En su primer discurso como candidato presidencial opositor, el exvicepresidente Joe Biden alertó que Estados Unidos vive "cuatro crisis históricas al mismo tiempo, una tormenta perfecta", pero sostuvo que, a diferencia de lo que promete su rival electoral, el mandatario Donald Trump, "no vendrá un milagro".
"Todas las elecciones son importantes, pero sabemos en nuestro corazón que ésta tendrá consecuencias más importantes. Podemos elegir un camino diferente para curarnos, levantarnos. Nuestra personalidad, nuestra decencia, nuestros valores y quiénes queremos ser, todo esto se decide en la elección", aseguró el dirigente demócrata de 77 años desde su ciudad, Wilmington, Delaware.
Tras aceptar la candidatura presidencial para las próximas elecciones de noviembre, Biden describió con cifras e historias personales la crisis sanitaria, la económica, la política y la profundización del cambio climático. "Si el presidente actual es reelecto sabemos bien lo que pasará, todo empeorará", advirtió, en una transmisión en vivo a través de las plataformas del Partido Demócrata.
Al cierre de la última jornada de la Convención Nacional Demócrata, Biden presentó varias promesas que serán centrales en los próximos tres meses de campaña electoral: implementar un plan para controlar la pandemia que incluye más testeo y frenar las reaperturas hasta que desciendan los casos y muertes, proteger la seguridad social y medicare, crear millones de puestos de trabajo para frenar el derrumbe económico y retomar las alianzas con los tradicionales socios internacionales del país.
"Nunca vamos a poder mandar de vuelta a nuestros hijos a la escuela ni vamos a poder vivir una vida normal hasta que no controlemos este virus", aseguró el candidato, en abierta oposición a las presiones de Trump para reabrir las escuelas en septiembre. Biden no solo habló de cambios, sino que prometió un cambio más simbólico, un cambio en el clima político del país. "Demasiado odio, demasiado miedo, demasiada división. Ahora y acá, les doy mi palabra: Si me confían la Presidencia, sacaré lo mejor de nosotros, no lo peor. Seré un aliado para la luz, no la oscuridad. Es tiempo de que nosotros -nosotros, el pueblo- nos unamos", instó Biden.
En ese mismo sentido, llamó a superar un problema histórico y estructural de Estados Unidos, que asumió un nuevo nivel de tensión con la Presidencia de Trump. "¿Seremos la generación que eliminará finalmente el racismo de nuestra personalidad nacional?", se preguntó el candidato. Biden propuso "recuperar la democracia" y retomó el sentido de urgencia histórica que imprimió el expresidente Barack Obama en su discurso de ayer.
Biden brindó el discurso de cierre de la Convención Nacional Demócrata en la madrugada del viernes (hora local). Sus palabras marcaron el tono de la noche: crisis, urgencia, oportunidad, esperanza y unidad. "Salimos a la calle para pedir un cambio y ahora debemos registrarnos y votar", aseguró la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, una de las dirigentes que Biden consideró para la fórmula presidencial, antes de elegir a la senadora Kamala Harris. La alcaldesa negra hizo una referencia a las recientes protestas antirracistas y recordó la historia de lucha de John Lewis, el referente del movimiento de derechos civiles afroestadounidense que falleció recientemente.
Más tarde se sumaron otros ex precandidatos presidenciales como los senadores Bernie Sanders y Cory Booker, y el exalcalde Pete Buttigieg y recordaron anécdotas con Biden en las primarias. "Esta es la elección más importante de la historia moderna de este país y Joe Biden es el candidato más honesto y decente y, por Dios, esto es lo que necesita el país ahora", aseguró Sanders, para sellar el mensaje de unidad.
La última jornada de esta convención virtual, aggiornada a los difíciles tiempos de pandemia que vive el país, había comenzado en la noche del jueves con una serie de apoyos cortos de exrivales de Biden en las primarias presidenciales -como las senadoras Amy Klobuchar y Elizabeth Warren, el empresario Andrew Yang, el excongresista tejano Beto O'Rourke-, de activistas, dirigentes y hasta del exsecretario de Estado del Gobierno de George Bush, el republicano Colin Powell. En referencia al actual derrumbe económico y desempleo masivo Yang aseguró: "la pandemia aceleró todo. El 72 por ciento de los estadounidenses creen que este es el peor momento que han vivido. Necesitamos líderes que nos saquen de esto. Debemos darle una chance a la recuperación de nuestro país y necesitamos tu ayuda para hacerlo en 76 días."
Hasta el exalcalde neoyorquino Michael Bloomberg, un eterno independiente que compitió en las primarias demócratas este año, se sumó al apoyo a Biden. Entre cada testimonio de advertencia o llamado urgente a votar, la anfitriona de la noche, la actriz Julia Louis-Dreyfus, aportó la cuota de humor y las comparaciones y referencias políticamente incorrectas con Trump y su Gobierno. Senadores, activistas, líderes religiosos -todos viejos conocidos de Biden- y sus hijos y nietas hablaron sobre su personalidad, las tragedias familiares que sufrió con la muerte de su primera esposa y dos de sus hijos, su fe y su liderazgo político, especialmente en la recuperación económica tras la crisis de 2008.