En siete días, el empresario de los casinos ilegales, David Perona, de 42 años, sumó su segunda imputación por supuesta “asociación ilícita” en dos causas que investigan las redes del juego clandestino en Rafaela. Está preso en ambas. En la primera, el viernes pasado, los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de Rosario lo imputaron como presunto “integrante” de la banda. Y ayer, los fiscales de Rafaela, Martín Castellano y Lorena Korakis, agravaron ese reproche penal, al considerarlo –en la segunda causa- como “jefe de la asociación” y atribuirle la calidad de “organizadores” a otros tres detenidos.

La pesquisa de Castellano y Korakis se aceleró el martes último con 39 allanamientos en Rafaela y poblaciones vecinas y la detención de 14 personas. Uno de los imputados es Perona, quien ya estaba preso por la causa de Rosario.

Ayer, en la audiencia imputativa ante el juez Javier Bottero, los fiscales de Rafaela endilgaron la autoría de los supuestos ilícitos a los 14 imputados, “en el marco de una asociación ilícita que operaba en Rafaela, Sunchales y la localidad de Ramona”. Hoy, se realizará la audiencia de medidas cautelares, en la que el fiscal Castellanos pedirá la prisión preventiva para todos los detenidos, según adelantó.

Perona y otros tres imputados –un socio de 47 años, otro de 42 y una mujer de 31 años- fueron imputados por supuesta “asociación ilícita en concurso real con organización, administración, operación y explotación de sistemas de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente”, dijo Castellano. A Perona “se lo investiga por ser jefe de la asociación, mientras que a los otros tres imputados en calidad de organizadores”.

El fiscal aclaró que a Perona también lo investigan “por el delito de violación de medidas antiepidémicas, a raíz de que incumplió en mayo de este año con lo dispuesto por el gobierno nacional en el DNU 297”.

“Los delitos que imputamos a doce de las 14 personas investigadas –siguió Castellano- fueron cometidos en el marco de una asociación ilícita constituida de manera estable, con suficiente organización y roles definidos”. “Realizaban actividades vinculadas a juegos de azar de forma clandestina y de manera habitual y continua. Trabajaban con un público indefinido y variado que concurría a establecimientos acondicionados para tales fines o que ingresaba a páginas web para disputar apuestas”.