El gobierno de la Ciudad resolvió que a partir del próximo lunes queda autorizada la actividad gastronómica al aire libre en la Ciudad de Buenos Aires. Los bares y restaurantes que cuenten con la habilitación para colocar mesas y sillas en el exterior van a poder atender a clientes nuevamente. Además, se habilitarán las obras de construcción del sector privado mayores a 5.000 metros cuadrados y aquellas a las cuales le resten 90 días para la finalización.
De acuerdo al protocolo establecido por el Gobierno porteño, los encargados de los establecimientos, previo a la atención al público, estarán obligados a validar la propuesta de reapertura.
Las normas que deberán cumplir incluyen "que no podrá haber servicio alguno en los salones internos, la distancia entre personas deberá ser de al menos 1,5 metro y habrá que llevar al mínimo posible la convivencia simultánea en un mismo espacio físico".
El uso permanente de tapabocas será obligatorio tanto para los clientes como para el personal gastronómico. En caso de que el local no disponga de un acceso directo desde el exterior al patio o terraza, "se deberá demarcar un pasillo (libre de objetos) que contemple ambos sentidos de circulación", además de "evitar la permanencia de personas en la vía de circulación".
En cuanto a la disposición de las mesas, tendrán un radio propio libre de 1,7 metro cuadrado respecto de las otras y podrán sentarse un máximo de cuatro comensales. Ante cada cambio de cliente habrá que desinfectar la zona utilizada.
A la hora de pagar la cuenta, la Ciudad recomendó "el uso de medios de pago electrónicos" y agregó que "en caso de que el cobro se realice a través de tarjetas de crédito o débito, se deberán desinfectar tanto las tarjetas como el posnet utilizado con solución de agua y alcohol".
Un punto clave del protocolo son las medidas de seguridad sanitaria para los trabajadores del comercio. En ese sentido, se estableció la necesidad de contar con "reposición de Elementos de Protección Personal (EPP) y kit de desinfección húmeda (consistente en la limpieza con agua y detergente y luego desinfección con una solución de lavandina de uso comercial con agua (10 ml de lavandina en 1 litro de agua)".
Por último, fijaron que los empleados no podrán usar el transporte público para llegar a los lugares de trabajo dado que están reservados para los trabajadores esenciales.
Construcción
A partir de la semana que viene también volverán a ponerse en funcionamiento las obras de construcción del sector privado. Se autorizarán las mayores a 5.000 metros cuadrados y las que tengan por delante hasta 90 días para su finalización.
La medida contempla que "solo se podrá realizar actividades en el horario de 10 a 19 de lunes a viernes, y los sábados de 10 a 14", y que se tendrá que garantizar "una distancia entre personas de al menos 1,5 metro".
La jefatura de obra va a estar encargada de diseñar cuadrillas operativas que tengan en consideración las suficientes separaciones entre los puestos de trabajos activos: "Un factor de ocupación máximo de 1 persona cada 4 a 6 metros cuadrados, manteniendo 1,5 metro de separación", indicó el gobierno porteño.
Al igual que para los trabajadores de los locales gastronómicos, está prohibido que los empleados utilicen el transporte público para trasladarse.