“¿Ves el de espalda? Bueno, soy yo el día del quilombo por la reforma jubilatoria, con Macri”, indica Carlos Vasallo. Tal cual: la foto muestra al tipo parado, solo, y mirando de frente a un pelotón policial de esos que, cuando reciben órdenes neoliberales, se tornan peligro puro. El tipo sí, pero la espalda no está sola. Tiene un conmovedor y reminiscente tatuaje con el escudo justicialista en la base, rodeado por imágenes de Eva, de Perón, y de su gente, más dos ideas que el contubernio mediático-judicial-represivo no pudo, no puede ni podrá vencer: "lealtad" y "17 de octubre".
“Venimos de Lomas del Mirador, un barrio de clase trabajadora en el que la realidad social nunca nos fue ni nos será indiferente, no solo por verla a nuestro alrededor sino por vivirla en carne propia”, se presenta Vasallo, el tipo, que además es bajista, fundador, compositor y cantante de Fatigados, banda metalera que también integran Juan Manuel Vila en batería, más Diego Pantano y Matías Salinas en guitarras. “En estos momentos estamos ultimando detalles de cara al tercer disco y esperando que termine el flagelo para salir a tocar, a rockearla”, amplia él, pero no esperando sentado ni ajeno.
El obrerismo peronista del músico se legitima en que, junto a guitarrista Salinas, le pone el cuerpo al coronavirus todos los días: ambos son enfermeros del Hospital Muñiz. “Con Mati estamos abocados al cuidado de los más vulnerables y en especial a la atención de enfermos por covid”, asegura . “Vemos azorados esas marchas anticuarentena motivadas no sabemos por qué y que tanto mal nos están haciendo. Puedo asegurar, porque lo veo todo el tiempo, que el esfuerzo que están llevando adelante todos los integrantes del equipo de salud nacional es impresionante. Los conozco desde adentro, y sé que están motivados por la solidaridad y la empatía por el otro, algo que a veces no tiene explicación, igual que el heavy metal”, compara Vasallo.
Fatigados se originó en La Matanza en 1998, bajo las influencias de V8, Hermética, Metallica y Judas Priest. A la fecha, contabiliza unos ochocientos shows, dos discos cuyos nombres coinciden con la foto inicial (Civilización es barbarie y No más imperios), más un trabajo en directo llamado Vivo y combativo, que muestra los festejos por los veinte años de la banda, con las participaciones de dos "tanos" del rock pesado vernáculo (Marciello y Romano), más Eddie Walker, entre otras figuras del género.
Vasallo, también letrista, corta camino en su larga historia y se centra en el crudo, pesado y jauretcheano Civilización es barbarie, grabado en 2004. “La historia oficial siempre nos contó que la civilización tenía que ver con las buenas costumbres que se traían desde afuera, con todo lo relacionado a las grandes metrópolis europeas y que, si no tomábamos ese rumbo, caeríamos en la barbarie”, sostiene. “Ese concepto facilista, cipayo e impuesto por las grandes elites dominantes es todo lo opuesto a nuestro pensamiento. Para nosotros, todo lo que tenga que ver con el sentir latinoamericano, con nuestras costumbres y con el desarrollo de nuestra región es lo que nos llevará algún día a la felicidad y a la dignidad de nuestra gente. De aquí sale esto de decir que hacemos metal nacional y popular. Ojo, no confundir con 'nacionalista', hoy muy de moda lamentablemente entre algunos de nuestros pares metaleros”, se planta Vasallo, muy enojado por las ideas delirantes y fascistoides que se están apoderando de una parte de sus congéneres.
No es difícil descubrir que la banda está más cerca de aquel metal criollo que se enfrentaba a la explotación laboral o a la represión a través de temas emblema como “Gil trabajador” o “Tú eres su seguridad” que a la diáspora ideológica posterior. “Fue un gran momento cuando Malón invitó a las Madres de Plaza de Mayo al escenario, recuerdo. Algo totalmente contrario a lo que pasa hoy, cuando varios de nuestros referentes han virado al pensamiento de ultraderecha empujando inconscientemente al público. En las redes sociales se ven publicaciones que dan mucha tristeza”, lamenta el enfermero, en implícita alusión al vuelco de Ricardo Iorio, otrora gran referente del género. “Nosotros, en línea con el ideario nacional y popular, no dudamos en homenajear a personajes que defendieron esta teoría como Juan Manuel de Rosas o los combatientes de Malvinas, como tampoco dudamos en criticar a los que están en la vereda de enfrente, a quienes reflejamos en el tema 'Miserables'”, detalla el músico, anclado en este tema bien viscoso y thrashero, que ataca certeramente a Galtieri, Cavallo, Menem, Massera, Pinochet y Bush, entre otros.
-No más imperios, el segundo disco, tampoco es ajeno a tal postura
-Tal y tan es así que dedicamos un tema (“Por Alá”) a los mártires que aguantaron la invasión mentirosa de Estados Unidos en Medio Oriente e hicimos otro como “Revolución América”, inspirado en distintos líderes latinoamericanos: Eva, Juan Perón, Hugo Chávez y Fidel.