El brasileño Ronaldinho y su hermano Roberto abandonaron este martes el lujoso hotel en el que cumplían reclusión domiciliaria con dirección al aeropuerto de Asunción para emprender vuelo con destino a Río de Janeiro, tras casi medio año detenidos en Paraguay por uso de documentos falsificados.

Ambos hermanos subieron a un auto que les esperaba a la puerta del hotel Palmaroga, en el centro histórico de la capital, y donde les esperaba un nutrido grupos de fanáticos, periodistas y fotógrafos. De hecho, el auto tuvo problemas para salir del lugar ante la presencia de numerosos simpatizantes que se amontaron contra los vehículos para sacarse selfies.

El vuelo privado que llevará al ex astro brasileño a su país fue autorizado por el Consejo de Defensa Nacional (Codena), el organismo oficial que gestiona la entradas y salidas de Paraguay ante el cierre de fronteras y bloqueo aéreo por la pandemia de coronavirus.

La noche de este lunes fue la primera en libertad de los dos hermanos tras un periplo judicial de cinco meses que resolvieron ese día con el fallo del juez de garantías Gustavo Amarilla, que les benefició con la suspensión condicional del proceso.


Sin embargo, la salida procesal obliga a Roberto, que fue condenado a dos años de cárcel, a presentarse durante ese periodo, y cada cuatro meses, ante las autoridades judiciales de su país.

Además, los dos hermanos deberán pagar unos 200.000 dólares en concepto de "reparación social" para dar por finalizados sus procesos, monto que será destinado a la compra de insumos y equipos médicos para la lucha contra el covid-19 y para una campaña de ayuda a Bianca, una niña de un año con Atrofia Muscular Espinal que necesita de aproximadamente dos millones de dólares para acceder a la droga necesaria para curar la enfermedad genética.


La multa impuesta a los hermanos brasileños será extraída de los 1,6 millones de dólares que depositaron en el estatal Banco de Fomento como fianza para acceder a la reclusión domiciliaria en el hotel de Asunción a mediados de abril.

El caso

Los hermanos llegaron al aeropuerto de Asunción el 4 de marzo tras salir de San Pablo con documentación brasileña, aunque en la dependencia paraguaya de Migraciones exhibieron pasaportes y cédulas paraguayas con sus nombres y fotos, que luego se descubrió estaban manipuladas.

El exfutbolista había viajado a Asunción para prestar su imagen a un proyecto de asistencia médica gratuita a niños paraguayos organizado por una fundación presidida por la empresaria Dalia López. La empresaria, que recogió a los dos hermanos en el aeropuerto capitalino, se encuentra prófuga y bajo orden de captura internacional.

Las imputaciones de Ronaldinho y su hermano derivaron en procesamientos a una veintena de personas, entre ellas gestores y funcionarios de Migraciones y de la Dirección de Identificaciones de la Policía Nacional supuestamente vinculados a un negocio ilícito de manipulación de documentos.