Había una vez un chico canadiense que decidió que la mejor manera de contarle al mundo que odiaba a su mamá era a través del cine. Fue así que en 2009, y con apenas 20 años, Xavier Dolan debutó en la dirección con una película sutilmente titulada Yo maté a mi madre, cuyo arco dramático acompañaba el creciente malestar de un adolescente (interpretado por el mismo) hacia, obvio, su progenitora. Una mujer desagradable, gritona, dictatorial, sumamente inestable e histérica en el sentido más machirulo y peyorativo del término, como todas las que vendrían en una filmografía que hoy, más de una década después, acumula un aura prestigio insuflado por la incondicionalidad de Cannes para con su obra. Seis de sus ocho películas tuvieron su première en el evento francés, entre ellas la última, Matthias & Maxime, que luego de circular por distintos festivales y eventos especiales durante 2019 –aquí se vio en el marco de la Semana de Cannes realizada en el cine Gaumont en diciembre– tiene hoy viernes su lanzamiento mundial a través de la plataforma Mubi.

Tenía razón el español Javier Ocaña cuando en la crítica de Matthias & Maxime para el diario El País escribió que “a estas alturas quizá se pueda decir que Xavier Dolan es el cineasta reputado internacionalmente con menos grandes películas”. El opus ocho del quebequense arranca como una película de verano, es decir, de manera luminosa y feliz, con dos amigos de la infancia, que hasta entonces ni se registraban mutuamente con objetos sexuales, besándose como parte de la filmación de un corto de la hermana de uno de ellos para la universidad. Es un momento particular no solo por los descubrimientos sentimentales que eso implica, sino también porque Maxime (el propio Dolan) está en vísperas de un viaje a Australia que durará al menos dos años. No parece el mejor momento para enamorarse, aunque también es cierto que en el cine del canadiense nunca es buen momento para nada. Salvo para la especialidad de la casa: pelearse con mamá, que aquí alcanza el punto máximo de villanía tirándole en la cara, a falta de uno, dos objetos durante sendas peleas.

¿Por qué se pelean? Nunca termina de quedar claro y, la verdad, tampoco importa. Lo importante es, como siempre, que sea una vieja odiable. Al resto de las mujeres tampoco les va mejor. El amparo que le falta lo encuentra en las madres de sus amigos, que no son malas pero sí insoportables y frívolas, cuando no estúpidas. En los momentos que no escupe misoginia, Dolan despliega un relato que acompaña de manera paralela a sus protagonistas, ninguno con la espesura emocional suficiente para resultar interesante. Si Maxime es el arquetipo de espíritu libre aunque torturado, Matthias (Gabriel D'Almeida Freitas) encarna su opuesto perfecto, un apolíneo ejecutivo empresarial abocado al trabajo y las responsabilidades. Recién sobre la última media hora asoma un atisbo de humanidad en esas criaturas atrapadas en un universo regido por el ensimismamiento caprichoso del Dios que mueve sus hilos. 

4 - MATTHIAS & MAXIME
(Canadá/2019)
Dirección y guion: Xavier Dolan
Duración: 120 minutos
Elenco: Xavier Dolan, Anne Dorval, Pier-Luc Funk, Catherine Brunet, Gabriel D'Almeida Freitas, Antoine Pilon y Marilyn Castonguay.