Las especies que habitaban la Tierra hace 395 millones de años se extinguieron por una supernova a 65 años luz del planeta. Así lo afirman científicos de la Universidad de Illinois en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Según el trabajo, la supernova acabó con el 85 por ciento de la vida en la Tierra entre los períodos Devónico y Carbonífero. Hasta ahora había varias teorías en danza sobre lo que pudo haber ocurrido entonces. Los científicos señalan que la teoría de la supernova es "la que más se acerca a los hechos que acontecieron".
"Las catástrofes terrestres, como el vulcanismo a gran escala y el calentamiento global, también pueden destruir la capa de ozono, pero la evidencia de ello no es concluyente para el intervalo de tiempo en cuestión", aseguró Brian Fields, jefe de la investigación. "En cambio, proponemos que una o más explosiones de supernovas, a unos 65 años luz de distancia de la Tierra, podrían haber sido responsables de la pérdida prolongada de ozono".
En rigor, una supernova es la explosión de una estrella que se puede ver a simple vista. De acuerdo a los investigadores de Illinois, la supernova produjo rayos radioactivos, de los que podrían quedar todavía restos en el planeta. El fin de las especies no habría sido por la radiación, sino por la falta de ozono, como consecuencia de los rayos. Así, habría habido una falta permanente de ozono que acabó con la vida.
De hecho, la investigación apunta que podría haber habido varias explosiones de supernovas en cortos períodos de tiempo. Habría una forma de comprobar la veracidad de la hipótesis: a través del hallazgo de los isótopos radiactivos plutonio-244 y samario-146 en las rocas y fósiles del momento de la explosión. Aunque hoy ninguno ellos se encuentre de forma natural en la el planeta y solo pueda llegar de una única manera: a través de explosiones cósmicas.
"Cuando ves plátanos verdes en Illinois, sabes que son frescos y que no crecieron aquí. Como los plátanos, los isótopos radiactivos plutonio-244 y samario-146 se descomponen con el tiempo. Entonces, si encontramos estos radioisótopos en la Tierra hoy, sabremos que son frescos y no de aquí, los plátanos verdes del mundo de los isótopos, y por lo tanto, las armas humeantes de una supernova cercana ", remarcó Fields.
"Para poner esto en perspectiva, una de las amenazas de supernova más cercanas hoy en día es la estrella Betelgeuse, que está a más de 600 años luz de distancia y muy fuera de la distancia de muerte de 25 años luz", señala la investigación sobre los riesgos de algo similar en este momento.
"El mensaje general de nuestro estudio es que la vida en la Tierra no existe de forma aislada", expresó Fields. "Somos ciudadanos de un cosmos más grande, y el cosmos interviene en nuestras vidas, a menudo de manera imperceptible, pero a veces con ferocidad", advirtió.