Juan Ignacio Londero es uno de los tenistas argentinos con mayor crecimiento de los últimos años. Como les pasa a todos los jugadores, el Topo encara un proceso de cambios en plena pandemia y se encuentra en la burbuja especial que se preparó en Nueva York para disputar tanto el Masters de Cincinnati como el US Open. “Las canchas están bastante rápidas, se nota el reflejo de la pintura y me afectó en el primer partido”, analizó en un zoom especial que hizo con varios periodistas desde Estados Unidos, con Página/12 entre los medios presentes. El cordobés cayó en su debut en la qualy de Cincinnati ante el alemán Dominik Koepfer, pero ya apunta todos los cañones al Grand Slam neoyorquino.
En ese sentido, Londero cree que la superficie es de las más veloces que le tocó experimentar: “Tengo poca experiencia en ATP pero este torneo es el más rápido que jugué por lejos y favorece a los sacadores; me entrené las últimas semanas en el Tenis Club Argentino y las canchas eran rápidas, pero no pensamos que acá fuera parecido. Me faltó adaptarme a la velocidad pero es cuestión de acostumbrarse”.
El Topo, actual 62° del ranking ATP y número tres argentino, se refirió también a la decisión de los organizadores de apartar al bahiense Guido Pella y al boliviano Hugo Dellien debido al positivo de su preparador físico Juan Galván: “Hablé con ellos y están bien, nunca tuvieron coronavirus; es una situación complicada, no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Al menos tuvieron la suerte de que los dejaran salir de la habitación para entrenarse y preparar el US Open”.
La burbuja de Nueva York configura una nueva vida para los tenistas del circuito, tanto dentro como fuera de la cancha. Ante la ausencia de jueces de línea por el protocolo sanitario, Londero explicó cómo es el armado a partir del ojo de halcón: “Hay 20 cámaras por cancha con ojo de halcón si que nosotros lo pidamos; me costó al principio jugar sin público porque genera un eco y perdés un poco la perspectiva de la pelota”.
Este año el cordobés se renovó y tomó la decisión de invertir a lo grande. Por eso sumó a Sebastián Prieto, ex entrenador de Juan Martín Del Potro, para profesionalizar todavía más un equipo de trabajo conformado también por el preparador físico Roberto Maccione y el manager Agustín Caceras. “Me di cuenta que soy mi propia empresa y por eso decidí sumar a Prieto; apostar en ese sentido es la única forma de tener frutos”, se sinceró.
En los últimos meses, durante su preparación para esta gira de retorno al circuito, Londero tuvo la posibilidad de entrenarse en el TCA con el propio Del Potro, quien volvió a afrontar una cirugía en la rodilla derecha. El cordobés comparte el deseo de todos: “Ojalá se recupere lo antes posible, es el mejor jugador que tenemos”. Respecto de cómo lo vio en aquellas prácticas, detalló: “Delpo es un poco particular con el tema de la información; entrenamos dos o tres veces pero no me gustaría decir algo que después salga. Prefiero dejarlo ahí, lo vi bien y me alegro que se haya ido a operar. Estuvo bien pero no nos manifestó nada sobre lo que sentía”.