Para el intendente de la ciudad termal, en la conformación de la Comisión de Acción Política (CAP) de Salta, órgano que maneja los hilos del PJ local, “no hubo toda la apertura que correspondía”. Lo sorprendió la presencia de figuras que venían de otros partidos e incluso que participaron en la gestión Cambiemos, y que no se haya tenido en cuenta a “militantes justicialistas de base”.
Subrayó la falta de representación del interior, sobre todo de los municipios del sur de la provincia, “de los 10 municipios más grandes el único reelecto y sin representación en la CAP es Rosario de la Frontera", indicó, aunque aclaró que no pretendía estar entre los nombres, pero sí que la zona tenga algún tipo de representativididad.
El jefe comunal aseguró que no era el momento oportuno para discutir “estos temas políticos en medio de la crisis que estamos viviendo por la pandemia”, y agregó que para el gobierno nacional, lo que pase en el PJ salteño tiene poca trascendencia.
Gustavo Solís se autodefine como un justicialista a ultranza desde que llegó a la política y reconoce que antes “vivía en una burbuja”, entre su pasión por los fierros, el Turismo Carretera, en el que compitió varias temporadas, y su trabajo como contador público. “Pero desde que comencé en la política se me hace carne la necesidad ajena”.
Llegó a la política en 2013 de la mano de Juan Carlos Romero y en 2015, con 35 años, ya era intendente. En 2019 acompañó al Frente de Todos con el que defendió su lugar como jefe del ejecutivo municipal.
Convencido del rol que debe asumir el Estado, afirmó que Alberto Fernández “se hizo cargo de la situación desde un primer momento”.
En diálogo con Salta/12, el dos veces electo intendente de Rosario de la Frontera consideró su gestión como exitosa en cuanto a los logros en la lucha contra el coronavirus, ya que lleva más de 150 días con un solo caso positivo. Y sostiene que es un municipio saneado, sin deudas y con independencia política y económica.
En cuanto a su futuro político, se anima a soñar con un tercer mandato por su perfil “ejecutivo”, pero tampoco descarta ocupar algún puesto “como constructor”.
-¿Cómo llegas a la política?
-Yo soy contador público, vengo de una familia que nunca participó en política y siempre trabajé en el sector privado en forma independiente y con la empresa familiar que es de agroservicios. También heredé la pasión de mi padre por el automovilismo y llegué a competir en la máxima categoría nacional en el Turismo Carretera hasta el 2013 que comencé a incursionar en política.
Ese año fui candidato a diputado y perdí por 180 votos, pero quedé instalado como una alternativa para lo que vino en 2015, que gané apenas por dos puntos (al derrotar a la histórica referente del PJ local, Rómula Montero). Ahí comencé a trabajar para cambiarle la cara a lo que se acostumbraba que fuera la gestión municipal.
En ese momento se creía que solo se trataba de alumbrado, barrido y limpieza, y nosotros le imprimimos otra lógica, y resolvimos muchas cosas que durante décadas estaban sin resolverse como el Teatro, el Paseo de artesanos, el Parque acuático, el comienzo del Parque industrial y la obra pública.
Eso nos llevó a ganar muy bien en 2019 a pesar de los cuatro años de Macri que fueron durísimos desde lo económico, y ahora nos agarró la pandemia, así que nunca tuvimos bonanza económica y, sin embargo, le imprimimos una forma de gobernar que hizo crecer a la ciudad.
Yo cuando llegué encontré en mi interior una vocación que no sabía que la tenía, me hago cargo que antes de la política vivía en una burbuja, entre mi trabajo, el automovilismo, la familia y los amigos. Pero desde mi primer candidatura sentí mucha empatía con la gente y vocación a hacerme carne de los problemas.
No me da igual un chico que tiene hambre y no va a la escuela o una abuela que no tiene para pagar la luz. Por eso me sigo capacitando, para mejorarme, ahora estoy haciendo una maestría en políticas públicas en la Universidad Austral, para tener más herramientas.
-Como dijo el Presidente, “a la Argentina le fue mejor con el coronavirus que con Macri”
-Y sí, vos fijate que el mejor año en lo económico de su gestión fue en 2017 y, sin embargo, desde lo fiscal a los municipios nos dejó disminuidos, nos sacaron el Fondo de la Soja y después las Cooperadoras.
De todas maneras somos un municipio con estabilidad fiscal, obviamente que cuanta más ayuda recibamos del gobierno nacional y del provincial más cosas podemos hacer. Pero a nivel primario tenemos absoluta independencia, podemos hacer obras, pagar servicios y sueldos sin arrodillarnos ante nadie, ni dejar nuestras convicciones de lado. Por eso tenemos soberanía política y una base de militancia muy sólida.
-En 2019 competiste y le ganaste al saencismo ¿qué relación tenés con el gobernador?
-Es una relación correcta, no muy cercana, por ahí nos mensajeamos y viajé una vez con él a Buenos Aires. Pero tengo diálogo, creo en la construcción. Y esto es tan cambiante que los que el año pasado le dieron las espaldas al Partido hoy utilizan el PJ como una estructura electoral.
-¿Cuál es tu opinión sobre lo que pasó con el armado de la CAP este fin de semana?
-Bueno, es natural que después de los malos resultados que tuvo el justicialismo haya reestructuraciones. También, que a un Partido con bases fuertes y estructura pesada en términos de costo se le hace difícil prescindir del gobierno.
