que Báez no se irá al sur dado que quiere seguir el juicio por la obra pública que se desarrolla en Comodoro Py y en el cual puede declarar en cualquier momento.
La Sala IV de la Cámara de Casación le había hecho una dura crítica al Tribunal Oral Número 4 (TOF 4)-Néstor Costabel, Jorge Gorini-Daniel Obligado- porque tres fiscales estuvieron de acuerdo en conceder la excarcelación a raíz de los cuatro años y cinco meses que el constructor ya lleva preso. La lógica indica que si la parte acusadora tiene esa postura los magistrados no debían ir más allá. En un detalle curioso de la resolución de ayer, los jueces le contestaron a la Casación y le dijeron que lo que dicen los fiscales no es vinculante porque el nuevo código procesal todavía no está en vigencia. La actitud del TOF 4 suena mucho a una manifiesta enemistad con Báez, aunque por supuesto tuvieron que acatar lo resuelto por el tribunal superior.
A eso se agregó otra controversia. El TOF 4 impuso una caución de 632 millones de pesos, producto de calcular en cinco millones y medio de dólares una parte de lo fugado. El tema es que los magistrados calcularon el dólar al valor del Mercado Electrónico, o sea a un valor virtualmente blue, que llevó la fianza a 632 millones de pesos. La Casación señaló que lo correcto, como en todos lo casos contemplados hasta ahora en la justicia, es que el cálculo se haga sobre la base del dólar oficial, según el Banco Nación. Eso lleva la fianza a 386 millones. También en este terreno, el TOF criticó a la Casación, algo muy poco habitual.
Los defensores de Báez, Elizabeth Gasaro y Juan Villanueva, argumentaron que el constructor tiene todos sus bienes embargados, de manera que el monto es imposible de pagar. Se está tramitando un seguro de caución. Pero, además, todavía no está del todo claro si van a poder efectivizar la excarcelación, porque la causa está subdivida. Por ejemplo, en un expediente aparte figura el caso del campo El Entrevero en Uruguay, que sería otra maniobra de lavado que se le adjudica a Báez y el constructor dice que ese campo no tiene que ver con él. También hay otro expediente relacionado con una empresa MyP, desde la cual se pagaron sueldos, y se consideró que fue otra forma de lavado. El fallo de Casación indica que todo se tiene que resolver de conjunto, que no puede ser un juego de matrioshkas, las muñecas rusas que van unas dentro de otras. El punto sustancial es que no existe peligro de fuga ni de entorpecimiento de investigaciones que hace rato se terminaron y, para colmo, Báez tiene factores de riesgo en cuanto a la salud, en el marco de la Covid-19.
En Comodoro Py y para Cambiemos, el de Báez es un caso emblemático. Por ahora tienen probado que le encontraron dinero en Suiza a nombre de sociedades constituidas en Panamá. El monto, en principio, son 35 millones de dólares. Pero ese hallazgo hasta ahora sólo lo emparenta con otros empresarios que se llevaron dinero al exterior sin declararlo, nada diferente, por ejemplo, a Mauricio Macri o a su hermano Gianfranco o a todos los que blanquearon sumas descomunales en 2016. El punto clave que le resultaba fundamental al aparato judicial-político-mediático es que Báez se convirtiera en arrepentido y que declarara contra Cristina Fernández de Kirchner. El constructor nunca lo hizo. Las maniobras de la AFI macrista fueron gravísimas, incluso copándole la defensa, extorsionando al constructor con la detención de sus hijos, difundiendo escuchas con su pareja, sometiéndolo a espionaje y otras jugadas semejantes.
Al cabo de los cuatro años y cinco meses de prisión, el episodio más reciente son las idas y vueltas con la prisión domiciliaria, la excarcelación y la fianza a dólar blue.