El gobierno de Rusia reveló recientemente un video sobre el lanzamiento de la denominada “Bomba del Zar” realizado el 30 de octubre de 1961 sobre el mar de Barents, en el Océano Ártico. Se trata de la bomba de hidrógeno más potente que ha sido detonada en la historia.
El video desclasificado por la Corporación Estatal de Energía Atómica de Rusia (Rosatom) dura más de 40 minutos y muestra cómo fue el lanzamiento de la bomba de hidrógeno RDS-220, cuyo nombre en código era Iván (por el zar) o Vanya.
Una bomba pensada en la Guerra Fría
La detonación realizada hace 58 años se enmarcó en la Guerra Fría, que comenzó con el fin de la Segunda Guerra Mundial luego de que Estados Unidos destruyera las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki con las primeras bombas nucleares lanzadas en la historia.
La Guerra Fría estuvo signada por una polarización casi total en todos los ámbitos entre Oriente y Occidente, incluyendo la carrera armamentística, por lo que las principales potencias del mundo no tardaron en acceder a la tecnología de la bomba nuclear que era utilizada comúnmente en lanzamientos de prueba como forma de demostrar el poderío militar.
En este contexto, la Unión Soviética logró construir la Bomba del Zar, el arma más potente creada hasta ese momento. Los técnicos soviéticos tuvieron que hacer modificaciones a un bombardero Tupolev Tu-95 para poder lanzar el proyectil explosivo, ya que medía ocho metros de largo y pesaba 27 toneladas.
La explosión
El encargado de lanzar la Bomba del Zar fue el piloto Andréi Durnóvtsev, quien la arrojó en una zona de pruebas del mar de Barents el 30 de octubre de 1961 desde una altura de 10 kilómetros.
La bomba explotó en el aire justo antes de tocar el agua -hecho que redujo la posterior radiación del artefacto- y provocó un “hongo” que pudo verse desde una distancia de hasta 1000 kilómetros.
Sájarov, de artífice de la bomba a antimilitarista
Uno de los principales artífices de la Bomba del Zar fue Andréi Sájarov, quien terminó abandonando el campo militar tras convencerse del peligro que representaba la carrera en el desarrollo de las armas nucleares.
De esta manera, Sájarov se convirtió en un ferviente militante antimilitarista y logró obtener el reconocimiento internacional con el premio Nobel de la Paz en 1975.