“La voz de una mujer tiene el mismo valor que la de un hombre” es el eslogan de la campaña del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y Amnistía Internacional para reclamar por la paridad de género en el Congreso de la Nación. La campaña tiene fotos intervenidas de los diputados Ricardo Alfonsín (UCR), Axel Kicillof (FPV), Felipe Solá (Frente Renovador); Federico Pinedo (PRO) y Néstor Pitrola (Partido Obrero) mientras pronuncian discursos legislativos, pero con sus bocas con rouge rojo. La campaña reclama que el cupo legislativo del 30 por ciento, aprobado hace 25 años, no sea un techo para la participación femenina y que se apruebe una ley nacional de igualdad real. En el 2016 tanto el Senado como la Cámara de Diputados aprobaron leyes de paridad, pero por ninguna de las dos vías las iniciativas están en la agenda parlamentaria para ser debatidas y sancionadas. El motivo principal es que Cambiemos aceptaba incluir la paridad si se aprobaba el voto electrónico pero sin un cambio global del sistema electoral (que no pudo prosperar) no se motoriza la igualdad para candidatas/os a diputadas/os y senadores/as.

El año pasado se aprobaron leyes de paridad en la Provincia de Buenos Aires, Salta, Chubut y Neuquén. Mientras que en Río Negro, Córdoba y Santiago del Estero ya existían normas que contemplaban la paridad para cargos legislativos.  “La igualdad en la composición de los órganos públicos es aún una deuda pendiente  que compromete los derechos humanos en nuestro país”, remarcó Mariela Belski Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional en Argentina. Mientras que Natalia Gherardi, directora ejecutiva de ELA subrayó: “La paridad es un compromiso ético y político que parte de la convicción de que las mujeres deben estar presentes en los espacios de representación política”.