La jornada de protesta convocada por las CTA comenzó de manera trágica. Trabajadores de la CGT San Lorenzo, ubicada a 35 kilómetros al norte de Rosario, habían decidido manifestarse con un piquete en la entrada del parque industrial, en la intersección de las rutas 10 y 11. Alrededor de las 4 de la mañana, el conductor de un camión cisterna no quiso frenar y pasó a gran velocidad sobre los manifestantes. Producto del impacto el camión volcó y aplastó a un trabajador del sindicato de Vigiladores (Sutravip), quien falleció en el acto. Otras cinco personas resultaron heridas.
La víctima mortal fue identificada como Jonathan Gardini. Tenía 38 años, trabajaba en una planta de YPF y era oriundo de Ganadero Baigorria. Según informó la policía local, el chofer, un joven de 24 años, estaba alcoholizado. El test de alcoholemia le dio 1,16 cuando lo permitido para los transportistas es cero.
Según denunciaron los trabajadores, el camionero desenganchó el acoplado del cisterna luego de amenazarlos y después pasó por el piquete a gran velocidad, por lo que varios manifestantes debieron tirarse a la banquina para no ser atropellados. Por la furia que generó el atropello, los manifestantes prendieron fuego el camión y los bomberos tuvieron que intervenir para apagar las llamas.
Edgardo Quiroga, secretario general de la CGT San Lorenzo, dijo esta mañana que en el piquete había unas 300 personas y que "podría haber sido mucho peor". También aseguró que había personal de Gendarmería Nacional y de la policía de Santa Fe al momento del incidente.
En una conferencia de prensa, Quiroga advirtió: "Tenemos que ser más cuidadosos de lo que nos pueden preparar las patronales y el Gobierno (de Mauricio Macri), que buscan que nos enfrentemos los pobres contra los pobres". El dirigente confirmó que después del incidente levantaron la protesta y que decretarán "cinco días de duelo regional".
"El responsable es Macri, es el Gobierno nacional, si nos respetaran como trabajadores estaríamos en nuestra casa", completó.