La perspectiva histórica muestra que, en cada crisis, lo primero que sacó la cabeza del pozo fue la construcción. Hoy, desde el sector afirman que gracias al influjo de “dinamizador” de la obra pública la actividad empezó a moverse con una visión de corto plazo positiva. La mala: un tercio de las obras totales están en el AMBA, que aún sigue con restricciones sanitarias por la COVID, para lo cual se empezó a afinar el lápiz con los gobiernos porteño y bonaerense para establecer protocolos ya no de obra, sino de traslado de trabajadores.
“Fuimos mejorando mucho con las aperturas y con la obra pública”, dijo a Página I12 Iván Szczech, titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) y aclaró que ese fenómeno se viene dando en todo el país. Explicó también que hay algunos distritos como Córdoba, Santa Fe o la Ciudad de Buenos Aires que tienen algunos problemas fiscales y que “pagaron a proveedores con bonos, por lo cual allí está siendo más difícil la ejecución”.
En números, del total de obra pública, el 50 por ciento es Nacional y la otra mitad se divide en partes iguales entre municipios y provincias. El trabajo con la política, admitió el empresario, es bueno en todos los distritos, y respecto al ladrillo público ponderó la mesa de seguimiento de los trabajos que funciona en el ámbito del Ministerio de Obras Públicas que comanda Gabriel Katopodis.
En Camarco apuntaron que el sector lleva perdidos 150 mil empleos, 76 mil de los cuales ocurrieron pre pandemia y los 74 mil restantes en el marco del confinamiento. Pero la expectativa, contó Szczech, es que una vez que caigan las restricciones, se regenere a niveles del 2014: así, se podría pasar de los actuales 267 mil empleos activos a cerca de 435 mil, un nivel razonable para la industria.
Si bien la movilidad condicionó los niveles recuperación, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que difunde el INDEC, reflejó que abril fue la mayor caída de actividad, con un 76 por ciento, desacelerando a un 46 por ciento en mayo y un 14,8 por ciento en junio. “Hubo mucho correlato en la venta de materiales –completó el jefe de Camarco-, creció mucho el rubro”.
Aún ante esta realidad, el AMBA siguen siendo clave para el despegue. El 35 por ciento de la obra total del país está en esa zona, y la Ciudad concentra buena parte de ello. Este fue uno de los temas que, incluso, se charlaron informalmente con el presidente Alberto Fernández.
Los constructores de Camarco afirman que tienen un protocolo para que “las propias constructoras se hagan cargo del traslado de sus obreros, dado que se ha testeado en el Interior del país que en las obras no ha habido contagios”. En ese sentido, no parece haber mayores diferencias con lo que ya ocurre en la industria, que tiene aceitado el sistema de viajes que evita el uso de transporte público.
QUÉ DICEN LOS DUEÑOS
Camarco acaba de dar a conocer la última encuesta de opinión, que hace un tracking mensual entre las 1300 firmas socias. Allí se observa que “de las obras con contrato vigente al 31 de julio, el 54 por ciento están en desarrollo normal, el 17 están demoradas y otro 13 paralizadas”. Y que “la proporción de obras con desarrollo normal mejoró en los últimos tres meses, pasando del 34 al 54 por ciento actual”.
En cuanto a suspensiones, que según el titular de Camarco “no hay sido tantas”, se percibe que “el 17 por ciento de las empresas tuvieron que suspender personal bajo convenio UOCRA, en el AMBA ese número llegó al 33 por ciento y en el interior solo son el 11 por ciento”. Esto último confirma la importancia del negocio en Capital.
El indicador de cantidad de empresas asistidas por el Estado para pagar salarios también muestra detalles de la puesta en marcha de la actividad: en julio del 2020, el 43 por ciento fueron incluidas en ATP, contra casi el 70 de abril. Asimismo, el 31 por ciento espera que la actividad mejore a tres meses vista, el 31 por ciento que se mantenga igual y el 20 cree que bajará.
Respecto al dólar, no incluido en el trabajo, Szcech dijo a este medio que “más allá de que nunca es bueno que el tipo de cambio distorsione la economía, en la construcción bajó mucho el costo y en dólares y hay mucha gente que vende divisas para comprar metros cuadrados, la venta en pozo está mejorando sensiblemente".