La asociación de importadores y exportadores (Aiera) pidió al gobierno que relance el Sistema de Pagos en Monedas Locales (SML) para el cobro y pago de exportaciones e importaciones en monedas nacionales de los países del Mercosur. Este mecanismo permite que las operaciones de comercio exterior con los socios regionales se realicen mediante un esquema de compensaciones diarias que permiten dolarizar solamente la diferencia entre lo exportado y lo importado, en lugar de apelar a la divisa en cada transacción.
Si bien el SML fue implementado en 2008, en un contexto de fuerte sintonía política entre los gobiernos de la región, con los años quedó reducido y sin impacto en el agregado. Los objetivos del SML en aquel momento eran “familiarizar a los agentes económicos con las monedas locales de los otros países y aumentar la liquidez y eficiencia del mercado de cambios de esas monedas”, entre otros.
El sistema permite reducir la dependencia del dólar para concretar operaciones de comercio exterior. En un contexto de brecha cambiaria, puede desincentivar operaciones de subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones.
El mecanismo era el siguiente: en lugar de que cada empresa importadora tenga que comprar dólares para pagar a su contraparte (el exportador del país vecino), se confecciona una especie de clearing diario mediante el cual los bancos centrales se ponen de acuerdo para que el país con déficit comercial gire las divisas por el saldo correspondiente al país superavitario.
“Ello implica que si, por ejemplo, la suma de las ventas de las empresas argentinas a Brasil que utilizaran el SML fuera de 2 millones de dólares un día y la suma de las ventas de las empresas brasileras a Argentina que utilizaran el SML fuera de 3 millones de dólares ese día, en lugar de tener que comprar cada empresa importadora los dólares para pagar a su contraparte (3 millones en Argentina y 2 millones en Brasil), el BCRA sólo necesitaría y se encargaría de girar 1 millón de dólares al Banco Central do Brasil, evitándose toda la intermediación restante”, explica la Aiera. La operación permite reducir costos cambiarios, porque ni el exportador ni el importador tienen que pagar las comisiones que cobran bancos y casas de cambio por la compra-venta de divisas.
Para la Aiera, que representa al universo pyme que opera en el comercio exterior, “Argentina se encuentra en una situación financiera externa delicada desde hace varios años, con los numerosos problemas que ello acarrea en términos de estabilidad cambiaria e inflacionaria. A estos problemas estructurales, recientemente se sumó la cuestión de la crisis de deuda. Como si estos dos factores no fueran poco, se sumó el gravísimo problema de la pandemia y la muy fuerte caída global de la economía, caracterizada como la más grave desde la Crisis del ´30”.
La entidad advierte que “el país va a tener que hacer un uso muy cuidadoso de las divisas en los próximos años, de manera de poder incrementar sus reservas y hacer frente a los requerimientos y obligaciones externas y se deberán implementar nuevos mecanismos para desincentivar el uso de las que no sean estrictamente necesarias”.
“El SML fue creado la década anterior y aún está vigente y operativo. Demostró una correcta implementación y funcionamiento pero no fue priorizado ni promovido suficientemente y actualmente está un tanto olvidado”, dice el informe de Aiera.