“Adolfo Rubinstein intenta buscar problemas en otra parte en vez de contestar lo que sucedió con un embarque de vacunas muy puntual que no fue distribuido y que no tiene ninguna explicación”, dijo la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, en respuesta al ex ministro --y luego ex secretario-- de Salud de Mauricio Macri, que quiso exculparse por dejar vencer más de dos millones de vacunas durante el gobierno anterior . “Fue una campaña orquestada”, afirmó Rubinstein. Luego aclaró que él “no estaba en la gestión” sino que “estaba el doctor Jorge Lemus”, y también culpó por la compra a Vizzotti, quien desde 2007 a 2016 fue jefa de la Dirección Nacional de Control de Enfermedades del Ministerio de Salud. El proceso de investigación acerca de las vacunas vencidas había comenzado en diciembre de 2019, con el cambio de gobierno, y recién este miércoles el ministro Ginés González García pudo avanzar con los trámites para la destrucción de las mismas.
Según Rubinstein, las vacunas que estaban abandonadas en un depósito de Constitución del Frigorífico Oneto se compraron “anticipando una temporada invernal difícil en 2017", y precisó que finalmente "la temporada fue más suave de lo previsto, por eso sobraron dos millones de vacunas".
Vizzoti resaltó que “las vacunas salieron de la Aduana y nadie las tocó hasta que se vencieron". Luego, la funcionaria aseguró que “se distribuyó el 65 por ciento de lo planificado y eso es 100 por ciento de la gestión de Rubinstein”. “Si él no estaba al tanto, es preocupante", dijo. Además, indicó que “él dijo que yo compré los dos millones de dosis demás de vacuna antigripal y eso es falso. En 2017 hice un pedido técnico de la misma cantidad de dosis que el año anterior. No tuvimos ningún pedido extra ni de las provincias, ni de la comisión nacional de inmunización, ni de los organismos de las obras sociales, ni de PAMI. Por lo tanto, hice el mismo pedido y eso aumentó después, cuando yo ya no tenía firma y cuando ya me habían desvinculado del Ministerio”.
El diario La Nación, al igual que Rubinstein, intentó relativizar la responsabilidad del gobierno anterior respecto de las vacunas no distribuidas: en una nota denunció que “el Estado compró 30 millones de vacunas antigripales entre 2010 y 2017 que no se aplicaron”. Vizzotti también desmintió esa información: “El Estado nacional distribuye las vacunas a las provincias que son las encargadas de aplicarlas y en ese contexto no siempre se llevan a cabo los registros correspondientes. Eso no quiere decir que no se hayan aplicado, sino que probablemente no se hayan registrado”, puntualizó. La diputada Graciela Ocaña aprovechó la controversia para anunciar que se presentará ante la Justicia y la Procuraduría de Investigaciones Administrativas para pedir que se investiguen las compras de vacunas durante la última década.
Cronología del hallazgo
En diciembre pasado, tras asumir el nuevo gobierno, el Ministerio de Salud comenzó a trabajar en cuestiones de relevamiento y se descubrió la existencia de una contratación directa para el servicio de recolección, transporte, tratamiento y disposición final de unos 40 mil kilos de residuos peligrosos, que el gobierno de Macri había realizado en 2019 y en la que resultó adjudicataria la firma Hábitat Ecológico S.A. Los equipos técnicos del ministerio comenzaron a investigar acerca de qué vacunas se encontraban en el Frigorífico Oneto, cuándo se habían vencido, las razones por las que no fueron distribuidas y los términos y condiciones de la contratación del servicio de destrucción.
Según explicaron desde la cartera que conduce González García, “en febrero de 2019 la Unidad de Auditoría Interna remitió a la Secretaría de Acceso a la Salud un informe sobre las vacunas vencidas en el Frigorífico Oneto. Ese insumo fue utilizado por la gestión para profundizar la investigación sobre los hechos y de allí surgió la necesidad de aclarar la diferencia en la cantidad de vacunas incluidas en ese informe”.
Luego, en mayo de este año, la Secretaría de Acceso solicitó la presencia en el Frigorífico Oneto para el 11 de junio de la Escribanía General de la Nación, personal de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, y de representantes de la Secretaría de Acceso a la Salud, la Dirección Nacional de Medicamentos y Tecnología Sanitaria, la Dirección de Asuntos Judiciales, la Unidad de Auditoría Interna y la Sindicatura General de la Nación (Sigen), a fin de realizar un inventario y constatar la cantidad y tipo de material almacenado a cuenta del Ministerio en el lugar. El total de vacunas encontradas fue de 2.213.560 antigripales y 600 mil unidades de la triple (DTPa).
Allí descubrieron que los vencimientos de los lotes en cuestión estaban fechados entre el 30 de abril de 2018 y el 31 agosto del mismo año. El paso siguiente fue el quite de la concesión a la empresa Hábitat Ecológico S.A para la destrucción del material vencido y finalmente el 11 de junio se realizó el inventario y constatación de vacunas vencidas en los depósitos de Frigorífico Oneto.
Según Vizzotti, “lo que hizo este miércoles el ministro fue terminar de avanzar con todos los trámites para poder destruir esas vacunas vencidas. Un trámite que se había iniciado en mayo y que estaba demorado”. Sostener estas vacunas vencidas desde 2018 en el frigorífico Oneto le costó al Estado 14.672.350 de pesos y destruirlas costará unos 4.370.000.
La respuesta del frigorífico
El Frigorífico Oneto, que en su página web es presentado como “referente en la provisión de soluciones para la cadena de abastecimiento de productos refrigerados”, y cuyo gerente general es Alejandro Lanzillotta y su gerente administrativa Adriana Lanzillotta, no quiso dar información sobre la contratación para el almacenamiento de las vacunas. En diálogo con PáginaI12 voceros del frigorífico afirmaron: “No tenemos nada para decir ni declarar. Toda la información sobre el tema la tienen el Ministerio de Salud y la Sigen. El acuerdo fue con el ministerio con el que trabajamos desde hace 28 años y la información es pública”.
Desde el Ministerio de Salud explicaron a este diario que “la factura del frigorífico llegó un par de meses atrás, cuando se empezó a trabajar con todo el relevamiento de lo que había dejado la gestión anterior”. Luego agregaron que “el problema no es que esas vacunas estuvieran en el frigorífico, sino que estaban vencidas”. En ese sentido, las fuentes de la cartera resaltaron que siguen trabajando con la empresa ya que “todavía hay allí vacunas almacenadas, porque el ministerio no tiene una cámara frigorífica propia”.
El Ministerio de Salud denunció a la gestión anterior por malversación de los fondos públicos; por incumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos y por una violación al artículo 205 del Código Civil de la Nación.
Informe: Melisa Molina.