Entre 50 y 60 personas participaron durante dos días y medio de la búsqueda de la psicóloga Analía Ibáñez Sierra, que estaba desaparecida desde el lunes último a eso de las 4 de la mañana, tras caer en una quebrada cuando descendía del cerro Pacuy por un sendero estrecho, usado por animales y por montañistas.
Era una noche cerrada, oscura, y había mucho viento. Su compañero venía adelante y cuando advirtió que ya no lo seguía la llamó a los gritos por dos horas pero no pudo escucharla ni verla y decidió continuar el descenso hasta la vieja estación Chorrillos para pedir ayuda. Llegó recién al mediodía y ese fue el punto de partida para que se organizara un operativo de búsqueda que terminó con el rescate de la montañista, que fue encontrada muy débil y deshidratada, pero consciente.
Ibáñez Sierra fue encontrada a las 15.30 de ayer, por un baqueano y un montañista que habían subido en parte en un helicóptero, y ya en la montaña la buscaron en puntos que aún no habían sido revisados. Ese día habían salido seis grupos a recorrer el cerro, ubicado en el departamento Rosario de Lerma, a unos 36 kilómetros de la ciudad de Salta. Otros grupos esperaban en la base. Todos estaban comunicados por VHF, así que a las 15.30 todos se enteraron de que la montañista, de 48 años, estaba con vida.
"Fue muy emocionante", destacó Gustavo Farquharson, uno de los rescatistas que esperaba en la base, y que enseguida emprendió el ascenso en un grupo de cinco voluntarios. Como habían pasado ya dos días "uno va pensando que había chances de no encontrarla y el cansancio y las expectativas van como haciendo mella", y en esas circunstancias "cuando se escuchó en la radio (...) que estaba con vida, fue muy emocionante. Estaba la familia ahí".
Farquharson es funcionario, delegado local del INADI, y en sus ratos libres es miembro del Club de Amigos de la Montaña. Como tal se ofreció como voluntario. La búsqueda comenzó el lunes por la tarde, como se necesitaban relevos lo pusieron en el equipo del miércoles. Ese día llegó a las 5 de la mañana a Chorrillos, hasta donde se puede subir en automóvil. A las 7 partieron seis grupos a seguir la búsqueda. Farquharson quedó en la reserva. Después de las 15.30, ya con la novedad del hallazgo, comenzó el ascenso, que les demandó poco más de 3 horas.
Diez kilómetros arriba en la quebrada donde cayó la montañista intentaron primero rescatarla usando un helicóptero. Se hicieron tres intentos y si bien al final pudo aterrizar, no pudieron trasladarla debido a que quedó "muy lejos" de donde estaba Ibáñez Sierra y como primero debieron estabilizarla, armar la camilla y acondicionarla, para cuando empezaron a llevarla ya había oscurecido, así que el helicóptero tuvo que retirarse.
"Así que aplicamos el plan B, que era hacer el traslado vía terrestre. Tuvimos que empezar a bajarla desde ese sector aproximadamente desde las 8 de la noche y llegamos al lugar donde estaba la ambulancia en Chorrillos a las 3 de la mañana", relató Farquharson a Salta/12. "Fue muy intenso porque sumado al cansancio que tenía el equipo, trasladar una camilla con peso en bajada no es fácil, y en un terreno muy escarpado, con muchos precipios, había que tener cuidado y además cada ciertos metros íbamos parando porque se la iba hidratando a Analía, se le iba dando medicación". Unas 20 personas, entre ellos una médica y dos técnicos sanitarios, iniciaron el descenso con la montañista, cuya camilla era transportada por grupos de seis personas, por un camino angosto, de un lado el cerro y del otro el precipicio.
De a poco "se fueron sumando equipos de bomberos, de policías, un equipo de runners que iban renovando el equipo que llevaba la camilla, entonces a poca distancia íbamos pudiendo renovar las personas que la iban alzando, eso permitió que el último tramo sea más seguro también", contó Farquharson. Es que precisamente el último tramo es más escarpado.
Justo a tiempo
La cumbre del cerro Pacuy está a más de 4.100 metros sobre el nivel del mar. Ibáñez Sierra fue encontrada a unos 3.100 msnm aproximadamente, del sendero principal estaba hacia una quebrada, a unos 50 metros del camino en bajada. Se supone que resbaló y cayó, quedó inconsciente, no pudo gritar y su compañero, que venía delante, no la vio. "En un momento él se da vuelta y ya no la ve", la llamó insistentemente pero no pudo dar con ella y terminó bajando a buscar auxilio.
