El Gobierno impulsa la creación de una mesa federal multipartidaria para promover la paridad de género en las legislaturas provinciales, a nivel municipal y dentro de las estructuras de los partidos políticos y, además, instalar en la agenda pública la problemática de la violencia machista que se repite en espacios de militancia y puede desalentar la participación femenina y de personas LGBTTIQ+.
El tema fue el eje de un encuentro que encabezaron el jueves el ministro del Interior, Wado de Pedro y la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, en Casa de Gobierno con representantes de 41 partidos políticos nacionales –en total son 43-- donde se planteó la necesidad de trabajar articuladamente. Todavía hay diez provincias que no tienen leyes de paridad. Dos de ellas, Santa Fe y La Pampa, avanzaron en el tratamiento parlamentario: en el primer caso, en junio el Senado votó la media sanción de un proyecto; en la segunda, esta semana se sacó un dictamen por unanimidad, con el apoyo de todos los bloques, de una iniciativa que establece la paridad en la totalidad de los cargos electivos de la provincia. Todavía ningún municipio tiene ese tipo de legislación en el país. “De las 2164 intendencias que hay en la Argentina, solo 314 tienen una mujer al frente del gobierno local, apenas un 14 por ciento”, observó Gómez Alcorta en diálogo con Página/12.
Entre los casos más graves de violencia machista en la política, en Tucumán hay tres referentes políticos de diferentes partidos denunciados por abuso sexual: el senador peronista y ex gobernador José Alperovich –a quien la licencia se le vence en tres semanas--, el diputados provincial Ricardo Bussi y el intendente de Famaillá José Orellana , ex diputado nacional.
En la apertura del encuentro del jueves, Wado de Pedro dijo que en la Argentina "todavía tenemos que generar que nuestro sistema federal, nuestro sistema de partidos políticos, incorpore nuevas visiones". Y destacó que "desde el Ministerio del Interior hay un sólido compromiso con la agenda de género en todas las áreas” y mencionó como “ejemplo” el hecho de que al área de Asuntos Políticos de esa cartera “por primera vez en la historia lo conducen tres mujeres".
“Hay que trabajar mucho dentro de los partidos políticos”, dijo la ministra Gómez Alcorta a Página/12, en relación a la promoción de mujeres en lugares de poder dentro de las propias estructuras partidarias. Y recordó que las leyes que de cupo femenino sancionada en 1991, y luego, en 2017, la de Paridad en cargos electivos a nivel nacional se lograron a partir de las alianzas entre legisladoras de diferentes bancadas. Actualmente, las diputadas representan el 41.14 por ciento de la cámara baja y en el Senado, las mujeres ocupan el 40.27 por ciento de las bancas.
La actividad, lanzamiento de una mesa de trabajo sobre el tema, se desarrolló en el Salón de los Escudos de Casa de Gobierno, mediante la modalidad de videoconferencia y con la presencia de los ministros y de funcionarias de ambas carteras, entre ellas Victoria Tesoriero, subsecretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior. “La agenda de género es la agenda de la unidad”, consideró la funcionaria en diálogo con Página/12. La Subsecretaría a su cargo generó un detallado informe sobre la participación de mujeres en las legislaturas provinciales.
El otro tema que le preocupa al Gobierno es poner en agenda el problema de la violencia machista en la política, dijo Tesoriero. “Todavía se naturalizan la violencia política. Lo primero que hay que hacer es visibilizar el problema. Las mismas compañeras no las registran. Situaciones que van desde que no te dejan hablar en reuniones partidarias hasta que te desplazan de algún lugar de poder, o episodios de acoso y aún peores”, señaló.
En la reunión participaron representantes del PJ, UCR, PRO, Nuevo Encuentro, entre tantos más.
Distintos relevamientos muestran que las mujeres y personas LGBT suelen ser blanco de violencia machista dentro de las propias agrupaciones. Una encuesta que hizo el Equipo Latinaomericano de Justicia y Género (ELA) en 2018 sobre una muestra de 45 mujeres, entre legisladoras porteñas y diputadas y senadoras nacionales, dio como resultado que el 62 por ciento había sufrido violencia en las redes, el 42 en la propia sede del partido y el 40 por ciento, en el recinto. Inicialmente el 73 por ciento de las encuestadas señaló haber sufrido situaciones de violencia política por razones de género, pero luego al preguntarles por acciones concretas ese porcentaje subió al 82 por ciento.
