Si la virtualidad agitó las aguas del debate sobre qué es teatro y qué no, algunas obras salieron ilesas de esa controversia y hasta propusieron una superación. Es el caso de Re Pulsiones, de Demian Cirigliano, quien como tantas compañías y grupos editó y “reestrenó” la filmación de una función. “En realidad si vos ibas a una de nuestras obras cuando las hacíamos presencial, ya decías que eso no era teatro. Y es porque somos la evolución del teatro. Nunca tuvimos nada de lo que clásicamente se considera como tal”, sentencia ante Página/12 el creador de Las pulsiones de Yamyla, la compañía responsable de la puesta y dueña de una estética muy original.

Si le piden definirlo, al trabajo que hacen lo llama “performance psicológica multimedia”. Lo explica de este modo: en las obras del grupo los personajes interactúan con el público en todo momento, siempre abundan las proyecciones y se busca “un realismo total”. Respecto a lo psicológico, el carácter está dado porque “cada personaje se construye desde una estructura freudiana”, marco teórico con el cual han intentado una sistemática fusión.

Disponible para su alquiler por 24 horas en Alternativa Teatral, Re Pulsiones es la segunda parte de una trilogía sobre “enfermedades mentales, su tratamiento psiquiátrico e institucional y la estigmatización de los pacientes con sufrimientos psicológicos”, según explica el director. A las otras dos partes –Pulsión Tóxicca y Versicolor- también las tenía filmadas, pero no a cuatro cámaras y con un sonido digno como la que ahora está en exhibición. Cuando estalló la pandemia, el grupo consideró que “era el momento propicio para hacer dialogar a la obra” y Cirigliano editó el sonido y la posproducción y la puso en circulación.

La historia que cuenta se sitúa en un fin de año y arranca con un video -tanto en la versión “real” como en la filmación- en el Hospital Moyano, el neuropsiquiátrico porteño para mujeres e identidades feminizadas. Allí está Yamyla, quien mató a su padre para defenderse de sus permanentes abusos. Pese al nombre del grupo, de todos modos, no se trata de un relato centrado en ella sino de uno coral: la acompañan otras internas, personajes finamente delineados para mostrar todas las caras de la minicomialización.

“Cuesta meterse en la locura porque es un tema del que nadie quiere hablar. Pero a veces es necesario y reflotarlo en este contexto nos pareció ideal”, dice el director de la compañía, que admite que la trilogía tiene parte autobiográfica porque hace unos años estuvo encerrado varios meses “al borde de la locura” por una experiencia personal.

--¿Cómo cree que resuena un texto sobre el encierro en contexto de cuarentena?

--Uno se siente identificado con estos personajes. Al ser una cuarentena tan larga uno transita distintas mentalidades, más positividad, más negatividad, igual que cuando estás encerrado en una institución o pasándola mal. En la obra contamos los padecimientos de los pacientes en relación a la sobremedicación, la falta de elementos, la soledad y los problemas de amor. Todas cosas que ahora en cuarentena nos pueden pasar. Por eso es fuerte y deja pensando. Apelamos mucho a la emocionalidad y queremos construir con la obra un discurso en torno a desmanicomialización.

--¿A quienes cree que hoy la sociedad califica como “locos”?

--Cada vez a más personas. Cualquiera que plantee una diferencia respecto a la supuesta normalidad es visto así. Puede ser loca una persona que se viste de distinta manera o que tenga otra elección sexual. Por eso digo que la locura es un tema del que nadie quiere hablar. Porque tiene cercanía con algo que a todos nos puede pasar.

--¿Qué aspectos de la teoría freudiana están presentes en los personajes?

--Cada uno está muy marcado en una pulsión, de ahí el nombre de la obra. Tenemos la fase del niño en un personaje que quedó detenido mentalmente en su niñez, la pulsión de vida en otra persona que es hiper positiva y la pulsión de muerte en otra mujer que está muy contaminada de vicios y es muy oscura. De todos modos no hay que saber de psicología para entender eso; sólo que si conocés la teoría le encontras algunos guiños más.

--Habla de que su compañía es una “evolución” del teatro. ¿En qué sentido?

--Así como el cine pasó de ser mudo a tener sonido, de ser en blanco y negro a ser color, y de filmarse de cierta manera a poder hacerse con un celular, la historia del teatro también nos pide esa evolución. Después de ocho años de trabajo con las veinte personas que conforman la compañía, hoy te digo que prefiero hablar de que hacemos algo multidisciplinar.

*Para alquilar Re Pulsiones se debe ingresar en https://www.alternativateatral.com/obra36106-re-pulsiones