El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, firmó dos convenios con su par de Educación de Salta, Matías Cánepa, para la construcción de salas de nivel inicial en el territorio provincial. La inversión será superior a los 500 millones de pesos y estará destinada para 12 salas de nivel inicial en ocho departamentos, Rosario de Lerma, Cachi, Cafayate, San Martín, Rosario de la Frontera, General Güemes, Molinos y Capital.
Gonzalo Pellegrini, secretario de Gestión Administrativa y Control de Procesos del Ministerio de Educación de Salta, contó a Salta/12 que las gestiones de los fondos para las obras se “empezaron a trabajar con Educación de Nación a mediados de enero del 2019”. En ese entonces Pellegrini ya ocupaba su actual cargo, que sostuvo con el cambio de gestión gubernamental.
Por los dos convenios que se firmaron ayer, el gobierno de Salta recibirá más de 500 millones de pesos desde los programas de Apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia y a la Política de Universalización de la Educación Inicial (Prini I) – Componente II y desde Mejoramiento del Desempeño del Sistema Educativo en la Educación Inicial.
Pellegrini confirmó que dentro de 15 a 20 días se iniciarán los llamados a licitación para las seis primeras obras. Aclaró que “por ahí la burocracia puede hacer que se demore unos días más, pero ya está el compromiso firmado y el financiamiento asegurado”.
“Con la implementación de estos dos programas se busca fortalecer las salitas de nivel inicial”, explicó Pellegrini. Los municipios de Capital, Tartagal y Rosario de la Frontera tendrán dos nuevas salas cada uno. En tanto, se construirán una en San Lorenzo, Molinos, Cafayate, Cachi, Rosario de Lerma y General Güemes.
Los lugares donde se construirán los edificios se eligieron después de un relevamiento que realizó el área de Nivel Inicial. “Se vieron las necesidades pedagógicas y en base a esas necesidades se fueron eligiendo las más importantes”, destacó el funcionario.
Si bien los plazos de ejecución de obras rondan el año y medio, Pellegrini dijo que la puesta en marcha se vinculará directamente con la situación epidemiológica que tenga la provincia en los meses venideros. “En localidades como Tartagal va a ser más complicado iniciar, pero esperamos en los próximos meses tener un panorama más claro”, sostuvo.
Estas nuevas obras siguen el camino de diálogo que la provincia mantiene con la cartera de Trotta y que ya posibilitó la construcción de un nuevo edificio educativo para la escuela 7764 de la comunidad wichí La Curvita, ubicada en la jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este. “Se la ubicó en una nueva cédula parcelaria y las obras empezaron hace una semana”, contó Pellegrini.
En febrero de 2018, en un desborde del río Pilcomayo, las 130 familias de La Curvita tuvieron que ver cómo el agua arrasaba con sus casas. La escuela de la zona se inundó en su totalidad y quedó inhabitable.
Después del siniestro, la unidad educativa fue llevada a una zona más céntrica de la localidad donde se “contaba con agua potable, red de conexión eléctrica, urbanización del cordón cuneta para poder salir del paso”, contó el funcionario. Sin embargo, las clases no eran dadas en otro edificio sino que desde 2019 se alquilaron “conteiners adaptados a oficinas”. Pellegrini dijo que eran de durlock, “algo que las mineras usan mucho”.
Además, de las nuevas salas de nivel inicial, la provincia también gestionó fondos nacionales destinados a arreglos y adecuaciones sanitarias de los establecimientos educativos. Los fondos provienen de los programas PROMEDU - PROMER y FUENTE 11.