Si los juegos son parte de la cultura popular, y a su vez la cultura popular es un registro de la historia, la conclusión de este silogismo lógico es que el ludismo también expresa sus propias lecturas sociopolíticas. Así sucedió con el ajedrez, lo mismo con el truco, y ahora con Conquista conurbano: El peronista sueño de conquistar el AMBA, una adaptación casera y cuarentennial del legendario TEG que se convirtió en furor durante la pandemia por su originalidad y gratuidad: el tablero, las tarjetas y el reglamento están libres de descarga en este link.
La idea surgió de Ailén Joseph y Luca Ramallo Sastre, dos militantes sociales de Moreno. Alu labura en un espacio de contención para gente en situación de calle y adicciones de Parque Patricios, Luca en un comedor de su barrio, y los dos son fanáticos de los juegos de todo tipo, sean de mesa, de naipes, de rol o de consolas.
En cuarentena le metieron mucho a los games online (como el Mafia), y también al Brandub, de origen celta. "Vemos al juego como un ejercicio que es a la vez personal y colectivo, y lo entendemos como una excusa para entablar vínculos y discutir sobre temas que no son tan cotidianos", explica Luca.
Justamente es esta intertextualidad la que los empujó a pensar en un juego donde pudieran revisar la territorialidad propia y articularla con situaciones de la vida cotidiana. ¿Un TEG del Conurbano? La idea es tan genial que uno se pregunto cómo no se hizo antes.
El AMBA y el territorio
"Nos llevó unos dos meses de laburo. Entre comillas, claro, porque también fue todo un proceso muy lúdico y divertido. No somos una empresa que se dedica a eso y tuvimos que hacer un esfuerzo por comprender la jugabilidad en los juegos de conquista de territorio", dice Alu. "En ese sentido, el trabajo inicial y mas engorroso fue hacer un paralelo entre mapas de otros juegos y el del Conurbano."
El mapa está dividido en seis zonas (Capital Federal, Norte, Sur, Oeste y dos cordones) que al mismo tiempo integran algunos barrios o localidades. Además hay mojones urbanísticos como ríos, puentes, rutas provinciales y autopistas. "Quisimos que el juego fuera un poco mas dinámico de lo que suelen ser los de este tipo", profundiza Luca.
"Por eso incluimos dos cosas. Por un lado, la cantidad de ejércitos que se colocan en cada ocasión es considerablemente mayor a los que estamos acostumbrados. Y, por el otro, pensamos el concepto de que las autopistas te llevan a cualquier punto del mapa de forma inmediata. Eso hace que tengas que estar más atento a las conexiones, pero a la vez acorta mucho el tiempo de los objetivos de territorio."
Al igual que en el TEG, el propósito de este juego es disminuir los ejércitos rivales para alcanzar el objetivo preestablecido en la carta inicial (ocupar algunos de los cordones, municipios y barrios, o destruir al jugador de la derecha). Todo en base a la suerte de los dados y también a lo que Alu y Luca establecen como su "marca personal": las cartas de situación.
Si aparece que "Alberto extiende la cuarentena", todos los jugadores deben retirar un ejército de un distrito propio, exactamente lo contrario a si "Las Abuelas encuentran otre niete"; además de tarjetas específicas de territorio como "Dengue en CABA", "Abrís una Universidad en el tercer cordón Norte", "Paro de maestros en zona Sur" o "Queman comisarías en zona Oeste".
Entre el reglamento y la estrategia, también se filtra una buena dosis de picaresca con consignas como "Hoy no podemos hacer choris porque hay lluvia" o "Paro de la CGT", aunque la misma tarjeta aclara que esto es posible "solo en un juego".
La patria conurbana también es el otre
"Nuestra intención era que el Conurbano no esté reflejado solo en el mapa, sino que podamos incluir en la dinámica del juego situaciones que nos suceden constantemente a quienes vivimos en el AMBA. Son muy variadas, algunas de acción inmediata y otras de mediano plazo que a veces nos benefician y en otras nos perjudican", detalla Alu, quien entiende que el juego también subraya un aspecto colectivo: "Cuando se le presenta una de estas situaciones a un jugador, nos modifica y nos transforma a todes les participantes".
Al igual que la famosa frase de "era una joda y quedó", Alu y Luca pensaron el juego como una idea propia para divertirse y compartirlo con amigues… hasta que el boca a boca (y la difusión de @thewalkingconurban y Los Chuchus) le dio una difusión tan grande que incluso llegó a los oídos de Yetem, la empresa creadora del TEG original. Es que el juego originalmente se llamaba GET Conurbano.
"Nos llamaron por teléfono y el diálogo fue muy ameno, pero nos plantearon la necesidad de proteger la identidad del juego original y entendieron sin problema cuáles eran nuestras intenciones. El acuerdo inmediato fue cambiar de nombre y ahí le pusimos Conquista Conurbano."
Solo en esas cuatro horas en las que tuvieron que sacar los archivos de Google Drive para modificar el nombre y el diseño, les llegaron 200 solicitudes de descarga. Muchos conocidos les sugirieron patentarlo. "Pero nunca tuvimos la intención de sacarle un rédito económico. Solo se nos ocurrió hacerlo público y de descarga gratuita", aclaran.
"Por eso aprovechamos a invitar a que ese dinero que se ahorran, lo destinen a acercarse a algún almacén y comprar un paquete de fideos, arroz, aceite o lo que se les ocurre, para acercarlo al lugar que más les guste. Miles de comedores funcionan cada día más desde que arrancó la pandemia. No hace falta caminar mucho: a dos o tres cuadras de nuestras casas seguro funciona uno de alguna organización social, iglesia o escuela."