Mal que le pese a Donald Trump, son varios los lazos que lo unen al detenido Steve Bannon . Dueño de una retórica profundamente nacionalista y reaccionaria, Bannon fue el estratega de la campaña electoral del presidente estadounidense en 2016. Por entonces asesor estrella de Trump, no se privó de fomentar campañas de odio desde el sitio del que fue director, Breitbart News, y de la compañía de la que llegó a ocupar la vicepresidencia, Cambridge Analytica . Como gesto de gratitud por los servicios prestados, a partir de 2017 pasó a ocupar un lugar en el medular Consejo Nacional de Seguridad. A Bannon se le asignó un papel importante en el diseño de las políticas antimigratorias del presidente y en la decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático. También fue el gran impulsor de la idea de intervenir militarmente a Venezuela. Pero tras cruces con distintos funcionarios de gobierno, fue desplazado del cargo. Bannon suele decir que su intención es impulsar en Estados Unidos a la "alt-right", una derecha alternativa. Terminados sus días en la Casa Blanca, intentó implementar ese modelo en Europa.
Nacido en 1953 en la ciudad de Norfolk, Virginia, Bannon se crió en el seno de una familia católica, irlandesa y de clase trabajadora. Durante su juventud ingresó al Ejército y pasó cuatro años a bordo de un buque destructor antes de conseguir una pasantía en el Pentágono. Formado en las universidades de Georgetown y Harvard, Bannon trabajó en Goldman Sachs antes de crear su propia firma de inversiones, y a fines de los noventa aterrizó en Hollywood, donde produjo películas y programas televisivos. Luego de dirigir varios documentales sobre el expresidente Ronald Reagan, el movimiento Tea Party y la republicana Sarah Palin, Bannon se hizo cargo en 2012 del sitio web de noticias de ultraderecha, Breitbart News.
El portal se posicionó como el transmisor perfecto de ideas misóginas, racistas y homofóbicas para una parte considerable de la población estadounidense. No le fue nada mal. En poco tiempo, se convirtió en el 29º portal más popular del país con millones de visitas por año, y uno de los más influyentes de Twitter y Facebook. En los años de reinado de Bannon, el portal llamó "judío renegado" a uno de sus comentaristas más críticos, comparó el trabajo de la organización que brinda atención de salud reproductiva, Planned Parenthood, con el Holocausto, publicó titulares como "La pastilla anticonceptiva las vuelve feas y locas" y videos en los que se preguntaba a la población si prefería que sus hijos fuesen feministas o tuvieran cáncer.
Con esos pergamios, Steve Bannon fue uno de los grandes operadores de la campaña 2016 de Trump. Aplicó la llamada Doctrina Breitbart: "Si quieres hacer cambios profundos en la sociedad, primero tienes que dividirla". Bannon, que llegó a ser vicepresidente de la cuestionada Cambridge Analytica en 2015, no desaprovechó esa oportunidad para diseñar una campaña contra la entonces candidata presidencial demócrata Hillary Clinton. Le bastó en buena medida con el viralizado slogan Defeat Crooked Hillary (derrota a la corrupta Hillary).
La influencia de Bannon en el partido republicano llegó a tal punto que en febrero de 2017 fue nombrado miembro del Consejo de Seguridad Nacional, donde Estados Unidos digita su política de seguridad interior y exterior, incluida la estrategia contra el terrorismo. Sin embargo, en abril de ese año fue desplazado por sus diferencias con varios asesores de la Casa Blanca, entre ellos Jared Kushner, yerno del presidente. Bannon se ganó el apodo despectivo del presidente, "Sloppy Steve" (el descuidado Steve), luego de la publicación de un libro que lo citaba sugiriendo que la reunión de Donald Trump Jr. con un abogado ruso durante la campaña electoral de 2016 fue potencialmente "una traición", según recordó The Guardian
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El proyecto supremacista de Bannon tampoco tardó en desembarcar en Europa . Reino Unido fue siempre una obsesión para el exasesor estrella de Trump. Se convirtió en uno de las grandes impulsores, desde Cambridge Analytica, del Brexit. En España, Bannon se reunió varias veces con dirigentes de la ultraderecha de Vox y llegó a estar cara a cara con el primer ministro húngaro, Víctor Orban, y el exministro del Interior italiano, Matteo Salvini. También fue invitado al decimosexto congreso del partido liderado por Marine Le Pen en Francia, Agrupación Nacional. El año pasado, el programa Axios de HBO recorrió un monasterio medieval en las afueras de Roma que el propio Bannon había alquilado para llevar a cabo, según sus palabras, un "campamento de entrenamiento de la derecha alternativa y populista".