La reforma judicial tendrá un lugar destacado en la agenda del Congreso esta semana: el Senado le dará media sanción (Ver aparte) y los diputados comienzan a dividir las aguas entre los votos a favor y en contra. En la Cámara baja el poroteo está complicado para el oficialismo: 128 en contra, 117 a favor y 10 que aun no se definen, según pudo relevar Página/12. En este marco, fuentes parlamentarias señalaron que el Frente de Todos podría dilatar el tratamiento y llevarlo al recinto más adelante, con la discusión del presupuesto 2021 en el medio, para acordar con los gobernadores.
El tratamiento de la reforma del fuero federal en el Senado no traerá demasiados inconvenientes, el oficialismo cuenta con la mayoría necesaria para aprobar con los propios la iniciativa del Gobierno. Esto no sucede en Diputados, donde el Frente de Todos, que es la primera minoría, deberá acordar al menos con 12 diputados para sancionar la ley. El bloque que preside Máximo Kirchner lo integran 119 diputados de los 257 que conforman la totalidad del cuerpo. De estos, votan 117, en principio (Massa ocupa el estrado presidencial y solo lo haría en caso de empate y José Ignacio "El Vasco" de Mendiguren está de licencia por su cargo en el Banco de Inversión y Comercio Exterior).
La postura del interbloque de Juntos por el Cambio es el rechazo sistemático, incluso, lo hicieron antes de leer el proyecto y no aceptaron la invitación del Presidente a la presentación de la reforma. Asimismo, no hicieron ninguna propuesta concreta para el dictamen del Senado. El interbloque que conduce Mario Negri cuenta con 116 votos, que irán todos por la negativa. En este contexto, la definición, como sucedió en la mayoría de las votaciones desde que asumió Alberto Fernández, queda en manos de los interbloques de menor peso, pero claves para la definición.
De esta forma, el lavagnismo confirmó que no acompañará al gobierno en esta iniciativa. La semana pasada los tres diputados del bloque de Consenso Federal --Graciela Camaño, Jorge Sarghini y Alejandro "Topo" Rodríguez-- adelantaron su voto en contra. "Tenemos otros temas prioritarios, mucho más importantes. Hay que ver qué pasa más adelante con la reforma, ahora no es el momento", opinaron desde este espacio a Página/12.
A estos, se sumaron los cuatro diputados de Córdoba que responden al gobernador Juan "Gringo" Schiaretti. "El tratamiento de dicho proyecto es inoportuno y no debe tratarse sin el consenso necesario que requiere una reforma de esta envergadura", explicaron en el comunicado donde reafirmaron su voto en contra. En este escrito nada dijeron sobre si darían quórum, o no, para abrir la sesión. En Córdoba, uno de los principales bastiones electorales del antikirchnerismo, la marcha del lunes pasado se hizo sentir en un sector de la población, y sus dirigentes no quieren pagar el costo político. El interbloque lavagnista además lo integran los dos diputados del socialismo santafesino --Luis Contigiani y Enrique Estevez-- que también rechazaron la iniciativa. Con el voto negativo ya anunciado de Nicolás Del Caño (PTS), Romina del Plá (PO) y Beatriz Ávila (PJS), la suma total da 128: 116 de JpC, 9 del lavagnismo, 2 de la izquierda y Ávila.
Igualmente, nada está definido. Quedan una decena de legsiladores que aun no se pronunciaron públicamente por la iniciativa. Ahí están dos del bloque Justicialista Eduardo "Bali" Bucca y Andrés Zottos, siete del Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, que conduce el mendocino José Luis Ramón, de muy buen vínculo con Massa. Este espacio, por lo general, vota de forma dividida pero no obstaculiza al oficialismo para avanzar con sus proyectos. De esta misma forma suele hacerlo la neuquina Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino.
Sergio Massa no se apresura para hablar de la reforma y busca llevar una agenda de consenso con la oposición. La intención del tigrense es sesionar esta semana para el proyecto de Defensa de los Activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad y la pesca ilegal en las Islas Malvinas. Pero para esto deberá sentarse con los jefes de bloque de la oposición y acordar la continuidad de las sesiones telemáticas, en el marco de la pandemia. En este tema, la posición de Juntos por el Cambio es conocida: solo tratar temas que tengan previo acuerdo.
Si con el correr de las semanas, el conteo de votos sigue complicado para el Frente de Todos, el oficialismo tiene distintas herramientas para tratar el tema en el recinto sin una desventaja que los comprometa. Así, podría De Mendiguren renunciar a su cargo en el BICE y ocupar su banca nuevamente. También la discusión del presupuesto para el año que viene traerá nuevos acuerdos entre el oficialismo y los gobernadores opositores, que podrán alterar el voto de algunos diputados o levantarlos de su banca en le momento que resulte necesario. En todo caso, la votación será reñida. El trabajo en las comisiones, y particularmente en la redacción de los despachos, suele ser otro lugar en el que el oficialismo logra acordar con algún sector de la oposición para sumar apoyos en el recinto.
Así las cosas, el Senado dará media sanción a la reforma del fuero federal y girará el proyecto a Diputados. Si bien el panorama no es del todo alentador para el Frente de Todos, la dupla Kirchner-Massa tendrá que recurrir a la rosca para sancionar una ley, bajo la atenta mirada de la Casa Rosada.
Informe: Antonio Riccobene