En declaraciones a la Justicia el exdirector de la petrolera Pemex, Emilio Lozoya, embarró a los expresidentes de los partidos que históricamente se repartieron el poder en México. Lozoya detalló el reparto de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para la campaña electoral del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a cambio de favores durante su gobierno. Según el exfuncionario las coimas también se habrían utilizado para la compra de votos de legisladores del opositor Partido Acción Nacional (PAN). Aunque el que repartía el dinero era Lozoya, éste asegura que actuó bajo las órdenes directas de Peña Nieto y de su mano derecha, el secretario de Hacienda Luis Videgaray. La denuncia apunta también a los expresidentes Felipe Calderón (PAN), por corrupción en la compra de la planta Etileno XXI por parte de Pemex, y a Carlos Salinas de Gortari (PRI), quien presionó para lograr contratos para su hijo.
Lozoya se encuentra actualmente bajo un proceso judicial y declaró en carácter de arrepentido. El exfuncionario de 45 años dirigió Pemex entre 2012 y 2016. El pasado 17 de julio fue extraditado desde España para ser procesado por uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho. En ese marco es que declaró ante la Justicia mexicana. "Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray me indicaron en febrero del 2013, que se requería entregar montos importantes de dinero a la oposición para que ésta votara a favor de ciertas reformas estructurales", dijo el exfuncionario en su testimonio, filtrado a la prensa el jueves. El exdirector de Pemex informó que los entonces senadores del Partido Acción Nacional (PAN) Francisco García Cabeza de Vaca y Francisco Domínguez -hoy gobernadores de los estados de Tamaulipas (noreste) y Querétaro (centro), respectivamente- habrían recibido sobornos. Ambos, sin embargo, negaron las acusaciones.
Lozoya señaló en su declaración que también habría entregado poco más de seis millones de pesos (unos 300.000 dólares) al excandidato presidencial del PAN Ricardo Anaya, quien también negó la acusación. Además dijo que durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) se habrían dado condiciones ventajosas a la empresa Braskem, filial de la constructora brasileña Odebrecht, para la construcción de una planta petroquímica. Asimismo, el arrependido sostuvo que el expresidente Carlos Salinas (1988-1994) habría cabildeado para que uno de sus hijos recibiera proyectos de Pemex.