A pesar del aumento de casos de coronavirus registrados durante los últimos días en Gran Bretaña, el primer ministro Boris Johnson instó a los padres a que envíen a sus hijos a las escuelas a partir de septiembre. Su gobierno sostiene que las probabilidades contagios en esos lugares son “muy bajos” y aseguró que “es más probable que los maestros se contagien en un descanso para el café que en las aulas”.
En la última semana, en ese país se registró un promedio de mil contagios diarios de coronavirus, lo cual elevó la cantidad acumulada de casos a 326.086 desde que comenzó la pandemia, con 41.429 fallecimientos.
A pesar de estos datos que hablan de un posible rebrote de la enfermedad y con el mismo espíritu con que al principio de la pandemia minimizó los efectos del virus y luego se contagió de él hasta estar internado en terapia intensiva, Johnson publicó un hilo de Twitter en el que resalta que "es absolutamente vital que los alumnos vuelvan a la escuela en septiembre".
"Es vital para su educación, es vital para su bienestar, es vital para su bienestar físico y, de hecho, mental”, dice el premier en la serie de mensajes que incluye un video donde insiste: “Asegurémonos de que todos los niños, todos los alumnos, regresen a la escuela a principios de septiembre".
“Es más probable que los maestros se contagien en un descanso para el café que en las aulas"
Para reforzar el mensaje lanzado por Johnson al regreso de sus vacaciones, un reciente análisis del Departamento de Salud Pública de Inglaterra (PHE, por sus siglas en inglés) asegura que solo hubo 67 casos confirmados en escuelas durante junio.
Para convencer a los docentes, la subdirectora médica británica, Jenny Harries, consideró que “es más probable que los maestros se contagien en un descanso para el café que en las aulas”. El riesgo para ellos, agregó, es probablemente más alto "entre el personal" que entre los chicos.
Es más, volvió a minimizar el virus tal como lo había hecho Johnson a principios de año. Dijo que ningún entorno estaba "libre de riesgo" del coronavirus, pero que era mayor la posibilidad de contraer la gripe común estacional que la Covid-19.
A raíz del golpe que la pandemia dejó en ese país, muchos alumnos británicos no asisten a clases desde marzo. Ese mes, las escuelas fueron cerradas excepto para la ayuda de niños vulnerables y los trabajadores clave.
Así y todo, el gobierno británico sostiene que es poco probable un escenario donde todas las escuelas del país se vean obligadas a cerrar nuevamente. "Pensamos que los riesgos de transmisión dentro de la escuela son bajos, siempre y cuando se implementen las medidas recomendadas", agregó la funcionaria.
El Departamento de Salud Pública de Inglaterra sostuvo que la mayoría de los casos relacionados con brotes se produjeron en el personal, por lo que los docentes debieran estar "más atentos a la exposición fuera del entorno escolar para protegerse a sí mismos, a sus familias y al entorno educativo".