El Gobierno avanza en un plan de seguridad especial para la provincia de Buenos Aires, cuya elaboración fue nuevamente el eje de lo conversado en la habitual reunión de los martes en Olivos de la que participaron el presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Queda por definir el monto de la inversión total -se habla de entre 6 y 10 mil millones de pesos- que demandará el paquete de medidas que incluirá la incorporación de nuevos efectivos, la compra de dos mil patrulleros, más cámaras y botones antipánico para los municipios, refacción de comisarías y construcción de módulos carcelarios. Algunas versiones adelantaban que el anuncio sería este jueves pero en la Casa Rosada dudaban de que se pudiera llegar a tiempo y quedaría para la semana que viene.
El plan de seguridad bonaerense ya había sido el principal tema del encuentro del martes pasado. Luego de un primer mes de cuarentena en el que los delitos bajaron drásticamente, los casos de inseguridad en el Conurbano se incrementaron en las últimas semanas aunque en el gobierno nacional desmienten que se trate de una "ola". Sostienen que los números están en el promedio habitual pero que influye la acción de los medios opositores que baten el parche, algo que repercute en el ánimo social con protestas y marchas a los municipios cuando ocurre algún caso toma relevancia. Es la preocupación que llevaron los intendentes a Olivos y que Fernández aceptó tomar como un asunto prioritario, cuestión de retomar el vínculo con los jefes comunales con los que últimamente no trata tanto en virtud de la pandemia.
Del encuentro participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros Gabriel Katopodis, Wado de Pedro y Mario Meoni. También estuvo el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los intendentes Juan Zabaleta (Hurlingham), Fernando Espinoza (La Matanza), Martín Insaurralde (Almirante Brown) y Jorge Ferraresi (Avellaneda). Al plan que se había conversado la semana anterior se le agregaron nuevos detalles, por lo que el paquete todavía debía definirse y probablemente terminara quedando para la semana que viene.
El Gobierno destinaría recursos para los municipios para la adquisición de nuevos patrulleros, uno de los reclamos. También se dotará de mayores recursos tecnológicos en lo que tiene que ver con cámaras de seguridad y centros de monitoreo. Además del reparto de más botones antipánico. En lo referente a la cuestión edilicia, se habló de refaccionar unas cien comisarías y de construir unidades carcelarias modulares. Los intendentes también plantearon la necesidad de una mejor coordinación para el despliegue de los efectivos de Gendarmería que la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, envió a algunas zonas calientes del Conurbano para reforzar los controles. El tema le valió un sonado contrapunto con su par bonaerense, Sergio Berni.
A propósito del secretario de Seguridad bonaerense, no fue tema de conversación. "Ya quedó claro que, por el motivo que sea, Axel lo va a mantener, así que es algo que no tiene sentido seguir discutiendo", explicó uno de los participantes del encuentro. La mayoría de los intendentes no hablan bien de Berni, de quien dicen que hace más para las cámaras que en lo real. De lo que sí se habló fue de la toma de tierras que sucedieron en los últimos días, especialmente en el sur del GBA. Los intendentes y los funcionarios nacionales conversaron sobre cómo controlar la situación y darle un cauce a esa problemática.
Junto con el paquete por la inseguridad, Fernández y Kicillof retomarán esta semana su habitual agenda por la cuarentena. De acuerdo a lo que se habló ayer -el tema se tocó por arriba- todo indica que seguirá sin mayores novedades. Probablemente hoy el gobernador reciba al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en La Plata para hacer un repaso de los números en el AMBA, con una ocupación de camas estable. El jueves está previsto que Fernández los reciba, luego de escuchar el panorama que le trazarán los infectólogos, y el viernes los tres protagonizarán el nuevo anuncio.