Pero creo que no hubo toda la apertura, porque el departamento de Rosario de la Frontera no está representado en la CAP, y esto no pasa por mí, sino que hay muchos dirigentes y referentes. Habrá que ver cuál es su lugar en la construcción nacional. Me da la sensación que va a haber posiciones distintas entre la elección nacional y la provincial.
Sí me llama la atención que en algunos lugares no se tuvo en cuenta a militantes de base del justicialismo y sí a personas que vienen del macrismo e incluso estuvieron militando para ese partido en las últimas elecciones. Es medio un justicialismo sui géneris. Bueno, hay gente que puede cambiar y por ahí se reinventa y quiere trabajar por la justicia social.
También me parece que hay muchos que tienen demasiada versatilidad para reinventarse, no digo que esté bien o mal, sino que forma parte de una cualidad. Hay que darle tiempo, yo trato de ser crítico y objetivo con la construcción y el camino, más que con las conformaciones.
No creo que el gobierno nacional haya intervenido, tiene otras prioridades vinculadas a la pandemia y sacar esto adelante. No lo veo preocupado por lo que pase por el PJ salteño que representa al 3% de los habitantes en el país. Pero sí creo que no fue oportuno el momento de discutir esto. Tenemos que tener toda la energía puesta en resolver esta crisis.
-¿Cómo evalúa la conducción del Frente de Todos en Salta?
-Creo que tiene que reinventarse, evidentemente la estrategia electoral no fue buena, porque a nivel provincial los guarismos no estuvieron ni cerca de lo que ocurrió a nivel nacional.
Va a ser difícil encontrar un referente, por lo que hay que apuntar más a la horizontalidad, a la construcción de mesas, y más allá de discutir quién ocupa un cargo o es candidato, hay que discutir proyectos. Qué vamos a hacer si nos toca ser gobierno, cómo reagrupar nuestras fuerzas legislativas y qué sentido le damos para discutir una Salta más federal, con mayor equidad social, que la provincia sea lo pujante que debería ser; las malas decisiones nos han hecho perder el rumbo.
-¿Cómo evalúa los pilotos de tormenta nacional, provincial y municipal en la pandemia?
-Alberto Fernández se hizo cargo de la situación desde un primero momento, jamás lo escuché echar culpas al gobierno anterior como sí lo hizo Macri apenas asumido. Al contrario, dijo saber qué país agarraba.
Lamentablemente a menos de tres meses de asumir se topó con esta pandemia, y creo que la gestión fue muy pero muy buena en lo decisional, pero en lo comunicacional se fue desgastando con el transcurso del tiempo porque no hubo una reconversión del mensaje y la gente siente el desgaste.
Pero hay que destacar que más allá del déficit fiscal propio de la situación y de los cuatro años de desastre anteriores, tuvo una muy buena reacción con programas como la Tarjeta Alimentar o la IFE. Eso generó que la economía social no se resienta tanto.
Con respecto a la provincia, lo atacó muy rápido la crisis socio sanitaria en el norte, pero habría que buscar bien la génesis de esa crisis. Es fácil echarle la culpa a los que se fueron, pero si uno tuviera un plan, sabe que llega diciembre y se vienen las épocas complicadas. Y hay que hacer cambios profundos, porque si discontinúas primera infancia, que es el que llevaba el seguimiento de los casos, te quedás sin combustible a mitad de camino y te pasa la tormenta por arriba.
Me parece bien que se haya visibilizado el problema, el primer síntoma para resolver un problema es reconocer que existe la enfermedad y después tomar las decisiones en consonancia. Creo que recibió muchísima ayuda del gobierno nacional y tendremos que esperar a que la provincia ejecute un plan, si es que lo tiene.
Desde lo municipal, venimos promoviendo políticas de integración, conformamos la liga de intendentes del sur para promover políticas de desarrollo. En esta instancia nadie se salva solo y para nosotros este es el momento del sur de la provincia.
Hemos retomado un 80% la obra pública y nuestra economía está activa. Y en proyección apuntamos al desarrollo económico con cuatro pilares fundamentales, el turismo, trabajamos muy bien y hay que destacar al ministro Mario Peña con quien compartimos una visión de turismo termal que nos puede posicionar muy fuerte los próximos 10 años si hay continuidad. La industrialización, que tiene que ver con el agregado de valor en origen para generar mano de obra y riqueza. La reconversión productiva, generar valor en la cadena agroalimentaria y convertir el grano en proteína, algo que es un déficit en materia alimenticia en la provincia. Por último el emprendedurismo, pusimos nuevamente en marcha un plan de innovación y empleo y el de microcrédito municipal, gestionando cinco o seis créditos por mes de $40.000 y con un interés del 1% mensual.
En cuanto a la pandemia, a veces es difícil ser objetivo cuando se habla de uno mismo, pero a los hechos me remito, llevamos 150 días y tenemos un solo contagiado y lo hizo en el Hospital de Güemes. Por lo que evidentemente algo bien hemos hecho.
El municipio se hizo cargo de la gestión en primera persona sin esperar que venga la provincia. Alquilamos un edificio en donde funcionaba una clínica y lo refuncionalizamos y acondicionamos para recibir a 40 personas que lleguen con Covid. También abastecimos al hospital y a los policías, y nos hacemos cargo de los controles en conjunto con la Policía.
-¿Cómo se ve a futuro en 2023?
-Yo soy mas perfil ejecutivo, pero también puedo ser constructor. Pero en política uno nunca puede elegir qué es lo que quiere, sino que tiene que ser funcional al partido y lo que demande el momento. No descarto un tercer mandato. Pero esa discusión la vamos a ir viendo con el tiempo.