Juan Martín Paleo es un ciudadano argentino nacido en Jujuy el 4 de mayo de 1962, cuando José María Guido tambaleaba en la presidencia de la Argentina a impulsos de fracciones militares que habían derrocado al también ilegítimo presidente Arturo Frondizi. El bebe Paleo gateaba cuando se enfrentaban azules y colorados. Ingresó en el Colegio Militar de la Nación en febrero de 1980 y egresó en noviembre de 1983 con el grado de subteniente del arma de Infantería, ocupando el lugar 43 en el orden de mérito entre los 214 integrantes de la 114 promoción. Quizás en el sable de oficial que le entregaron como signo de su rango, esté grabado el nombre del presidente Raúl Alfonsín, pero sin duda, las promociones que le siguieron tienen en aceros similares el nombre de presidentes nacidos de procesos democráticos e institucionales.
Paleo obtuvo el título de Oficial de Estado Mayor (OEM) en la Escuela Superior de Guerra, el que no solo le permitió lucir un botón rojo en su uniforme, sino también acceder a los grados de oficial superior , o sea coronel y general. Fue jefe de la Compañía de comandos 602, del regimiento de Asalto 601, de la Compañía de Fuerzas Especiales, comandante de la IV Brigada Aerotransportada (Paracaidistas), inspector general del Ejército y comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido. Es decir, todos destinos de acción en unidades de combate de punta, no es un “general de escritorio”, como fustigaban los carapintadas en los `80, aunque tiene en su haber dos licenciaturas, una de Estrategia y Organización y otra en Ciencias de la Educación. También fue agregado militar en la República Popular China.
Ahora, desde diciembre de 2019 es el jefe del Estado Mayor Conjunto (EMCO) de las Fuerzas Armadas por decisión del presidente Alberto Fernández, previo proceso de selección ejecutado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
Más allá que comanda el operativo “Manuel Belgrano” que organiza el despliegue de las FFAA para colaborar en el enfrentamiento al COVID-19, su acción pública más notable la protagonizó hace horas cuando emitió una comunicación que respondía al delirio o provocación, o las dos cosas juntas, pero sin dudas, reaccionarias, de un ex presidente de la Nación que profetizó, como si él fuera en realidad un militar antidemocrático de los años ´60, que no se iban a efectuar elecciones en 2021 y en su lugar anticipó un golpe militar.
“Lamento las expresiones del ex presidente – escribió el general de brigada Paleo- Constituyen comentarios fuera de época. Reafirmo el compromiso de las FFAA con la Constitución Nacional”. Poco, pero bueno. Esas pocas palabras del general Paleo fueron consultadas con los jefes de los Estados Mayores del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, quienes se consideraron representados por la definición del oficial de mayor graduación y antigüedad de todas las Fuerzas. Tuvieron el conocimiento del Ministro de Defensa.
Desde 1983 se han sucedido gobiernos democráticos, buenos y horribles, pero nacidos de la voluntad popular o institucionalmente constituidos. Pero, además, hace casi 30 años, que en las FFAA no se han producido rebeliones o motines, lo que es una conquista de la sociedad argentina, que lo hizo no solamente a partir de sus organizaciones más comprometidas con la vigencia de la democracia y los derechos humanos y del conjunto de la civilidad y de los sectores sociales populares, sino también de los propios militares después de ásperas y violentas jornadas.
Más allá de los delirantes o provocadores, existe una fuerte convicción construida pacientemente por la sociedad argentina aunque ella, a veces, no se dé cuenta de lo que ha levantado. Por ello, no habrá “golpe militar”, porque aunque si alguien lo intentara, nunca nos rendiremos. Solo habría en esa eventual ominosa ocasión, victoria de la Constitución, producida por civiles y militares. All togheter now.