La pandemia en Santa Fe aumenta su intensidad día por día con datos que estremecen, como la muerte de seis pacientes ayer, que se sumó a la de otras cinco personas fallecidas en la víspera , y un nuevo pico de contagios: 264 en la provincia, de los cuales 159 residen en Rosario. Nunca había pasado esto desde que la peste se declaró, pero las autoridades no parecen sorprendidas. La ministra de Salud, Sonia Martorano, dijo ayer que espera una escalada de nuevos casos, hasta 20 mil posiblemente (hoy son 4312), y que solo queda procurar que surjan de manera paulatina para no colapsar el sistema de salud. El dato no es menor porque el 60% de los pacientes covid hasta ahora se atiende en los hospitales públicos, donde 6 de cada 10 camas críticas están ocupadas, y el 85% de las salas de internación general también. No obstante, el gobierno aún mantiene la fase y evita retroceder. En el escenario influye el descontento de muchos sectores que ya se plantan en contra. Por ejemplo, el sindicato gastronómico ya advirtió que "ni trabajadores ni empresarios" acatarán la orden de cesar la actividad.
El ministerio de Salud informó ayer la muerte de seis pacientes que estaban internados, todos pertenecientes a grupos de riesgo. Tres en Casilda: un hombre de 68 años, otro de 93 y una mujer de 97. Las otras víctimas fueron un hombre de Rosario, de 71 años, otro de 88 años domiciliado en Capitán Bermúdez, y un hombre de 62, residente en Santa Fe. Todos habían sido internados en esta semana. Ahora suman 47 las víctimas fatales del covid 19 en la provincia, y 14 de los cuales eran personas residentes en Rosario.
El dato que observan las autoridades para decidir un retroceso de fase sanitaria o no es el nivel de ocupación de camas en función de la pandemia. En este sentido, ayer ese indicador marcaba que en los hospitales públicos de la ciudad está ocupado el 63% de las camas para pacientes adultos críticos, y el 85% de las camas de internación general, pero vale aclarar que hasta ahora los pacientes covid solo ocupan el 5% de la plaza. El sector público aquí cuenta con 458 camas disponibles.
El sector privado de salud de la ciudad tiene casi cuatro veces más, 1927 camas. Allí los pacientes covid ocupan solo el 4,6% de su plaza en las distintas clínicas y sanatorios. Pero vale observar que su nivel de ocupación ya está en la mitad: 47% de camas críticas, y 55% de camas generales ocupadas, según un informe elaborado por la Secretaría de Salud municipal. Vale señalar que el 60 por ciento de los pacientes covid acudió al sector público de salud.
La distribución geográfica de casos ya muestra que en Rosario se expandió desde el centro (donde se cuentan 180) hacia todos los distritos del municipio, con 44 a 68 contagios cada uno. La franja etárea con mayor ocurrencia de casos es la de personas entre 30 y 44 años.
La curva de casos en la ciudad que tanto las autoridades clamaron por mantener aplanada muestra un salto superlativo a partir de la segunda semana de julio, un mes y medio después de ingresar a fase 5, y cuando ya se habían liberado las reuniones afectivas y familiares a todos los días de la semana.
Hasta ayer se contaban 469 casos activos de coronavirus en la ciudad, sobre un acumulado de 1953 desde el inicio de la pandemia. El 73% ya se recuperó. Después de Rosario, los municipios con mayor cantidad de contagios son Casilda (442), Venado Tuerto (253), Santa Fe (183), San Lorenzo (143), Santa Isabel (90) y Monte Vera (90). En toda la provincia ayer se reportaron 264 contagios nuevos y acumulan 4312 desde marzo.
En cuanto al origen, hay dos datos preocupantes: uno es que la circulación comunitaria ya explica el 33% de los contagios. El otro es que en el 26,5% de los casos todavía se ignora cómo contrajeron la enfermedad. Los casos importados –con ellos ingresó el virus a la ciudad– hoy solo representan el 3,7% del total de contagios. En esta desagregación sirve observar que el 7,4% de la transmisión viral afectó a trabajadores de la salud.
Hoy el ritmo de duplicación de casos empeoró en Rosario y en toda Santa Fe, y por estos días está en una frecuencia mucho más corta que el promedio nacional. Mientras a nivel país hoy el tiempo de duplicación de casos dura 34 días, en Santa Fe eso sucede ya cada 14 días, y en Rosario cada 15 días.
Así y todo, Martorano eligió no alarmar. "Lo que más miramos es la letalidad, se está atento a eso. Sigue en 1%, lamentamos los fallecimientos pero no es un número tan alto en relación al total. Y lo que miramos muy de cerca es el número de camas. Tenemos 45 camas de terapia ocupada. El sistema está con buena respuesta hasta ahora", valoró a la mañana. "Santa Fe se lleva un atraso de un mes con la situación nacional. ¿Se puede hacer que la curva sea más lenta, más baja, convivir con el virus de una manera mejor? Sí, las camas están, pero lo que define ahí ya es nuestra conducta individual", señaló.
Con todo, la ministra advirtió que de ahora será frecuente el contagio en focos de varias personas. Uno de esos ejemplos sucede hoy en Soldini, donde hay 450 personas aisladas y varios infectados, incluido el presidente comunal, Alejandro Soldini, luego de un festejo masivo del Día del Niño.
Rebeliones
"La cuarentena se terminó y es lo que no entienden nuestros gobernantes y se terminó por decisión de la gente”, bramó ayer Sergio Ricupero, secretario gremial del Sindicato de Gastronómicos, y agregó que Omar Perotti y su gabinete sanitario “están equivocados". Ante la posibilidad de un retroceso de fase sanitaria, que implicaría la suspensión de una decena de actividades hoy permitidas, el gastronómico advirtió: “Sería una medida inapropiada y no creo que los trabajadores y empresarios la acaten". El referente de Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore, se pronunció en esa línea: "Volver a fase 1 nos complicaría porque el retroceso implicaría una reducción de los ingresos que pondría en tela de juicio al sector".
En el cóctel de expresiones sociales que dispara la coyuntura destacó ayer la performance de protesta que hicieron artistas callejeros frente al palacio municipal. Malabaristas, músicos y artesanos se quejan del asedio de agentes de control, piden libertad para trabajar y también asistencia social en la pandemia.
En el medio de todo esto se coló una sospecha legislativa. La diputada socialista Rosana Bellati presentó un pedido de informes al Ejecutivo acerca de la tercera entrega de fondos para la emergencia sanitaria a municipios y comunas. Según la legisladora venadense, el reparto “no parece obedecer a criterios sanitarios, ya que algunas localidades estarían recibiendo el triple de fondos que otras", dijo. Y comparó lo que recibieron dos de las localidades más afectadas por coronavirus, Venado Tuerto y Santa Isabel, 500 mil y 200 mil pesos respectivamente, con Rafaela, la ciudad del gobernador, que recibió 1,5 millón de pesos. “No sólo llama la atención, nos preocupa que una localidad que registra menos de diez casos positivos de COVID perciba el triple de fondos para atender la Emergencia Sanitaria que otra que suma más de cien casos”, atacó Bellati.