El tercer largometraje de Ariel Rotter, La luz incidente, se consagró como el gran ganador en la 11a entrega de los Premios Sur, donde se impuso en seis de los trece rubros en los que había sido nominado, entre ellos el de Mejor Película y Mejor Director. También cosechó los galardones a la dirección de arte, fotografía y montaje, mientras que Marcelo Subiotto fue reconocido en la categoría Revelación Masculina. El film del director de Sólo por hoy y El otro superó ajustadamente al palmarés de Gilda, no me arrepiento de este amor, de Lorena Muñoz, que logró cinco estatuillas, entre la que se destacó la obtenida por Natalia Oreiro como Mejor Actriz, por su interpretación de la icónica figura de la música tropical fallecida en un accidente automovilístico en 1996.  

Entre las distinciones principales otorgadas por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, en una ceremonia realizada en el Centro Cultural Kirchner conducida por Karina Mazzoco, Oscar Martínez fue elegido como Mejor Actor Protagónico, gracias a la labor desplegada en El ciudadano ilustre, de Mariano Cohn y Gastón Duprat. 

Otra buena performance fue la lograda por Cómo funcionan casi todas las cosas, de Fernando Salem, que acaparó tres de las cuatro estatuillas por las que compitió, entre ellas la de Mejor Opera Prima; en tanto que Al final del túnel, de Rodrigo Grande, fue la gran perdedora de la noche al irse con las manos vacías, a pesar de estar incluida en ocho rubros.

Entre los actores secundarios se alzaron con premios Dady Brieva, por El ciudadano ilustre, único vencedor que no estuvo presente en la ceremonia, por lo que su estatuilla fue recibida por su compañera de elenco Andrea Frigerio, y Pilar Gamboa, por Cómo funcionan todas las cosas. En tanto, las actuaciones de Verónica Gerez en Cómo funcionan casi todas las cosas y del mencionado Subiotto en La luz incidente fueron reconocidas como las revelaciones del año.

La ceremonia se caracterizó por su tono austero, debido a que no hubo números artísticos ni premios especiales; por el medido tono del discurso de los ganadores, quienes en general sólo se limitaron a agradecer, y por cierta desprolijidad a la hora de mencionar a los competidores en cada rubro, que ante la falta de videos o de una locución en off, corrió por cuenta de los encargados de anunciar los ganadores y entregar las estatuillas. Esto provocó algunos equívocos, como nombres mal pronunciados, olvidos y, muchas veces, falta de emoción, y en todos los casos dependió del nivel de soltura de quienes subían al escenario invitados para realizar esta tarea.

Respecto de los discursos, sólo Francisco Márquez, quien junto a Andrea Testa ganó el premio al Mejor Guión Adaptado por la notable La larga noche de Francisco Sanctis, tomó como disparador el negacionismo del ex ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, para manifestar en alusión al terrorismo de Estado –tema que es abordado en el film– que los desaparecidos “Son 30.000” y que el plan de la dictadura cívico-militar “fue un genocidio”.

Además de las premiaciones, la ceremonia contó con un discurso de Axel Kuschevatzky, presidente de la Academia, quien presentó un dinámico video explicativo sobre la función de esta entidad. Entre otros pasajes, el directivo remarcó el final del prejuicio que existía en torno al cine argentino. “Es común encontrar en el top ten anual dos películas argentinas”, celebró Kuschevatzky, quien también señaló que “nuestro cine simboliza la democracia”. Y concluyó: “Vamos a seguir construyendo para seguir creciendo”.

Como suele suceder en cada entrega de premios, el momento en que se emite el video “In memoriam”, que recuerda a los fallecidos del rubro en los últimos doce meses, se constituyó en uno de los momentos más emotivos de la noche. En un pantallazo aparecieron destacadas personalidades de distintas disciplinas que tuvieron algún tipo de relación con el cine, como el caso del locutor Antonio Carrizo, los músicos Mariano Mores y Horacio Salgán, los escritores Alberto Laiseca y Ricardo Piglia, además de directores como Héctor Babenco y Eliseo Subiela, y actores como Amelia Bence, Salo Pasik, Irma Roy y Lucrecia Capello, entre otros.

Natalia Oreiro y el director Ariel Rotter demostraron ser los más emocionados con el reconocimiento recibido, lo cual se evidenció en el tono de sus discursos. “Ganar el premio no te convierte en mejor actriz, es una cuestión de suerte”, dijo Natalia Oreiro, mientras que Rotter comentó con sorpresa: “No me lo esperaba ni a palos” y “No entiendo cómo es el sistema de votación, qué pasó, en qué estaban pensando”.