Entre los insumos que analizó la subsecretaría de Asuntos Políticos, uno es una encuesta que hizo durante la pandemia, entre mayo y junio de este año, el Observatorio Provincial de Políticas de Género “Alerta”, que forma parte del Instituto de Estudio y Administración Local, que lidera la dirigente de kirchnerista e intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Es un relevamiento de carácter exploratorio. Se llevó adelante a través de redes sociales y contestaron 250 militantes de la provincia de Buenos Aires: el 99 por ciento de quienes respondieron –en su casi totalidad mujeres-- manifestó haber sufrido violencia política.
“Lo que más nos llamó la atención fueron los comentarios de las compañeras, que tenían muchas ganas de comentarnos y hacer denuncias anónimas”, dijo Belén Marón, coordinadora del Observatorio. El 94,4 por ciento dijo haber seguido militando a pesar de las situaciones vividas y agradeció a “compañeras feministas que las ayudaron a continuar”, contó Marón. Violencias psicológica y simbólica (casi 70 por ciento) fueron las formas más frecuentes que refirieron haber sufrido. Pero un 7,5 por ciento habló de violencia sexual, 3,9 por ciento, física y 6,1 por ciento, económica. El 36,8 por ciento se produjo en el marco de actividades partidarias, el 28 por ciento en el trabajo, el 14 por ciento en redes y el 20 por ciento en otros ámbitos. En 8 de cada 10 casos, la violencia fue perpetrada por un varón: en el 35,5 por ciento, de parte de alguien del propio espacio político y en el 26,3 por ciento, del responsable político.
¿Qué provincias no tienen paridad?
Las provincias que todavía no tienen paridad en los cargos provinciales son: Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, San Juan, San Luis, Santa Fe, Tierra del Fuego y Tucumán. En ellas, rigen normas que fijaron un cupo femenino. Salvo en Entre Ríos, donde la cuota es del 25 por ciento y en Jujuy, de un tercio, en el resto es del 30 por ciento de mujeres. “Las primeras leyes de paridad fueron a principios de los 2000 en Santiago del Estero, Córdoba y Río Negro. Pero en la mayoría su aprobación es reciente. En los casos de Buenos Aires y Salta se aplicó por primera vez en las elecciones de renovación legislativa de 2017. En Neuquén, Chubut, Catamarca, Santa Cruz, Mendoza, Chaco, Misiones, CABA y Formosa, en 2019”, precisó Tesoriero. En Santa Cruz y Formosa, sin embargo, no solo no se llega a la paridad en la Legislatura, tampoco al piso del 30 por ciento: apenas rondan el 20 por ciento la representación femenina. En Santa Cruz hay un proyecto para modificar la ley y mejorarla, pero su tratamiento está frenado. “En el resto, se supera ampliamente el 30 por ciento e incluso varias se acercan al 50 por ciento, como Buenos Aires, CABA, Chubut y Santiago del Estero”, observó Tesoriero. Pero en Catamarca no hay ninguna senadora y en Salta, solo una.
--¿Qué pasa en las 10 provincias que todavía tienen leyes de cupo? –le preguntó Página 12.
--En 5 no alcanzan al 30 por ciento de representación política de mujeres en las legislaturas provinciales bi o unicameral. El porcentaje más bajo lo tiene La Rioja: solo el 16.67 por ciento de las bancas de su legislatura unicameral están ocupadas por mujeres. Tierra del Fuego y La Pampa son las únicas con legislatura unicameral que superan el 30 por ciento, en el caso de la primera con un 40 por ciento y con el 36.37 por ciento en la segunda. El promedio de participación de mujeres en las cámaras bajas es de 36.4 por ciento, mientras que en las cámaras alta, la participación alcanza en promedio el 21 por ciento. El senado de Corrientes sólo cuenta con 3 mujeres sobre 15 bancas totales, el de Entre Ríos con 4 sobre 17. En el caso de las legislaturas bicamerales vemos que si bien en la cámara de diputadxs se encuentran los porcentajes más altos, como en el caso de Santa Fe muy cerca del 50 por ciento o San Luis con casi el 45 por ciento, en los senados se reducen abruptamente. Las senadoras santafesinas representan solo el 5.26 por ciento. Esta brecha tiene que ver, entre otras cosas, porque cuantas más bancas hay por repartir más mujeres pueden acceder a ellas y en las cámaras altas son menos. Otro impedimento es que en 13 provincias no está previsto el mecanismo de reemplazo –respondió Tesoriero.
Un factor fundamental tiene que ver con quien va primero en las listas. En las PASO de 2019, solo el 19 por ciento de las listas a diputadxs estuvieron encabezadas por candidatas mujeres.