La campaña de cara a la segunda vuelta electoral en Ecuador finalizó hoy con multitudinarias concentraciones de los dos candidatos, quienes culminarán una reñida competencia de segunda vuelta electoral el próximo domingo 2 de abril. El oficialista Lenín Moreno obtuvo en la primera vuelta el 39, 09 por ciento de los votos y quedó a menos de un punto de evitar el balotaje.
Para el cierre de campaña, Moreno reunió a miles de simpatizantes en Quito, mientras que el conservador Guillermo Lasso, que participa con la alianza de los movimientos Creo y Suma, cerró sus actividades con una marcha motorizada y una concentración en Guayaquil.
"Hago un llamado franco a la paz y a respetar la voluntad popular sin importar a quien favorezca", señaló Moreno, candidato de Alianza País, al agradecer el apoyo recibido en la campaña. Lasso a su vez rechazó la violencia y pidió a los ecuatorianos que no se abstengan de votar: "Haz que se respete tu voluntad y luego de votar vamos a las calles a defender la voluntad popular".
Luego de una campaña teñida de escándalos, sobre todo por las denuncias de las empresas offshore de Lasso, ambos enviaron en los últimos días un mensaje de serenidad para dar paso a las dos jornadas de reflexión antes de las votaciones.
Desde un escenario montado fuera de la Universidad Técnica de Manabi, el candidato de la AP y ex vicepresidente Lenín Moreno, hizo ayer un llamado a la unidad nacional y a la suma de voluntades para defender los logros sociales y económicos que han permitido mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos, como la gratuidad de la educación, la salud y el acceso a la vivienda. “No vamos a permitir que atemoricen a la gente como lo hicieron en la primera vuelta; han prostituido a la política; vamos a hacer una política decente, vamos a defender nuestros votos en paz", expresó.
En un discurso que duró media hora, Moreno explicó que su gobierno se basará “en mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos” y entre esos puntos destacó la educación. Sobre este tema se refirió directamente a Lasso y, subiendo un poco más el tono, expresó: "Señor candidato de la banca, no vamos a privatizar la educación, no vamos a eliminar becas como usted; candidato banquero, usted va a poder estudiar sin problemas en la universidad”.
El presidente Rafael Correa, por su parte, se mostró confiado en que Moreno será el presidente electo por los ecuatorianos este fin de semana, en línea a las últimas encuestas que lo dan vencedor por el 52,4 por ciento de los votos frente al 47,6 por ciento de Lasso (con una diferencia de 4,8 puntos). Correa exhortó al pueblo a respetar los resultados y denunció que la derecha está convocando una movilización hacia el Consejo Nacional Electoral. “Ellos no van a aceptar esos resultados porque está en juego el futuro de la derecha nacional e internacional”, vaticinó el mandatario que lideró la Revolución Ciudadana en el país.
Lasso, el banquero interesado en política, centró su discurso en una catarata de alusiones al “Cambio”, en línea con los lemas de la nueva derecha latinoamericana. "No tengas miedo, no te preocupes, vota con libertad, vota por el cambio. Haz que se respete tu voluntad”, expresó en su último acto de campaña en un barrio popular de Quito.
También, y a pesar de que Moreno y Correa ya repudiaron el suceso, volvió a la carga contra la Alianza País por los hechos ocurridos en las afueras del estadio Olímpico Atahualpa después del partido contra Colombia, cuando un grupo de simpatizantes de Moreno lo agredió. Lasso atribuyó el incidente a "mercenarios extranjeros" y relató que, al salir del complejo deportivo, él, su esposa y sus hijos fueron "agredidos por una pandilla" que utilizó palos y piedras para propinarles "golpes, patadas, puñetes y amenazas con cuchillos".
Las personas privadas de libertad sin sentencia ejercieron hoy su voto optativo y su decisión fue recogida en un operativo del CNE, con apoyo de las Fuerzas Armadas. Este viernes se realizará el voto asistido en casa, con el registro de los votos a domicilio de personas que no tienen capacidad de movilizarse debido a incapacidades o enfermedades terminales.