Aunque no es médico, Farquharson entendió que la montañista fue encontrada en el momento justo. "Creo que si pasaba una noche más ahí las condiciones de su salud iban a empeorar mucho". Analía estaba consciente pero muy debilitada. "Se encontraba como adormecida, cansada, una persona ya de tres noches de estar sin comer, sin beber, tirada con mucho dolor". Se había golpeado la cadera en la caída, tenía lastimaduras, no tenía fracturas, pero estaba casi inmovilizada por el dolor. "Y ya estaba en un estado de no poder movilizarse por la falta de energía de no ingerir agua y alimento". "Estaba en una situación de mucha vulnerabilidad". Cuando se acercó el primer equipo se alegró y luego se relajó. Los rescatistas subieron un tubo de oxígeno, eso la "reanimó un montón, la revivió, después ya al último ya hablaba, palabras sueltas", pero "muy poquito".
Como la noche era muy ventosa y con temperaturas bajo cero, al principio consideraron acampar y esperar el día para que volviera el helicóptero, pero los médicos "recomendaron bajar porque no estaba en buenas condiciones Analía, no iba a soportar una noche más, así que se decidió bajar".
"Fue un gran trabajo en equipo, con clubes de montaña, con runners, con los motociclistas, Gendarmería, la Policía, Defensa Civil. Fue un gran trabajo de coordinación, que no es sencillo", destacó Farquharson, para quien esta convergencia de voluntades fue fundamental, "si no hubiera habido tanta participación quizá no se la encontraba, quizá demorábamos más en traerla".
"Al cerro hay que respetarlo"
Por el relato del compañero de Ibáñez Sierra se sabe que hicieron cumbre a eso de las 16.40 del domingo, descansaron una hora y empezaron el retorno, pero al parecer se desorientaron, debieron regresar un tramo, lo que los cansó más y se les vino la noche cuando aún estaban lejos de la base, de hecho, la caída de la montañista fue a 10 kilómetros del pie del cerro.
El rescatista destacó que el Pacuy "es un cerro difícil", muy largo. El sendero es estrecho, se puede transitar de una persona a la vez "y va por todo el filo de la serranía, pasa por varios lomos hasta llegar a la cumbra de Pacuy, pero es un tramo largo, intenso, que no da respiro, tiene una pendiente de 2000 metros. Es un cerro complejo, en general hay que planificarlo también. Eso también es importante a la hora de hacer un trekking, planificar, no improvisar".
El Club de Amigos de la Montaña tiene previsto sacar unas recomendaciones, porque el montañismo se está haciendo popular y hay personas que están haciendo trekking sin tener en cuenta medidas de seguridad necesarias.
En este sentido, Farquharson destacó que "no es recomendable caminar de noche" si bien reconoció que suele pasar que a veces se termina el descenso de noche. "En general, no se recomienda caminar de noche porque es peligroso, en general este tipo de trekking se hacen durante el día", insistió. Particularmente, en el caso del Pacuy, que entre ida y vuelta representa 30 kilómetros, indicó que se suele armar "campamento y se lo hace en dos días", o se debe salir muy temprano para evitar la oscuridad.
"Lo recomendable siempre es, primero, armar el equipo de más de dos personas, no caminar de noche", también avisar donde se va a hacer el recorrido de manera que alguien pueda advertir a las autoridades en caso de que no regresen, se debe entrenar, guardar una buena alimentación, tener un equipo adecuado y llevar comida y bebida.
"Al cerro hay que tenerle mucho respeto y hay que tener responsabilidad a la hora de realizar la práctica de montañismo" que "es una actividad hermosa, es un hobby hermoso que trae muchos beneficios". "Nosotros desde el Club lo que siempre decimos es que la importante no es la cumbre, si uno va a hacer un trekking y ve que la hora no da y que hay que volverse, el cerro va a estar siempre ahí y uno puede volver, lo importante es regresar sano a la casa. Es importante no desesperarse por hacer cumbre" porque "lo importante no es la cumbre, sino pasarla bien, hacer ejercicio y volver sano a casa".