Los jugadores de la NBA lograron llamar la atención del mundo con un boicot de tres días y ahora tienen previsto regresar a la competición a partir del sábado, con un claro mensaje político: en un comunicado conjunto, la Liga norteamericana y el sindicato de jugadores (NBPA) anunciaron la vuelta de los play offs junto a una declaración en la que dejaron sentada su posición sobre justicia social e igualdad racial, además de un compromiso de participar activamente en las próximas elecciones presidenciales.

Después de tres días de suspensión de actividades como protesta por los disparos que recibió Jacob Blake por parte de un policía de Wisconsin, los jugadores resolvieron volver para completar la temporada y los dueños y la Liga se comprometieron a no sancionar a nadie. Por el contrario, firmaron un documento conjunto con fuerte implicancia en la política nacional, lo que abre un nuevo desafío contra el Gobierno de Donald Trump, a esta altura un enemigo declarado de LeBron James y los principales referentes de los jugadores.  

La directora ejecutiva de la NBPA, Michele Roberts, y el comisionado de la NBA, Adam Silver, fueron los encargados de emitir la declaración conjunta en la que destacan las conversaciones constructivas que mantuvieron ambas partes de cara a conocer los próximos pasos para promover sus objetivos sociales.

"Todas las partes acordaron reanudar los partidos de playoffs de la NBA el sábado 29 de agosto con el entendimiento de que la Liga junto con los jugadores trabajarán para promulgar tres compromisos", destaca el texto, con tres puntos que exceden las cuestiones deportivas. 

El primer ítem indica la NBA y sus jugadores acordaron "establecer de inmediato una coalición de justicia social, con representantes de jugadores, entrenadores y dueños, que se centrará en una amplia gama de temas, incluido el aumento del acceso a la votación, la promoción del compromiso cívico y la defensa de reforma significativa de la policía y la justicia penal".

El segundo punto marca una jugada fuerte que involucra a los dueños, ya que "en todas las ciudades en las que las franquicias sean propietarias o controlen sus estadios, los equipos colaborarán con los funcionarios electorales locales para convertir las instalaciones en un lugar de votación para las elecciones generales de 2020 a fin de permitir una opción segura de votación en persona para comunidades vulnerables a COVID".

El tercero tiene que ver con la publicidad y los derechos de transmisión. En ese sentido el comunicado asegura que "La liga trabajará con los jugadores y las cadenas socias en la transmisión para crear e incluir anuncios publicitarios en cada juego de Playoffs dedicados a promover una mayor participación cívica en las elecciones nacionales y locales, y para crear conciencia sobre el acceso y las oportunidades de los votantes".

En el comunicado se ratificó además un proyecto que se había conocido antes del comienzo de la Burbuja de Orlando, con el que la Liga busca promover la justicia social, con la creación de una Fundación de la NBA centrada en el empoderamiento económico de la comunidad negra.

El documento firmado por la NBA y el sindicato marca un nuevo capítulo de confrontación fuerte con Trump, que hace tiempo que está en una guerra abierta con la Liga. El jueves, el presidente estadounidense trató de desacreditar la protesta al asegurar que la NBA tenía muy baja audiencia y que se había convertido en una organización política. "No sé mucho de la protesta de la NBA, sé que sus ratings se volvieron muy malos porque la gente está un poco cansada de la NBA. Se convirtieron en una organización política y es no es algo bueno ni para el deporte ni para el país", expresó el mandatario, que hace dos semanas había catalogado como "vergonzoso" que los jugadores se arrodillaran durante el himno. "Cuando veo gente arrodillada durante el partido, sin respetar nuestra bandera y nuestro himno nacional, lo que hago personalmente es apagar el televisor", había dicho Trump. 

La batalla entre las partes ya está abierta y promete más capítulos hasta las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.