La organización alemana de cámaras de comercio e industria (DIHK) salió al cruce de las declaraciones de la canciller Angela Merkel quien el viernes puso en duda la ratificación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur alcanzado el año pasado.

En un comunicado, la central empresarial defendió el acuerdo diciendo que "podría dar el impulso que necesita urgentemente la economía, durante la crisis actual", relacionada con la pandemia de nuevo coronavirus. Hasta que Merkel pateó el tablero esta semana, el acuerdo entre los bloques regionales había tenido en el gobierno alemán a uno de sus principales apoyos europeos, donde su poderosa industria exportadora, especialmente la del automóvil, qlo veía como una puerta para nuevas oportunidades.

 Merkel justificó su cambio de posición ante la amenaza ecológica que se cierne sobre la Amazonía en Brasil. "Tenemos serias dudas sobre el hecho de que el acuerdo pueda ser aplicado como estaba previsto, cuando se ve la situación" , afirmó el portavoz de la canciller, Steffen Seibert. "Somos escépticos. La Amazonía afecta al mundo entero", añadió.

Las fuertes declaraciónes de la canciller alemana no tuvieron respuesta inmediata fuera de su país. Ni el gobierno de Brasil, ni el Mercosur, ni la UE se pronunciaron al respecto. Según el diario uruguayo El Observador funcionarios de la cancillería de ese país habían advertido al gobierno de Luis Lacalle Pou horas antes de los dichos de Merkel que la cuestión ambiental estaba complicando la puesta en marcha del acuerdo comercial.

La UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) firmaron este acuerdo de libre comercio en julio dl año pasado. Pero para que sea validado definitivamente aún debe ser ratificado por todos los parlamentos nacionales. El austríaco y el holandés rechazaron el pacto en su forma actual, en tanto que otros países como Luxemburgo, Bélgica, Francia e Irlanda se mostraron críticos.

 Los últimos días de la negociación en 2019 entre ambos bloques ya había dejado algunas alertas. El año pasado, la multiplicación de incendios en el mayor bosque tropical del mundo conmocionó a la comunidad internacional.

Los incendios causaron algunos desencuentros entre los líderes de Francia, Emmanuel Macron, y Alemania (Merkel), con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en Japón, durante la Cumbre del G20. "El clima va junto con las cuestiones sociales, comerciales, no quiero hacer acuerdos comerciales con gente que no sigue el acuerdo de París (de 2015 sobre el clima)", había advertido el presidente galo. Merkel también había criticado en esa cumbre la deforestación en Brasil, a lo que Bolsonaro respondió diciendo que Alemania "tiene mucho que aprender" de su país sobre medioambiente.

Este año se reiteró la situación de los incendios descontrolados,que organizaciones ambientalistas atribuyen a representantes de intereses agroganaderos,  pero con mayor intensidad, ya que los fuegos crecieron un 28 por ciento en julio, respecto del mismo mes de 2019.

Entonces la canciller alemana volvió a cargar con el tema. Este viernes declaró tener "fuertes preocupaciones" por la "continua deforestación" y "los incendios", que se han multiplicado en las últimas semanas en la Amazonia. ¿Por qué lo dijo? Las declaraciones hechas por su gobierno ayer se suman a las críticas en gran parte de Europa, ya que el texto es el blanco de ataques de los ecologistas, que temen que afecte al medio ambiente. En la mira se encuentra la mayor apertura de los mercados europeos a la carne sudamericana, ya que la ganadería sería responsable del 80 por ciento de la deforestación en la Amazonía, según un estudio de la ONG ambientalista WWF International

Para responder a estas preocupaciones, se integró un capítulo en el texto final que aborda la problemática. El artículo 8 del acuerdo establece la importancia de la sustentablidad de las leyes medioambientales y menciona específicamente en lo que ser refiere al cuidado de los bosques.

 La toma de posición de Angela Merkel se produce al día siguiente de un encuentro entre la canciller y los responsables del movimiento Fridays for future, en especial con su líder, la joven sueca Greta Thunberg, en la capital alemana.

 "Angela Merkel aprobó nuestras críticas del acuerdo con el Mercosur, y no piensa firmarlo", afirmó en Twitter Luisa Neubauer, importante figura del movimiento en Alemania, que participó en la reunión. Las preocupaciones ecológicas, ampliamente compartidas por la opinión pública alemana, tienen cada vez más peso en el país, donde a menudo manifiestan miles de jóvenes activistas. 

Consultado al respecto, un vocero del gobierno alemán dijo que no comentan reuniones privadas en las que participa la canciller.